Prosiguiendo con el ciclo de medicinas complementarias, tuvo lugar hoy (23 de agosto) en la Biblioteca Capponi una charla de reiki a cargo de Mónica Dimaro, una de las primeras maestras de esa terapia en nuestra ciudad.
Mónica, en diálogo con LOBOS 24, manifestó: “Hace 20 años que estoy con el reiki, fui una de las tres primeras personas que se dedicó a esta disciplina. Y en estos 20 años se ha dado este ciclo de terapias complementarias, que me parece una excelente oportunidad de transmitir lo que hacemos a la comunidad y de darlo a conocer. Yo empecé practicando Yoga a los 18 años con Griselda Delfino, y a través de ella comencé con las Flores de Bach. Cuando ella falleció, yo estaba haciendo el instructorado de Yoga que me había quedado por la mitad, decidí retomarlo con otra profesora, y ella me dijo que me dedicara a cantar. Eso es su momento fue un golpe muy bajo para mi autoestima, pero lo entiendo como una forma que el Universo me pusiera una pared para seguir adelante con otro rumbo. Y cuando incursioné en el reiki me enamoré de esa terapia”.
“En esa época no había Internet, Google ni información, y yo compraba en el kiosco de Babino la revista “Uno mismo”, donde conocí a los referentes o profesionales, aunque al principio era pura intuición. Hice la maestría con Claudio Márquez, y ahí empecé este camino. El aprendizaje fue ameno, son talleres de un par de horas, es una técnica muy sencilla, y todo lo que vemos es energía, nosotros mismos irradiamos energía. Hoy en día se ha difundido bastante, y se trata del hecho de conectarse con el mundo interior ”.
Ante una pregunta que le hicimos, precisó: “La gente suele acercarse al reiki por problemas de salud o procesos internos, buscando encontrar caminos o respuestas que movilizan. Y yo si bien puedo explicar la técnica, la respuesta está dentro de uno. En la actualidad yo doy sesiones de reiki, y también dicto cursos de formación. Yo tardé cerca de 10 años en hacer la Maestría, comencé trabajando en el Centro de Jubilados de la calle Ratti, y pese a que mucho no se conocía en aquel entonces fue muy bien aceptado”.
Para concluir, nos comentó que: “Mi otra veta es la de cocinar, hago todo lo que deseo, tengo un trabajo formal, hago repostería, canto, y todo suma y multiplica siempre que lo hagas con el corazón”.