Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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Tal como habíamos anticipado, culminó hace instantes, la vigilia organizada por la Agrupación de Veteranos de Malvinas de Lobos, que tuvo lugar en la Plaza de la Soberanía, al lado de la Biblioteca de este grupo de ex soldados fundaron. Pese al clima fresco que predominó durante toda la jornada, este evento concitó buena cantidad de vecinos, además de los artistas que participaron a partir de las 22 hs del viernes 1° de abril. Uno de los primeros en presentarse al escenario fue el Prof. Lucio Leiva, junto con un grupo de estudiantes avanzados de la Orquesta Escuela Municipal. También, entre otros artistas lobenses, estuvieron Sandro Cepeda, Daniel Cucurulo, la peña Mayka Sumaj, y el grupo de artes plásticas de Patricio Casal que se denominó «Proyecto Muro». La Vigilia terminó a la medianoche de este sábado, con una oración comunitaria del sacerdote de la Parroquia local, y la entonación del Himno Nacional.
Se trató, asimismo, de una jorrnada de reflexión y de sentimientos encontrados, en particular para aquellos que fueron protagonistas de la Gesta de Malvinas, de aquel desembarco del 2 de abril de 1982. Por los testimonios que recogimos, algunos soldados consideraron que si no se hubiese producido el cese del fuego el 14 de junio, nuestro país podía haberse impuesto en el conflicto bélico, no obstante de ser un planteo hipotético porque las bajas de nuestros soldados comenzaron a ser cuantiosas desde el polémico hundimiento del Crucero General Belgrano (casi la mitad de los fallecidos iban a bordo del buque en ese momento). Los veteranos lobenses, en su mayoría, atravesaron cuadros de estrés postraumático, depresión, y hasta casos de suicidio. Sabemos, también, que hay veteranos que no han querido viajar nuevamente a las Islas, porque para hacerlo deben presentar el Pasaporte como si se tratara de un territorio extranjero, y otros que pese a ello tenían el anhelo de volver a recorrer esas tierras donde habían combatido. En ambos casos, es una decisión absolutamente personal y respetable.
40 años, en la vida de cualquier persona, constituyen un período de tiempo considerable, pero más aún para aquellos que combatieron por la Patria y se niegan a ser tildados como “Los chicos de la guerra”. Quizás fueron a un lugar totalmente desconocido siendo muy jóvenes, pero todo lo vivido durante el tiempo que permanecieron en el archipiélago austral, hizo que regresaran al continente siendo hombres. De hecho, muchos de los que en la actualidad deciden hacer público su testimonio, concurren a colegios de nuestra ciudad, y los propios estudiantes les preguntan qué armamento utilizaban, si les tocó padecer hambre o frío, o cuándo consideraron que las grandes potencias de Norteamérica y Europa les dieron la espalda a ellos y a todo el pueblo argentino, poniendo sus recursos militares y armamentísticos a disposición del enemigo. Muchos de ellos escribieron cartas a sus padres o a sus hermanos. Algunas nunca llegaron, y otras fueron recuperadas mucho después cuando sus remitentes no habían tenido la posibilidad de leerlas antes. Nuestros héroes arrastran el pasado de una guerra injusta, por la evidente desigualdad de fuerzas entre Argentina y unos pocos países aliados y todo el poderío del resto de Europa occidental, pero hoy, habiendo transcurrido muchos años ya desde que la recordada Marta Nicoletta decidiera crear la Agrupación de ExCombatientes para invitarlos a participar, hoy pueden poner en palabras el relato de un conflicto feroz, que cerca del fin se libró cuerpo a cuerpo entre ingleses y argentinos, con las consecuencias ya conocidas. No podemos dejar de mencionar el caso de Angel Moyano, Veterano de Guerra oriundo de Cañuelas, pero que hace alrededor de 30 años que reside en Lobos y se ha incorporado al grupo de los héroes locales, que desde el primer momento le brindaron todo su respaldo. Paulatinamente se van conociendo historias, recuerdos, anécdotas, que hacen a que los veteranos sean protagonistas excluyentes de la última guerra que el país emprendió, y que a su vez, como decíamos antes, ello le pemite hablar y dar a conocer en primera persona acontecimientos que el común de los lobenses, en muchos casos, desconocemos o no tenemos la certeza de quien lo vivió en carne propia.
No exageraríamos si decimos que, por esa catástrofe que cobró cientos de vidas, nuestro país recuperó la democracia, y desde entonces, emprende la lucha por reivindicar lo que nos pertenece, ya por la vía diplomática, para lograr que ambas partes en disputa se sienten, algún día, a negociar una salida pacífica al conflicto.
