En la tarde de este sábado, la Parroquia Nuestra Sra. Del Carmen celebró el día de la Virgen homónima, Patrona de nuestro pueblo, ante gran cantidad de fieles que concurrieron al Templo pese al intenso frío. Cada grupo misionero o pastoral entregaron ofrendas que se fueron colocando al pie del altar. Y concluida la Misa, los presentes se dirigieron a la Casa del Niño para compartir allí un chocolate con tortas.
Tras la lectura del Evangelio según San Lucas, el Párroco Luis Mena expresó en su Homilía: “Hoy lo que acabamos de escuchar, nos dice claramente que es Dios quien primero sale a nuestro encuentro. Y el amor de nuestra madre, la Virgen María, expresado por Jesús, quien nos llama con ternura y con amor a ver su rostro y a encontrarnos con El. Un Dios que fiel a su Palabra y a sus promesa,s salió al encuentro de una mujer llamada María, para ser la madre de su Hijo y para el perdón de los pecados. Jesús es Dios hecho hombre, y María representa a todas las mujeres de su tiempo. Como dijimos antes, Dios sale al reencuentro con nosotros, y precisamente hoy nosotros debemos pensar y reflexionar, y cómo compartir la Buena Noticia con los demás”. }“María, llena de luz, no se quedó en su casa mirándose el ombligo, sino que de inmediato se puso a disposición de alguien que la necesitaba, su prima Isabel, tal como dice el Evangelio, porque María no se queda con ese Dios escondido que tiene en su vientre, y la Biblia nos cuenta que se encuentro entre el niño Dios e Isabel provoca alegría, que fue replicada enseguida por el hijo de Isabel. Cuántas hermanas y hermanos nuestros hoy necesitan recuperar la alegría que nadie tiene derecho a quitarles, porque Dios es quien da sentido pleno a la Vida y nos motiva a comportarnos con alegría. Cuántos hermanos están atravesando una senda que lleva al desencuentro, y muchas veces es porque nosotros no salimos a compartir lo que significa Jesús, nos quedamos compartiendo de una forma individual o con un grupo muy cerrado a ese Dios que hemos conocido”.
También destacó el sacerdote, que: “La Palabra “salir”, no nos suena a mucho. Pero el Papa Francisco no invita a ser una Iglesia en salida, de puertas abiertas, y es el gran desafío que hoy tenemos como Iglesia; dejar de lado el egoísmo o el disfrute individual y compartir a ese Dios Vivo. Debemos salir de la comodidad y de una zona de confort, el ejemplo de María es claro, porque ella sale para ser servidora de quienes la necesitan, ella no se quedó sintiéndose orgullosa por el designio de Dios, sino que sale de cualquier actitud pasiva, como vemos en los distintos Evangelio. El mundo de hoy necesita replicar la alegría que Dios nos quiere dar, porque nos invade la tristeza con sólo mirar 10 minutos de un noticiero, pero Dios siempre nos demuestra que está y que debemos seguir sus pasos, en un mundo signado por las guerras, el hambre, o el odio”.