Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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Anoche, se inauguró en el Museo y Biblioteca “Juan Domingo Perón” la muestra del artista lobense Nicolás Rossi, “Cuna, sepulcro y sustento”, que concitó una positiva respuesta de público en el solar del expresidente, y permitió la concreción de un ciclo que desde hace tiempo se venía gestando por iniciativa del MAVLO (Museo de Artes Visuales de Lobos). Además, amenizó la velada el músico platense Leandro Etchegaray, con un repertorio de canciones folclóricas del canto surero.
Rossi, de 32 años, expresó a los medios: “La muestra es de arte contemporáneo, y cabe mencionar ante todo que el público podrá ver que hay una sola pintura en verdad, pero también abundan otros lenguajes plásticos, como cerámicas, objetos, dibujos de pequeño formato, y también mucho archivo. Por ejemplo, tenemos expuestas una colección de lanzas indígenas, que era para pertenecientes a Perón, y en relación a eso se empecé a desarrollar otros trabajos sobre cada paisaje pampeano que es en lo que más venía trabajando, relacionando con la violencia que sufrieron los pueblos originarios en la mal llamada Campaña del Desierto, y también el sufrimiento de ese paisaje hoy en día con la agronegocio y el mal uso de la tierra”.
Explicó asimismo que “por eso se llama “Cuna, Sepulcro y Sustento”. Son palabras de un poema de Ricardo Güiraldes, que es un referente literario para mí y para la temática de la obra. El lugar donde está emplazado este Museo no es sólo el del nacimiento de Perón, sino de todos nosotros, lo cual hace que cobre un significado especial (…) Hasta ahora he vendido un par de obras e intercambiado con otros artistas, pero hoy por hoy no es la principal finalidad vender, obviamente que cuando se da esa posibilidad hay que aprovecharla. Pero también me dedico a la restauración patrimonial en el Congreso, donde uno puede apreciar materiales nobles de hace dos siglos”.
Agregó que: “Me pareció muy acertado tomar como referente a Güraldes, por esos poemas son a su vez una especie de oda a la Pampa y todo tiene que ver estrechamente con el título: Estamos inaugurando una muestra sobre un territorio fértil para la agricultura pero pensado de una manera más sustentable y sana. Lo de “sepulcro” guarda relación con toda esa violencia que se han sufrido los pueblos originarios que fueron víctimas de un genocidio de parte de aquellos que propiciaban su exterminio”, amplió Rossi.
Ante una consulta periodística, Nico comentó: “Hace alrededor de 10 años que me dedico al arte, empecé a estudiar Bellas Artes en La Plata en 2010, y a partir de allí comencé a hacer exposiciones más independientes, y esta es mi segunda muestra en Lobos. La primera había sido en 2019 en el espacio Modo, y ahora estoy aquí convocado por la gente del Mavlo. Creo que están haciendo un gran aporte a la ciudad, de hecho ésta es mi primera muestra individual. En lo que resta del año habrá dos más, y estoy muy agradecido a Albertina Morresi que fue quien me hizo la invitación, y con quien fuimos elaborando todo esto”.
“Es la primera vez que abordo este tipo de temáticas, apuntando hacia un contenido más denunciante si se quiere, más social, más político. Anteriormente eran una suerte de señalamiento hacia la historia del arte, y ahora me estoy volcando a a cosas que pasan en el cotidiano. Naturalizamos tal vez imágenes de sequías, de diluvio, hojas marchitas por pesticidas en la calle, por lo cual esta feria es un intento por es desnaturalizar eso que demos por sentado y pensar cómo vivimos, y si es la única manera de sembrar para producir alimento”, argumentó Rossi.
Agustina Del Mármol, curadora de la exposición, precisó cuál fue la tarea que tuvo a su cargo: «Es un poco difícil de responder. Básicamente, la curadora de lo que hace es poder plasmar en una muestra lo que está intentando transmitir el artista. En este caso, tuvimos que unir la obra de Nico con tres ejes diferentes, como el acervo del Museo, y trabajos de investigación de Democracia en Red y de Nicolás Olalla, que es un biólogo lobense. Para que saliera como pretendíamos, nos pusimos a trabajar hace dos meses, y hubo que encontrar los puntos en común para forjar una coherencia que el público supiera apreciar».
«Es muy importante para mí, ya que se trata de mi primer proyecto como curadora. Si bien aún no me recibí, es el primero del cual participo fuera de la Facultad, y que haya sido en Lobos representa una gran satisfacción. Nos han recibido muy bien en este espacio, y todo lo que vaya surgiendo respecto al arte me motiva a realizar nuevos proyectos», concluyó Agustina.
