- El proyecto de ley que contiene al plan educativo no menciona las altas capacidades.
- El Estado sigue sin atender a los estudiantes con alto potencial, a pesar de que la Ley Nacional de Educación los ampara.
- La falta de atención a sus necesidades educativas específicas provoca serios problemas de conducta, bullying, angustia y bajo rendimiento, entre otros inconvenientes.
Así como hay chicos con problemas de aprendizaje, existen otros (se estima que son el 15 % de la matrícula), que tienen una capacidad para asimilar conocimientos muy desarrollada. Estos niños con altas capacidades siguen siendo una deuda pendiente para el Estado y la sociedad argentina. Por lo menos, así lo evidencia una vez más, el proyecto de ley que contiene un Plan Maestro para la educación, que no hace referencia alguna a estos casos.
Los niños talentosos, precoces y superdotados alcanzan a más de un 15% de la población escolar, según los test estandarizados mundialmente. Los mitos instalados en la sociedad no permiten visualizar que se trata de estudiantes vulnerables y que precisan ayuda.
Según los especialistas, este grupo de niños necesitan una atención especial en el aula, como única forma de garantizar su pleno desarrollo y bienestar. En este sentido, en todo el mundo y en el artículo 93° de la ley Nacional de Educación, se indican como acciones a tomar la aceleración, el agrupamiento y la adecuación curricular. Pero en la Argentina, a pesar de que la legislación está vigente desde el 2006, no se cumple.
El proyecto que será enviado al Congreso menciona metas estratégicas, con el fin de mejorar sustancialmente la educación del país y dejar atrás los resultados negativos de la evaluación “Aprender”. Por ejemplo, en el apartado sobre la justificación del plan se señala que “en la actualidad, 5 de cada 10 estudiantes no finalizan la educación formal obligatoria”. Paradójicamente, la mitad de los niños con mayor potencial de nuestro país fracasan en la escuela.
“Los niños talentosos, precoces y superdotados no tienen lugar en la escuela. Aprenden de una forma diferente y necesitan un abordaje específico. Cuando eso no sucede es común que experimenten desmotivación, desgano, soledad y falta de identificación con sus pares, no logrando desarrollar hábitos de estudio necesarios para seguir avanzando en el ámbito educativo. Así se desperdician niños con gran potencial, que no logran desarrollar su talento/s y paradójicamente, fracasan, y no solo en lo académico”, menciona Laura Díz, miembro de la Comisión Directiva de Padres Embajadores ACI.
Pero además la falta de atención a sus necesidades específicas provoca serios problemas de conducta, bullying y diagnósticos erróneos, entre otros.
El desarrollo pleno de la persona es el objetivo de la enseñanza básica con todos los alumnos, sin discriminación.
Por lo tanto, aquellos alumnos que pueden desarrollarse más allá de lo que el sistema estándar ofrece, precisarán, lógicamente, de una oferta educativa diferente a la que no sólo tienen derecho por ley, sino que no proporcionársela sería incumplir con el espíritu básico de la educación.
Padres Embajadores ACI es un grupo de padres de todo el país unidos para la concientización y puesta en acción de medidas que contemplen las necesidades de estos estudiantes. Por eso, junto a otras organizaciones que trabajan por el mismo objetivo, se entregará un petitorio a las autoridades educativas para que incorporen las altas capacidades en el Plan Maestro.