Gonzalo Pérez Morales y Federico Bonthuiz, abogados de la ex estudiante del Santa María que denunció al sacerdote catequista por abuso sexual, le enviaron una carta documento al obispo de Gregorio de Laferrère, monseñor Gabriel Barba, intimándolo a “ratificar o rectificar” los dichos del complejo parroquial sobre la situación planteada por la chica.
Como se recordará, el lunes siguiente a que se conociera la denuncia, el complejo envió una nota a todos los padres a través del cuaderno de comunicados.
En ese escrito a las familias nunca se mencionó un episodio de abuso sexual. Por el contrario, se informó que la estudiante se había sentido “incómoda” en virtud de “dichos y gestos” del sacerdote.
Cabe recordar que ante la divulgación periodística de la denuncia de abuso presentada por una alumna de 14 años contra un sacerdote, el Obispado reaccionó con un comunicado que en las últimas horas recibieron algunos docentes de la institución.
El texto menciona la “incomodidad” que sintió una alumna por “dichos y gestos” del cura a cargo de la catequesis. Y luego afirma que “en forma inmediata se le solicitó al sacerdote que suspendiera sus actividades”.
En otro párrafo se agrega que el sacerdote “está a disposición de las autoridades educativas a fin de colaborar con el esclarecimiento de los hechos”.
También se alude a una supuesta elevación del caso a la DIPREGEP, órgano oficial que regula el funcionamiento de las escuelas privadas.
“En estos días una familia planteó a las autoridades del Colegio incomodidad en razón de dichos y gestos de un sacerdote habría tenido para la alumna en una entrevista sostenida en el colegio, en el horario escolar”. Así decía la descripción de los hechos, con firma del Obispado de Gregorio de Laferrère y Equipo Directivo.
Esta versión fue reiterada en las charlas que los directores y representantes legales mantuvieron con los distintos grupos de padres del Santa María.
Los abogados Pérez Morales y Bonthuiz aseguraron que la situación no fue como la presentó el complejo parroquial: “(El sacerdote) le tocó la cola y cuando quiso tocarle la vagina, comenzó a llorar queriéndose ir de la oficina, pero el padre puso el pie en la puerta y la trabó diciéndole ´no vas a salir en esas condiciones, no digas nada porque vas a perder´”.
Además de solicitarle al obispo que “ratifique o rectifique” lo divulgado sobre el caso, le advirtió que “deberán responder tanto el autor material como los encubridores y partícipes”.
(Fuente: Infocañuelas)