Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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En una entrevista con LOBOS 24, el invitado para esta fecha (23/3) en la Fundación Lobos, fue Pablo Llonto, quien comenzó diciendo: “Esto forma parte de una serie de actividades en la Semana de la Memoria, y a raíz de ello, de mi actividad como periodista y abogado en causas de Lesa Humanidad, se trata de contar lo que uno ha ido viendo, y viviendo, en aquellos años”.
Añadió que: “Si hablamos de los medios nacionales en la dictadura, el rol que cumplió la prensa fue nefasto. Hubo intencionalidad de apoyo al Golpe, y si bien es cierto que había censura, no era la única causa o motivo. Sobre todo por los dueños de los grandes medios, y los periodistas más conocidos de la época, hubo un evidente apoyo a la dictadura. Recién a partir de la derrota de Malvinas, se empieza a resquebrajar eso y a ver de otra manera. Si bien el Buenos Aires Herald cumplió un rol importante al apoyar a familiares de desaparecidos, apoyó el plan económico de los ’70. El gran ejemplo de resistencia en el periodismo fue Rodolfo Walsh, lo cual le costó la vida, luego de que publicara su “Carta Abierta a la Junta Militar” en 1977. Walsh dirigió una agencia de noticias clandestina, ANCLA, que tuvo un rol significativo, pero acá nadie publicaba nada, por esa razón muchas de esas notas tuvieron repercusión en el Exterior, como medios de México, España, Francia y Holanda. Por tal motivo, en 1978 muchos periodistas extranjeros vinieron a cubrir el Mundial, pero también a ver qué estaba pasando en el país”.
Precisó Llonto que: “Las revistas de Editorial Atlántida fueron las que más apoyaron al Golpe y a la dictadura, como Gente, Somos, El Gráfico, entre otras. Se decía que había una “campaña antiargentina”, y en la revista Gente el Director era “Chiche” Gelblung, que todavía sigue en pantalla minimizando lo que él publicaba o permitía que se publicara. En aquel momento no había televisión por cable, mucho menos Internet, y casi todos los medios eran en papel y en radio, como Rivadavia que era la más escuchada. Rivadavia tenía a un relator que apoyó claramente el denominado “Proceso”, que era José María Muñoz. Pero volviendo a las revistas, eran muy consumidas por la clase media argentina, calculá que El Gráfico llegó a vender en la época del Mundial 600.000 ejemplares semanales, y que estimaba que el promedio de lectura era de cuatro personas por ejemplar, porque la revistas las compraba una familia y todos las leían”.
Sobre el Mundial ’78, desmitificó varios hechos. Calificó el famoso 6-0 de la Selección a Perú, como “el partido más largo del mundo”, por la controversia y polémica que hoy sigue generando (Argentina necesitaba ganar por cuatro goles como mínimo para pasar a la siguiente fase). “La presencia de Videla en el vestuario de los jugadores peruanos, antes del partido, no creo que haya definido en el resultado, aunque fue intimidatoria. Es un partido que se sigue “jugando”, pasaron 40 años y se continúa hablando de él, hace pocos días un jugador peruano del ’78 dijo por primera vez cosas que no se dijeron hace años, pero que no dijo en cuatro décadas, insinuando sospechas de jugadores que fueron “para atrás”. Pero no hay pruebas suficientes de que ese match haya sido “arreglado”. Perú ya estaba eliminado, previamente a jugar con Argentina hubo conflictos entre los propios futbolistas de ese equipo, hubo hostigamiento y acoso de los hinchas argentinos en el hotel donde se alojaban y en el micro que los trasladó al estadio, por lo cual no hay un elemento contundente, sí indicios. Pese a todo, en los primeros minutos, Perú metió un tiro en el palo del nuestro arco, y una pelota que se fue muy cerca también y que pudo haber sido gol”.
“Si Holanda hubiera sido el Campeón, la historia hubiese sido distinta. El Mundial les sirvió a los militares para potenciar en aquel momento un apoyo popular, porque Videla fue a los 6 partidos del Mundial y en todos ellos fue ovacionado. Todos los jugadores saludaron a Videla, antes y después de la Final, por ello resulta falso que alguno se negó a hacerlo, o a darle la mano. Del mismo modo que lo hizo cuando en 1979 Argentina salió Campeón del Mundial Juvenil de Japón. Y quiero rescatar a cinco jugadores del plantel de Argentina 1978, que en 2008 (30 años después), aceptaron jugar un partido amistoso que se llamó “La otra Final”, con militantes de los DD. HH, en la cancha de River. Solamente cinco aceptaron, como te digo. Fue un poco triste, pero entre quienes sí estuvieron y que recuerdo con mucho aprecio, estaba René Houseman, que falleció días atrás. Fue un gesto muy noble de su parte, y de los otros cuatro Campeones del Mundo que aceptaron participar”.
Y para concluir, nos comentó: “Tampoco es cierto que Johann Cryuff (uno de los mejores jugadores de Holanda), no haya estado en el Mundial por un boicot contra los militares. El ya había comunicado expresamente que iba a jugar la clasificación, pero que por razones personales no iba a jugar el Mundial. El único jugador que sí dijo claramente que en un país dictatorial no iba a competir, fue el alemán Paul Breitner”.
