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-La víctima se resistió y enfrentó a dos sujetos armados. Su madre, dueña de una histórica panadería de la zona, fue golpeada en la cabeza con un culatazo. Finalmente los ladrones escaparon con la 4X4.-
Este jueves a las 5:40 de la mañana, Macarena Peralta abrió el portón de rejas del frente para sacar su camioneta Toyota Hilux. Estaba comenzando el día y tenía planificado pasar por la panadería San Agustín, propiedad de sus padres, y después comenzar un viaje hacia la Ciudad de Buenos, donde se desempeña como psicóloga.
Cuando se sentó para darle marcha a la 4X4 blanca, dominio AA-091-HX, observó por el espejo que ingresa un masculino corriendo a la propiedad ubicada en Azcuénaga al 1300 de la vecina ciudad.
La víctima intentó activar el cierre centralizado pero, un segundo antes, el delincuente armado, de tez blanca y corta estatura, logró manotear y abrir la puerta del conductor. Peralta, comenzó a arrojarle patadas al ladrón, empezaron a forcejear y el caco logró tomar la llave de encendido de la camioneta.
En medio de la gresca, la joven observó que otro malviviente, corpulento y morocho, se encontraba fuera de la vivienda junto con Olga Estela González, su madre de 64 años. En ese momento el individuo con el que estaba luchando se descuidó y dejó el arma de fuego en el asiento del acompañante.
La conductora tomó la pistola y descendió de la Hilux portándola en sus manos. El segundo delincuente, también armado, increpó a su cómplice por el error, se abalanzó sobre Macarena y logra recuperarla. De acuerdo a la declaración el arma era negra, similar a una 9 milímetros.
Tras recobrar el arma, el ladrón regresó con Olga y le asestó un culatazo en la cabeza que le provoca un corte y un espeso sangrado.
Acto seguido la denunciante le pidió por favor que le dejen la mochila la cual contenía elementos de trabajo y documentación. El delincuente más robusto la tiró al suelo y le apuntó a la cara con otra pistola cromada diciéndole que estaba arriesgando la vida de su madre.
La joven profesional se resistió otra vez. Le mordió la mano izquierda y le dio una trompada en los testículos. El masculino, fuera de sí, comenzó a patearla en el suelo, la tomó de la campera y la arrastró unos pocos metros por el piso.
En ese interín, el otro malviviente se subió a la camioneta mientras su cómplice se dirige hacia la calle. La dueña de la 4X4 enfrentó nuevamente e intentó abrir la puerta del chofer para comenzar otro combate con el ladrón que estaba sentado al volante. Muy nervioso, el malhechor puso marcha atrás, chocó el portón y logró escapar a bordo de la Hilux junto al otro malviviente.
Escaparon con el vehículo y una mochila con pertenencias de la joven psicóloga que se desempeña en una clínica privada de Capital Federal. Macarena presenta moretones en diversas partes del cuerpo y su mamá, Olga, una herida cortante en el cuero cabelludo.
Como mencionamos al comienzo, de acuerdo a la descripción realizada en sede policial, uno de los cacos era de contextura delgada, de 1,60 metros de altura, de test blanca pálido y tenía entre 20 y 30 años de edad. Vestía una campera o buzo de color claro y un cuello polar oscuro.
El otro, era más robusto, de estatura similar, tez trigueña, cara redonda, y con una edad aproximada de entre 25 a 35 años de edad. Llevaba ropas oscuras un gorro de lana del mismo tono.
Tras la denuncia, la policía comenzó este jueves una investigación para esclarecer el caso, caratulado como robo agravado.
