Los productos de la canasta escolar llegan este año con aumentos de hasta un 57% con respecto a 2016. Las mochilas, los cuadernos, los repuestos de hojas y los guardapolvos lideran el ranking de subas.
La realidad le sigue jugando una mala pasada al Gobierno nacional en su intención de “normalizar” los números de la economía argentina. A la inflación y la recesión que se palpan a diario en las calles del país, se le suman indicios de que será cada vez más difícil alcanzar el proyectado 17% anual para el índice inflacionario.
Ayer se pudo conocer que, a pocas semanas de comenzar las clases en todo el territorio argentino, los precios de los productos de la canasta escolar no paran de crecer, trepando de acuerdo a las diferentes ciudades hasta por encima del 57%. De los 11.000 artículos que componen el combo estudiantil, la mayoría ha sufrido aumentos que van más allá del 40%, mientras que solo una pequeña parte ha tenido subas menores a ese porcentaje.
Según advierten diferentes organizaciones de defensa del consumidor, los presupuestos familiares se verán seriamente dañados ya que, para conseguir una canasta completa, se necesitará contar con 3.800 pesos por chico, desacomodando cualquier clase de ahorro por parte de los jefes de familia.
Esta situación se agrava si se tiene en cuenta que los comerciantes estipulan que debido a estos aumentos la venta de artículos escolares caerá este año un 25% con respecto al año pasado, evidenciando una crisis que se prolonga en el tiempo y que el Gobierno no ha podido detener.
Valores desmedidos
Haciendo un promedio de precios con las principales librerías de la región, se pudieron constatar los importantes aumentos que han sufrido elementos esenciales para el desarrollo normal de los chicos en el ámbito escolar. El producto que más ha crecido en su valor son las mochilas con rueditas, que en 2016 se conseguían a $480 y que hoy están a $753, es decir, un incremento del 57%.
Idéntica situación se puede apreciar con el clásico repuesto para hojas de 480 unidades, que es un componente fundamental para el desenvolvimiento de los estudiantes. El año pasado esta mercadería se podía adquirir a $170, mientras que ahora no baja de los $265, lo cual marca un aumento del 56%.
Los cuadernos de tapa dura, que representan un artículo clave a la hora de aprender en las instituciones escolares, se compraban hace doce meses a $37. Sin embargo, hoy en los comercios su valor trepa hasta los $58, lo que evidencia que ha crecido un 55% de un año para el otro.
Con los guardapolvos sucede lo mismo, acrecentando su precio en un 54%, pasando en solo un año de $280 a $431. Otros productos sufrieron igual variante, como son los casos de las cartucheras y las lapiceras, que se incrementaron en la última temporada un 53%, pasando las primeras de $28 a $43, y las segundas de $11 a $17.
El pegamento cola creció en su importe un 51%, pasando de los $13 a $20, mientras que las clásicas gomas de borrar, que nunca faltan en el estuche de los alumnos, y las carpetas oficio con anillos sufrieron una suba del 50 por ciento, pasando de los 4 a los 6 pesos y de los 30 a los 45 pesos respectivamente.
Claros síntomas
Comerciantes consultados por este medio en su recorrido señalaron que un ejemplo evidente de la crisis que se vive hoy en la Argentina es que los consumidores se han volcado masivamente a segundas y terceras marcas, cuando años anteriores todos adquirían primeras marcas.
Otro dato clave que explican los dueños de las librerías es que la medida implementada por el Gobierno nacional de aumentar las compras en efectivo mermando las ventas que se hacen con tarjetas de crédito no ha hecho más que perjudicar el accionar de los comercios, ya que la gente no posee dinero en metálico, y lo que antes sacaba a crédito apelando a pagar poco durante los meses siguientes ahora ya no lo pueden tener más.
Todas estas acciones vienen llevándose adelante por parte de los jefes de familia para tratar de atenuar los altos costos que se dan en la totalidad de la canasta escolar. Esto, a su vez, se suma a los aumentos que sufrirán las matrículas y cuotas de los colegios privados para este año, los cuales rondarán entre el 25% y el 40% de acuerdo al establecimiento, generando que mandar a los chicos a la escuela se convierta en un verdadero suplicio para las familias argentinas.