viernes , octubre 4 2024
Home / Actualidad / DERECHO A RÉPLICA- AMBIENTALISTAS LOBENSES NUCLEDOS EN APAL RESPONDEN DECLARACIONES DE LA FUNCIONARIA VICTORIA BASUALDO

DERECHO A RÉPLICA- AMBIENTALISTAS LOBENSES NUCLEDOS EN APAL RESPONDEN DECLARACIONES DE LA FUNCIONARIA VICTORIA BASUALDO

Sr Patricio Contrera, Director Lobos 24

Con motivo de aclarar los dichos efectuados por la actual Directora de Políticas Ambientales municipal Victoria Basualdo por este medio el día 31/08/2022, las organizaciones, instituciones y vecinos que conformamos la acción ambiental APAL debemos informar y aclarar los puntos tratados por ella en la nota.

Las organizaciones, instituciones y vecinos que conformamos la acción ambiental APAL, queremos responder y esclarecer varios puntos a los que hizo referencia la Directora de Políticas Ambientales municipal Victoria Basualdo por este medio el día 31 de agosto del corriente.

La Directora de Políticas Ambientales dice, en primer lugar, “no podemos asegurar la calidad de las muestras que ellos toman, ya que no hemos estado presentes cuando eso ocurrió”. Si no estuvieron presentes, simplemente es porque no quisieron presenciar la totalidad del muestreo; sí hay que decir que presenciaron el primer muestreo en el caso de la bomba 19 en Zapiola por medio del Director de Obras Sanitarias. Desde APAL solicitamos todos los permisos con suficiente antelación a la municipalidad, a través de la Dirección de Políticas Ambientales (además de la Dirección de Obras Sanitarias y el Consejo Escolar). Cualquier funcionario o funcionaria podría haberse acercado a la Plaza 1810, donde las muestras se tomaron a plena luz del día y en horario laboral, o coordinar para cada uno de los otros puntos de muestreo, pero no lo hicieron. Sin embargo, si se les complicó estar presentes en ese momento, se dejaron documentados todos los procedimientos que llevamos adelante con registro fílmico y fotográfico.

La funcionaria agrega que “la toma de muestras y la cadena de custodia hasta que llega al laboratorio tiene que estar bien realizada para que nosotros podamos confiar en el resultado”. No existe requerimiento legal para contar con una cadena de custodia, pero si eso les preocupaba podrían haberse acercado en cualquier momento a informarse sobre el plan de muestreo antes de otorgarnos los permisos. Si de repente les inquieta el asunto deberían saber que antes y durante el estudio el equipo de muestreo (en el que participan profesionales en ciencias exactas y del ambiente) se capacitó y tuvo varias reuniones virtuales formativas con el INTA Balcarce en relación a los protocolos de muestreo para seguimiento y aprobación de los mismos. La Dra. Virginia Aparicio, que tiene trayectoria profesional de renombre nacional e internacional participando activamente en la investigación de los plaguicidas en el ambiente¹, se refirió a la toma de muestras realizada afirmando que “el estudio comunitario llevado adelante en Lobos posee la calidad de aquellos realizados por el equipo del EAA del INTA Balcarce y está a la altura de cualquier trabajo publicable en revistas científicas internacionales”.

Incluso la propia Directora de Políticas Ambientales aclara que “no digo que estemos desconfiando del resultado del laboratorio del INTA, porque es reconocido y ha hecho diferentes análisis de este tipo”. Nos preguntamos entonces por qué intentar desacreditar el estudio de monitoreo ambiental que llevamos adelante con rigurosidad, seriedad y compromiso, y en todo caso si el problema es nuestro muestreo, por qué ellos no repiten el procedimiento con el laboratorio INTA Balcarce en vez de elegir un laboratorio ubicado en otra provincia (Ceprocor, Córdoba), de menor calidad, y con los costos adicionales que ello implica para la economía municipal.

