En diálogo con la prensa, la Presidente de la institución, Valeria Ortigoza, comenzó informando: “Los convocamos por dos temas muy importantes para nosotros. En primer lugar, queríamos agradecer y presentar en sociedad una vitrina que nos fue donada gracias a Aníbal Roque Baeza, la cual contiene maquetas de aviones y helicópteros argentinos que se utilizaron durante el conflicto de Malvinas. Son 70 piezas a una escala de 1/72, y Aníbal es un docente que tiene como hobby el aeromodelismo. Como vive en Buenos Aires, no pudo estar en esta oportunidad, pero hace mucho tiempo se había contactado con los veteranos y con la Biblioteca, y recién el año pasado pudimos concretar esta donación. Por tal motivo invitamos a la comunidad a que concurra a la biblioteca para visitar esta colección, para nosotros es una alegría enorme y una obra invalorable que tenemos la posibilidad de tener entre nosotros”.
Aunque el donante no pudo asistir, hizo llegar un escrito detallando parte de su pasión por el aeromodelismo, el cual transcribimos a continuación:
En los años que siguieron a la Guerra de Malvinas, quienes la vivimos con un hecho decisivo de nuestra historia debimos afrontar la “desmalvinización”, que pretendía el olvido de la gesta y el ocultamiento de sus héroes. Poco a poco, sin embargo, fueron apareciendo libros, notas periodísticas, y testimonios que rescataban la verdad. Por mi parte, pude escribir y publicar algunos artículos, intervine el programas de radio y TV, y como docente invité cada 2 de abril a los veteranos para que contaran su experiencia ante mis jóvenes alumnos. Al mismo tiempo, dediqué algún tiempo libre entre mis tareas profesionales al aeromodelismo estático dedicado a las aeronaves que intervinieron en el conflicto, aunque sin alcanzar la calidad de otros aficionados que lo realizan con alto nivel de perfección. En esos años era posible encontrar maquetas de casi todos los aviones y helicópteros, que actualmente están descatalogadas. Se trataba de adaptar los modelos importados con la pintura y calcas argentinas los más exacto posible. Así llegué a reunir más de 70 piezas, casi todas en escala 1/72. Cada una permitía recordar el heroísmo de los pilotos argentinos que, como todos los veteranos, dieron todo por su Patria.
Para que esta modesta colección pudiera ser compartida, sobre todo con los más jóvenes, decidí donarla, y qué mejor lugar para ellos que la hermosa Biblioteca Héroes de Malvinas de la querida ciudad de Lobos, en cuya Laguna tengo la suerte de poder venir a descansar desde hace ya 23 años. Estaba seguro de que allí las piezas serían apreciadas, visitadas y cuidadas con afecto. Hace ya algunos años concretamos la donación y en un muy emotivo encuentro me fue otorgada una plaqueta de la Biblioteca que conservo con orgullo. El año pasado, gracias al nuevo impulso que dieron sus directivos, pudimos remozar la colección y asignarle un vitrina permanente para que sigan recordando modestamente a aquellos aviadores de gran valor y heroísmo.