Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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LOBOS 24 concurrió este domingo al Parque Municipal para pasar un momento de esparcimiento, al igual que muchos vecinos suelen hacerlo. Sin duda alguna, se trata de un espacio magnífico para un momento de recreación. Sin embargo, el mantenimiento deja mucho que desear tal como lo testimonia nuestras fotos que dan cuenta del estado de abandono en que se encuentra el espacio verde.
En primer lugar, a poco de ingresar por la entrada principal (Salgado y Areco), cerca de la plaza de juegos existen postes peligrosamente inclinados, donde además estacionan los vehículos. En el caso de que se sigan torciendo, tendríamos que lamentar consecuencias personales que bien podrían evitarse.
Por otra parte, dentro del mobiliario del predio hay unos bancos de madera antiquísimos, con estructura de hierro forjado. La mayoría de esos listones de madera desaparecieron por completo. Y por si todo esto fuera poco, «alguien» no tuvo mejor idea que colocar un cartel de bienvenida tapando totalmente la visibilidad de uno de estos bancos. Es insólito y sin ninguna razón de ser, lisa y llanamente. Un vecino también nos planteó su inquietud por el estado deplorable de varias parrillas y fogones que han sido vandalizados, sin que haya habido hasta ahora una reposición de lo destruido.
Los baños públicos linderos a la pista de ciclismo están clausurados, y el fuerte hedor a orina produce asco. Se acumula basura en el interior de los sanitarios: Latas de cerveza, botellas, y toda clase de objetos que el lector pueda imaginarse. Hay una mesa de hormigón que se desprendió de su base. El sector del podio y mástiles de banderas evidencia un aspecto de total negligencia (fue inaugurado como Polideportivo “Fermín Villarruel” en 1981, por el Intendente “de facto” Otaduy). Los aros de básquet en el playón también brillan por su ausencia. Además, se puede apreciar un charco que cubre casi el 40 % de la superficie del mismo y que se hizo notorio luego de las intensas lluvias (hace ya 4 días). Vale decir que está mal nivelado, o carece de un drenaje adecuado. Todo esto lo pudimos ver y fotografiar, nadie nos lo contó, estuvimos “in situ” registrando imágenes. Es cierto que hay gente que no cuida lo que es de todos, o que deja un basural en cada sitio que se le ocurre, pero ello no es pretexto como para quedarse en una actitud pasiva, de brazos cruzados, viendo cómo el pulmón verde de la ciudad continúa degradándose.
Como único aspecto positivo, podemos mencionar que en horas de la noche, la iluminación es bastante aceptable, lo cual permite que los cientos de lobenses puedan ir a ejercitarse o a caminar todos los días cuando cae el sol. El césped está bien cortado, pero ni siquiera debería ser digno de mención: No constituye mérito alguno, dado que es lo mínimo que puede esperarse de cualquier gestión. Es lo lógico que debería hacerse en cualquier predio de estas características, sobre todo para prevenir contagios de dengue en medio de esta coyuntura sanitaria que estamos atravesando. No es un dato menor si tenemos en cuenta que numerosos vecinos, cuando ya han concluido su jornada laboral, aprovechan el único momento libre que tienen durante la semana para ir hasta el centenario espacio verde y realizar una caminata placentera.