 

¹ La Dra Aparicio, y el equipo de su laboratorio, es el único miembro en América Latina y de Argentina, en el proyecto conjunto con otros países de la Unión Europea denominado “Sprint” Home (sprint-h2020.eu). Puede consultarse más información en la web de INTA: Transición hacia la protección sostenible de las plantas en la agricultura: presentación del proyecto SPRINT | Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (inta.gob.ar)

La funcionaria dice que nuestro monitoreo “fue manejado de una forma un poco rara” (sic), que desde el municipio no pudieron participar del muestreo ni de la elección de los lugares, y que no hubo acercamiento previo de nuestra parte. Esto no fue así. Solo por citar algunas instancias tenemos que recordar que en la reunión inaugural de lacomisión «ad hoc» en el Concejo Deliberante para el tratamiento de las ordenanzas de la regulación de la aplicación y uso de agroquímicos, en la cual la Directora de Políticas Ambientales estuvo presente, la organización Alianza Clima, Vida y Salud Lobos presentó como pedido la realización de estudios de forma conjunta como prioridad antes de definir una Ordenanza. En el mismo sentido, hacia fines de 2020, hubo una reunión entre varias organizaciones ambientales (Ecolobos, Coplasa, Fuerza Ecológica) con Victoria Basualdo, donde se le planteó la importancia de la realización del estudio para rastrear plaguicidas en el ambiente de Lobos, para lo cual respondió en ese momento que “tenían otras urgencias que resolver”. 

Frente a la inacción por parte del municipio y el marcado desinterés en realizar el estudio para obtener valiosa información para la toma de decisiones que orienten la elaboración de la regulación, es que las distintas organizaciones, instituciones y vecinos de APAL decidimos comenzar con las averiguaciones sobre el laboratorio adecuado, y una vez informados seguimos adelante con el estudio, siguiendo todos los pasos administrativos y las solicitudes correspondientes. En algunas de estas solicitudes, si hubo “conflicto”, fue por problemas del propio municipio, como en el caso del petitorio que hicimos para tomar una muestra de la bomba n° 20 en Zapiola que fue “cajoneado” en palabras del Director de Obras Sanitarias, y luego también demoraron la respuesta a la solicitud para la bomba 19, que fue el cambio, de público conocimiento, que realizamos ante la puesta en reparación de la bomba 20, y cuya toma de muestra fue presenciada por el mencionado Director.

Sin embargo, en un arrebato de sincericidio la funcionaria dice que “dado el nivel de conflicto y confusión que se generó en la población” (¿si no había repercusiones no iban a hacer nada?) “y como dije antes, al no tener conocimiento previo de los lugares donde se realizaron los muestreos, fue decisión del Ejecutivo realizar un monitoreo, elegimos el laboratorio CEPROCOR por ser el que nos recomendaron varios profesionales y por estar acreditado bajo normas de calidad ISO”.

Lamentamos que el Estado municipal haya elegido un laboratorio con menor capacidad técnica y que busca en el ambiente plaguicidas que ya se encuentran en desuso en Argentina. Esto no es menor, porque más allá de que su tecnología sea inferior a la del INTA Balcarce, la realidad nos indica que de las 142 moléculas plaguicidas que va a rastrear el laboratorio Ceprocor, muy pocas son las que se utilizan en la actualidad y por lo tanto no van a aparecer en los resultados las que sí se usan. A pesar de la extensa lista de plaguicidas propuesta por el laboratorio, dicha búsqueda comprende 29 plaguicidas menos con respecto a los analizados por INTA Balcarce.

Por ejemplo, de los 29 plaguicidas detectados en agua por INTA Balcarce, CEPROCOR solo está en condiciones de buscar 14, es decir el 50%; y aún con menor sensibilidad para detectarlos. De los 3 plaguicidas que INTA Balcarce determinó que superan el umbral de la Unión Europea para el agua de consumo en la bomba nro 19 de Zapiola, el 2,4D; 2,4 DB y Atrazina, CEPROCOR va a buscar estos plaguicidas con una capacidad técnica muy inferior en sensibilidad con respecto a INTA Balcarce, es decir que resulta muy probable que incluso no logren detectar estos u otros contaminantes del agua, dado que para el caso del 2,4 D el método de detección del laboratorio INTA Balcarce es 200 veces más sensible y en el caso de la Atrazina 10 mil veces más sensible que CEPROCOR.

Estos significativos detalles técnicos nos obligan a los lobenses a tener que preguntarnos sobre ¿cuál sería la necesidad del municipio de ir a buscar a Córdoba un laboratorio con menor capacidad técnica y con claro conflicto de interés en situaciones de similar característica en casos previos?

