Daniel Cucurulo (67), cantor y compositor folclórico lobense, es el invitado de esta semana del programa de TV “Café Doble”, que conduce el periodista Patricio Contrera para LOBOS 24 y la señal de cable Lobos Digital, y que saldrá al aire mañana miércoles, al término del noticiero. En una conversación distendida, el talentoso artista nos relató parte de su historia, con muchas anécdotas que ilustran su personalidad y la forma en que fue creciendo dentro de la música autóctona, al igual que muchos cantantes que hoy tienen mayor reconocimiento popular dentro de su repertorio.
Sobre sus inicios en la música, comenzó diciendo el entrevistado: “Yo creo que canté de toda la vida casi, cuando era chico agarraba la escoba como si fuera una guitarra, por supuesto que no es lo único: Jugué al fútbol, estudié y dejé la secundaria por la mitad, pero siempre sentí que tenía la música adentro. Por ahí antes no te incentivaban a estudiar música, porque pensaban que ibas a ser un vago o lo asociaban a un montón de vicios, y tuve que remar contra todo eso. Tuve una infancia y una adolescencia muy buena, lo que pasa es que eran otras épocas, y por supuesto los padres quieren lo mejor para sus hijos aunque a veces se equivoquen en la forma de pensar. Ahora no hay tantos prejuicios, y los chicos que desean dedicarse a la música pueden estudiar lo que les gusta y obtener una formación”.
Cucurulo, además, presentará su primer libro el 8 de julio en la Casa de la Música a partir de las 20 hs, (ubicada en Av. Alem al 200, frente a la Biblioteca de Malvinas), titulado “Mi Camino”, y que representa todo un desafío para él. Cabe mencionar que este flamante ejemplar será publicado por Editorial Luna de Marzo. “El encierro de la cuarentena lo llevé bastante bien, sobre todo al principio, luego se me complicó porque me gusta salir”, reconoció. “El libro consiste en las canciones escritas durante un período determinado, la historia detrás de cada una de ellas, con algunas glosas, fotos de los amigos con los que estuve cantando, de las parejas de baile que hubo, pero con los editores fuimos armando el libro desde mis comienzos hasta la actualidad, porque siento que a través de las canciones fui contando mi vida. No me considero un escritor, solamente un cantor, y el libro trata de mis afectos, de mis padres, de quienes me fueron acompañando en el camino, por eso elegí ese título”, precisó el entrevistado, y en relación al evento, agregó: “Voy a hacer cuatro temas, como si estuviera contando un cuento, con principio, desarrollo y final. Estarán asimismo Carlos Leiva y Daniel Corallo, interpretando “En puntitas de pie”, y habrá una canción que terminé hace poco y que me parece ideal para expresar mi sentir, porque se llama “Gracias al camino”. Por supuesto que están todos invitados, va a ser un momento muy emotivo para mí. Posiblemente se extienda hasta la medianoche».
En otro tramo de la entrevista, Daniel trazó una reseña de su vida, y dijo al conductor: “Trabajé de peón de albañil, a los 18 años entré a la antigua fábrica Coppa y Chiego, junté 19.400 pesos de esa época y me compré mi primera guitarra que es la que uso hasta el día de hoy. Hice el Servicio Militar, me tocó Marina. Y también me dediqué a yesero durante muchísimos años. Aprendí guitarra con Carlitos Ferrari, y cuando volví me puse a laburar como cualquiera. Me gustaban los caballos de carrera, que también lo atribuyen a determinados vicios, pero yo no apostaba, simplemente me gustaba el cuidado de los caballos y presenciar las carreras”.
“En 1982 escribí unos versos sobre Malvinas, en plena guerra, y creo que hoy eso que yo escribí está en un cuadrito que hicieron en la Biblioteca. La guerra es terrible y nunca vas a poder imaginarte lo que fue, ni siquiera yo. Fue aberrante y un quiebre en mi vida, el hecho de pensar que a chicos de 18 años los mandaban a combatir…sé que a muchos veteranos no les gusta demasiado que les digan “los chicos de la guerra”, pero quizás pienso que fueron a las Islas siendo adolescentes y volvieron siendo hombres. La canción que escribí en ese momento fue un tributo hacia ellos. Pensá que cuando yo hice la colimba practicábamos tiro al blanco, éramos 20 soldados y el ruido era ensordecedor pese a que nos poníamos algodones en los oídos, porque eso te digo que imaginar lo que fue la guerra es imposible”.
