Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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En el día de hoy, la liturgia católica celebra el Domingo de Ramos, que marca el comienzo de la Semana Santa. El inicio de esta festividad viene marcada por la primera Luna Llena posterior al Equinoccio de otoño. El Domingo de Ramos es el domingo anterior a dicha Luna, por eso, todos los años las fechas varían (pero siempre es entre marzo y abril).
Las celebraciones de este día son muy parecidas en todas las comunidades de nuestra ciudad, que incluyen la bendición de los ramos de olivo de parte del sacerdote.
El Domingo de Ramos es el día en que se recuerda la «entrada triunfal» de Jesús en Jerusalén, exactamente una semana antes de su resurrección (Mateo 21:1-11). Alrededor de 450-500 años antes, el profeta Zacarías había anunciado: «Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu Rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno.»(Zacarías 9:9- Antiguo Testamento). Mateo 21:7-9 registra el cumplimiento de esta profecía: “y trajeron el asno, y pusieron sobre ellos sus mantos; y El se sentó encima. Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” Este evento tuvo lugar el domingo antes de la crucifixión de Jesús.
En Lobos, tuvimos una magnífica jornada otoñal, con temperaturas agradables que se mantuvieron durante toda la mañana, lo cual permitió que la Procesión pudiera realizarse sin impedimentos. Los fieles, muchos de ellos niños, se concentraron en la esquina de Buenos Aires y 25 de Mayo, y de allí se dirigieron hacia el Templo Parroquial. Una vez que la gente se concentró en la esquina antes mencionada, y luego de celebrar la Misa a la entrada del Templo, el Padre Claudio Mosca procedió a la bendición de los ramos de olivo que portaban los devotos, con gran entusiasmo y fervor religioso.