Cuando se decide en términos de salud pública se debe recurrir a lo mejor, y este laboratorio dista de serlo, más aún por los problemas que ha tenido en la provincia de Córdoba cuando se emitieron informes de resultados de estudios similares en comunidades rurales de esa provincia con problemas de salud por exposición a estos tóxicos. Ver el link

(https://www.youtube.com/watch?v=yQ9JvQad3V8&t=8s)

Pero quizás no sea la salud pública la prioridad de este estudio que dirige la municipalidad, porque como dice la funcionaria “se tomó esa decisión para no solamente tener un resultado y sacar conclusiones alarmantes en base a él. Nosotros consideramos que no podemos concluir o afirmar que hay contaminación de suelo en base al resultado de un solo estudio. Lo que corresponde es hacer una valoración de ese riesgo, y analizar si ese riesgo es inaceptable, o si por el contrario es aceptable”. Muy diferente a lo que decía la misma funcionaria un año atrás, cuando fue entrevistada por la revista Mu: “Me alarmaron los resultados […] El informe del INTA es una foto de la realidad de Lobos. Es tristísimo, algo que hay que revertir para mejorar la calidad de vida de nuestra comunidad, mejorando el ambiente.”

En la dirección opuesta y en línea con las declaraciones del intendente que busca “llevar tranquilidad a la comunidad” sin tener aún ningún resultado, ahora se elige ningunear los graves resultados que obtuvimos desde APAL. Cuando uno va al médico y le encuentran plomo en sangre, se le da un tratamiento y se repiten los estudios, y de seguir habiendo plomo se siguen tomando medidas. Es necesario seguir haciendo estudios sí, pero en lo inmediato debería asumirse algún tratamiento para evitar que los plaguicidas lleguen a áreas sensibles desde los campos de cultivo agrícola, como por ejemplo un plan de reducción progresiva en su uso en el partido y el alejamiento de las aplicaciones. Los estudios ya realizados muestran plaguicidas en todas las matrices ambientales tanto en la zona rural como urbana, en el agua que consumimos y hasta en la plaza del centro de la ciudad. Los estudios deberían hacerse para ir midiendo cómo se va reduciendo año a año esta contaminación que ya se constató. En Pergamino, por ejemplo, fue demostrado que con la medida judicial de prohibición de aplicaciones de plaguicidas a 1095 m del casco urbano se redujeron a la mitad la cantidad de plaguicidas en el agua subterránea, monitoreo ordenado en el peritaje judicial y efectuado por el propio laboratorio INTA de Balcarce. Este último dato no es menor, porque demuestra que a pesar de que las distancias no impiden que los plaguicidas escapen de las áreas agrícolas, contribuyen con la reducción de los niveles de exposición socioambiental (ej.: daño genético) y el descenso en cantidad y variedad de plaguicidas en el agua de consumo.

En otro tramo de su declaración Basualdo reconoce algo que en anteriores oportunidades desde el Departamento ejecutivo se negaba o minimizaba públicamente, al afirmar que “Con respecto al arsénico no creemos que los valores cambien, en principio porque estamos en una zona Hacre y está presente en el agua, y la proporción será la misma”.

Hacre (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico) es una enfermedad producida por el consumo de arsénico a través del agua y los alimentos. A su vez, la presencia de arsénico puede resultar aún más grave en contacto con algún o algunos plaguicidas, por lo cual la presencia de pequeños rastros de plaguicidas en el agua de consumo no puede ser admitida como algo aceptable. Debemos basarnos en parámetros internacionales que  establecen mayor precaución en sus normativas para medir el nivel de exposición al que estamos expuestos, ya que las normas nacionales están gravemente desactualizadas y favorecen la comercialización y uso de elementos químicos que en muchos otros países están prohibidos.

Para finalizar, queremos remarcar que esta acción desde APAL propuso en todo momento buscar las mejores alternativas, la transparencia en la metodología, documentando los procedimientos realizados, seguir los pasos administrativos y la solicitud de permisos ante las autoridades, brindando la información de forma clara y permanente a la comunidad. Sin otro particular, saludamos atentamente, agradeciendo el espacio y quedamos a disposición para cualquier aclaración adicional.

 

Vea también

SE VIENE LA 11° EDICIÓN DE LA AVENIDA DE LAS ARTES EN LA BIBLIOTECA DE MALVINAS, ESTE DOMINGO 6

La presidenta de la Biblioteca Héroes de Malvinas, Celeste Arzeno, dio a conocer la edición …