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Daniel Ferni, Director de la Planta de Residuos Sólidos Urbanos, conversó con LOBOS 24 trazando una reseña de su vida y de su labor: “Nací en Lomas de Zamora, hice mis estudios allá, y siendo adolescente me tocó atravesar la transición entre la dictadura y la democracia. Mi viejo trabajó en el ferrocarril siempre de noche, y yo heredé el oficio, estudié en un colegio industrial. Cuando comencé a trabajar en el ferrocarril, estuve seis años, fui dirigente de base de la Seccional Remedios de Escalada. Tenía 800 afiliados, y luego llegó el menemismo, hicimos el primer paro en el ’92. Pero decidimos romper la huelga porque nosotros, que estábamos siempre al frente con las pancartas, entendíamos que entrábamos en un juego político de la izquierda y de los servicios de inteligencia. Nos filmaban y nos sacaban fotos para escracharnos. Después estuve 10 años viviendo en Marcos Paz, y en el año 2000 me radiqué en Lobos”. Lo apodan “Chavo” por su parecido físico con el personaje de Chespirito. Durante varios años trabajó como empleado de seguridad en un boliches y locales nocturnos.
Enfatizó Daniel, que: “La ciudad me recibió muy bien, siempre lo digo. Me gusta mucho el trato de la gente, el saludo, que los comerciantes tengan confianza en la palabra y que sepan que si les quedaste debiendo algo, al otro día les vas a pagar”.
Y yendo al meollo de la cuestión, expresó: “Con la Planta de residuos estamos trabajando bien, hay 350.000 botellas plásticas de gaseosa por mes que se descartan, para que tengas una idea. Y muchos desodorantes, aceite en aerosol, papeles, trapos…encontrás de todo. Lo que no hemos visto es preservativos o toallitas femeninas. Muchos pañales y envases de shampoo o de detergente también se ven. Hay papel de primera (que es el que usan en las oficinas), y papel de segunda (que son diarios viejos, láminas de colores). En Lobos no se entierra más basura, por eso realizamos movimientos de los residuos nivelando el terreno y haciendo una canalización. Lo que se lleva el CEAMSE es el residuo de rechazo, lo que no se puede reciclar. Te explico cómo es el laburo en la Planta: el camión hace la descarga, baja por la primera cinta, sube, cae al trommel, cae lo orgánico de quinta calidad. Todo eso es vidrio, agujas, y objetos peligrosos, por eso no se puede meter mano ahí. Se pasa a la cinta 2, que eleva a la siguiente que está a 1,80 metro, y ahí toda la gente va clasificar, lo que sobra cae a la prensa que hace fardos de 500 kilos”.
“Estoy a cargo de la Planta desde 2016, en ese momento estaba como Secretario de Gobierno, Sebastián Giralde. También me sorprendió gratamente que el Intendente se preocupara por el personal de la Planta. Y lo que busqué fue devolverles la dignidad a los operarios, mejorar las condiciones de trabajo, que no se sientan menos que nadie. Antes venía un particular a tirar basura a la Planta, dejaba la bolsa y ni siquiera saludaba, o en muchos casos los trataban como “negritos de la basura” (sic). Por eso les prometí que la gente que deseara llevar residuos, tuviera la decencia de respetarlos”, dijo con firmeza.
“Lo que te decía respecto a la calidad del papel que se vende, lo podés comprobar de esta manera: el papel higiénico gris está hecho en base al reciclado de material de 2da. En cambio el blanco que podés ver en cualquier comercio, se hace con papel de primera, que es aquel que te comentaba anteriormente. Hacemos fardos de 100 kilos, los pesamos y los vendemos al mejor postor. El cartón también se recupera, estamos vendiendo 20.000 kilos cada dos meses, el camión carga 36 fardos por cada viaje. Y otra cosa que se ve mucho son las latitas de aluminio, tanto de cerveza como de gaseosa. Estamos sacando alrededor de 70 kg. de latas por día. Y el aluminio grueso se prensa en fardos de 150 kg., pero tienen que ser más compactos porque la boca de una fundición es chica. Nosotros siempre decimos que entre poder vender todo eso a un valor no muy alto y no tener nada, preferimos que le genere un ingreso al Municipio”.
Explicó Ferni, para concluir, que: “Estamos hablando es un mercado complejo, porque el valor de los metales va cambiando, por eso si se consigue un mejor comprador, que pague más, se vende ahí (…) Somos casi 30 personas trabajando todos los días para tener una ciudad con un Medio Ambiente saludable y que nos respetemos entre todos como vecinos”.
