Se mudó tres veces en Lobos, viviendo en Empalme en dos oportunidades hasta establecer su fábrica y actual domicilio cerca de la Plaza Necochea. Empezó desde cero y llegó a hacer que su nombre sea una marca registrada. En una entrevista con LOBOS 24, la concejal de Juntos por el Cambio, Nancy Aragonés (34), nos comentó su lado desconocido y todo lo que conlleva el hecho de tener un emprendimiento propio.
Comenzó expresando Nancy, que: “Gracias a Dios vamos muy bien, todos los días hacemos entregas de productos, y hay que pensar en positivo. Yo nací en Mar del Plata, estuve allá hasta los 21 años, hice mis estudios primarios y secundarios, después me anoté en la Universidad para estudiar Diseño Industrial, cursé hasta tercer año y luego dejé porque me enamoré de un lobense y me vine a vivir acá. Así fue como llegué a la ciudad. Me comencé a dedicar a hacer bombones y chocolates, al principio fue todo “prueba y error”, empecé elaborando huevos de Pascua, con dos tapas de tamaño distinto, por lo cual me costaba bastante esfuerzo. Con el tiempo me pude comprar moldes para hacer bombones, y a partir de ahí logré tener más variedad de formas. De ahí en adelante no paré, no hice una especialización en chocolatería pero a lo largo de estos años tomé otros cursos complementarios, de repostería, o hacer un curso de alfajores en el Centro de Formación Profesional. Fue así como después de los chocolates pude incorporar alfajores a lo que ya venía haciendo, y haber tomado ese curso fue muy importante para mí, para conocer todos los secretos que tiene su elaboración artesanal”.
Reconoció Aragonés, que: “Al principio me costó adaptarme a un pueblo más chico como Lobos, el primer año sufrí mucho por el hecho de tener a mi familia y mis amigos lejos, yo tenía un ritmo de vida que cuando me fui a vivir acá, me costó adaptarme. Pero fui aprendiendo y entendiendo cómo era el estilo de vida de Lobos, cómo son los vecinos, que todos se conocen y saludan. La mayoría sabe de la vida del otro, y yo no estaba acostumbrada a eso. Pero la verdad es que una vez que me adapté, no me quise ir más. Mar del Plata es enorme, es como Buenos Aires con mar, nunca terminás de conocer la ciudad. Yo tenía un trabajo en el Centro Comercial del Puerto, estudiaba en una zona que no es céntrica pero alejada tampoco”.
“Por suerte a lo largo de estos años ya tengo mi clientela, he pedido créditos para microemprendedores y cuando venía el funcionario del Ministerio de Desarrollo Social a constatar que yo había comprado las máquinas y no me había gastado la plata en otra cosa, se sorprendía, no lo podía creer. Mi familia de Mar del Plata viene a visitarme de vez en cuando, a veces se complica porque cada uno tiene su trabajo, la distancia es bastante, y los horarios de los micros tal vez no son los más cómodos. Nunca me imaginé que iba a ser concejal por Lobos, cuando me llegó la invitación del Intendente para formar parte de la lista, dudé un poco, me sorprendí, pero él me motivó a seguir, porque mi trabajo hizo que la gente me conociera. Empecé repartiendo a pie, luego en bici y ahora en moto. Nunca dejé de trabajar desde que llegué. Por eso nunca haría nada que vaya en contra de la voluntad de los vecinos. Por eso consulté en familia la oferta que me hicieron, y finalmente dije que sí, pienso que puedo dar un montón de mi persona para mejorar. Y a medida que iba transitando la campaña cada vez me iba convenciendo más, por el hecho de conocer al resto del equipo. No pensé que iba a poder ingresar, entré como cuarta concejal”.
“Hace 7 años que participo de las ferias de artesanos y emprendedores, siempre en la Laguna o frente al Municipio. A partir de ahora va a ser fundamental para mí organizarme los horarios, para de ese modo poder asistir a las sesiones del HCD. Más aún, porque con el calor, se hace la elaboración de chocolate por la noche, para repartirlo al día siguiente. Tengo dos hijos, uno de 11 y otros de 6 años, y me acompañan en todo. Nunca fue una limitación para mí tener hijos, siempre que estuvieran cuidados y bien educados, trato de progresar a la par de ellos. Cuando yo era chica era muy común escuchar que las mujeres se tenían que quedar en la casa, o si tenían que estudiar no podían trabajar, era todo más restringido. Y la sociedad ha cambiado, ya no es más así. Para mí la constancia es fundamental, hay que continuar aunque haya momentos duros y seguirla remando. Ese es el secreto de la permanencia de Bombones Nancy”, concluyó.