-Si se analiza el impacto fiscal en el trascurso de 2018, el cambio de movilidad significó una reducción de las jubilaciones, salario familiar, AUH y Pensiones No Contributivas de cerca de $55 mil millones-.
Los jubilados sufrirán una pérdida de poder adquisitivo casi el 4% durante el primer semestre del año, según se desprende de un informe que analiza la movilidad jubilatoria de marzo y junio frente a las proyecciones del índice de la inflación.
De acuerdo a las cifras del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la movilidad para la jubilación en marzo de 2019 alcanza 11,83%, mientras que la actualización jubilatoria en junio llega a 10,74%, lo que deriva en un total de 23,84%. Mientras que los valores inflacionarios del primer trimestre (14,11%), sumados a las proyecciones del segundo trimestre (11,51%), alcanzarían el 27,24%.
Las cifras, señaló el informe, “dan por tierra las menciones del Gobierno de la recuperación del poder adquisitivo de las jubilaciones en este período. Como mencionó CEPA ev varias oportunidades, la recuperación del poder adquisitivo dependía de la reducción de la inflación, cosa que en virtud de los datos actuales, no se produjo”.
Al término del primer semestre, comenzará la recta final de las elecciones presidenciales: el 11 se agosto se celebrarán las primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), rumbo a las generales del 27 de octubre.
Si se analiza el impacto fiscal de la medida en el trascurso de 2018, el cambio de movilidad significó una reducción de las jubilaciones, salario familiar, Asignación Universal por Hijo (AUH) y Pensiones No Contributivas (PNC) de cerca de $55 mil millones.
Desde el 2008, las jubilaciones y pensiones tenían por ley, un incremento garantizado dos veces por año, en marzo y septiembre, en base a un coeficiente que promediaba la variación de salarios de la economía con la variación de la recaudación tributaria semestral con un rezago de 6 a 12 meses.
A finales de 2017 el Gobierno propuso y logró la aprobación legislativa del cambio en la ley de movilidad jubilatoria. Esta nueva ley de actualización jubilatoria impuso una serie de modificaciones: el coeficiente de actualización pasó a estar compuesto un 70% por la variación del IPC oficial y un 30% la variación de los salarios. Asimismo, se pasó de 2 a 4 actualizaciones anuales.
El documento reseña que “la fórmula, que incluyó la variación salarial, perjudicó a los jubilados en casi 3,5 puntos”.
Si la movilidad se hubiese actualizado por inflación exclusivamente, las movilidades hubiesen alcanzado 14,11% y 11,51% en marzo y junio. En definitiva, en el semestre, la fórmula hizo perder a los jubilados $1.584 en los seis meses de vigencia. Y en aproximadamente un año y medio, la fórmula actual hizo perder $8.925 a los jubilados de la mínima, es decir, casi un mes de jubilación.
De esta manera, el Gobierno pudo avanzar en la «conformación de una agenda para la futura reforma de la seguridad social», como reza la memoria de lo realizado en el 2017 por la comisión. En línea con las propuestas del FMI, se modificó el denominado segundo pilar del nuevo régimen, la Pensión Universal para el Adulto Mayor, un beneficio de carácter no contributivo que aumentó la edad para la mujer a los 65, rebajó el haber mínimo garantizado a un 80% de la mínima y es incompatible con el derecho a otra pensión.