“Como te decía, aprendí a tocar la guitarra, y creo que salí buen alumno, y aunque tuviera que trabajar o dedicarme a otras cosas, siempre volvía a la música. Comprendí que era la manera de plasmar lo que me gustaba, lo que veía, lo que sentía, en un papel. Porque yo escribía siendo mucho más chico, y a veces a esas cosas no les das valor, pero pese a todo lo hacía. Y con Eduardo Pachamé, tiempo después, ya empezamos a salir a cantar, y ya para el año 2000 escribí una zamba, “En puntitas de pie”, que nunca pensé que iba a tener tanto éxito. Está en mi primer disco, y hasta el día de hoy el público me la sigue pidiendo, inclusive fue grabada por otros artistas como Raúl Palma”.
“Lo que nunca quise es asumir una postura política en las canciones que compongo o que canto, no me considero un cantor de protesta. Nunca he sido partidario ni militante, y cuando me ha tocado votar lo he hecho por el candidato que me gustaba en aquel momento, o más de una vez me he equivocado, como nos pasa a la mayoría cuando votamos al que creemos que es el menos peor. Pero sí escribí sobre cosas que me movilizaban como ciudadano, como el cacerolazo, o las colas interminables que se formaban para todo en tiempos de crisis, y que hoy vuelven a ser una realidad. Y me quejaba de que, hasta en un cajero automático, nadie te explique nada si no tenés la posibilidad de usarlo. He compuesto temas sobre los tiempos en que la Argentina era el granero del mundo, el país del surco profundo, y cuestiones relacionada con mi pensamiento”, sostuvo el invitado.
Como hemos dicho, “En puntitas de pie”, ha sido interpretada por diversos cantantes, pero quien comenzó a darle masividad fue el famoso Dúo Giuliano- Leiva. No obstante, el invitado sostiene no se quedó con ese éxito inusitado, sino que en los años siguientes, continuó componiendo. “Fue Raúl Palma quien me dijo: “Daniel, ¿No te das cuenta de que éste es el éxito o el hit del disco?” Y le dije que quizás sí, pero no me gusta hacer alarde de lo que hago, porque la vida es como una balanza y tenés que busca un equilibrio. Cuando compuse el “Romance de Lobos”, es una canción que fue surgiendo de lo que iba viendo al caminar desde el Parque hacia el Centro, y también gustó mucho. Una de las primeras veces que me subí a un escenario fue en Acuyai, y estaba Juan Manuel Iturralde, y cuando me toca a mí, es una experiencia que no te la podés olvidar, no es lo mismo cantar en tu casa o con amigos que ante cientos de personas”.
“En el último disco, que se llama “Inspiración”, quedaron varios temas sin grabar, en un primer momento iba a ser un álbum de 15 canciones, pero algunos músicos no pudieron venir, y yo quería terminarlo lo antes posible. La verdad, te diría que nos llevó mucho laburo, inclusive en la presentación oficial, temíamos no llegar a tiempo. Pero salió todo bien”.
Hizo saber Cucurulo que: “Yo desde 2008 no grababa nada, y entonces me dediqué de lleno a esto, con los ensayos, porque no podés darle al público algo que no está bien hecho. Este último trabajo es de 2017, pero creo que se le pueden hacer nuevos arreglos, y agregar aquellos temas que no estaban incluidos en la edición original”.
Para concluir, Daniel precisó que “En puntitas de pie”, fue registrada hace unos años en SADAIC, y que percibe regalías por el uso que otros músicos le dan a una mítica zamba. “De vez en cuando cobro algo, cada cuatro meses”, concluyó sin falsa modestia.