-Luego de conocerse la inflación de noviembre con 3,2%, cuando se analiza en fino el comportamiento de los productos, la mercadería básica para la alimentación se encuentra muy por encima del nivel de alza de precios-.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) informó este jueves que la inflación en noviembre pasado fue del 3,2% y acumula en el año 43,9%. En ese aspecto, los alimentos y bebidas no alcohólicas exceden ampliamente el nivel de alza de precios. De esta manera, 2018 se perfila para ser un año récord y registrar la suba de precios más alta del Siglo XXI. El incremento de precios que las consultoras esperan para cuando termine diciembre está en la zona de 48%, o algo más incluso, con lo cual superará el 40,9% del 2002. Así, sería la más alta desde 1991, cuando terminó la hiperinflación.
Según el Indec los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron en los primeros 11 meses del año un 48,6%, casi 5 puntos por encima del nivel de inflación general y sólo superado por el rubro «Transporte» (subió 62,9% en el año).
El caso más sobresaliente es el de la harina que acumula un alza del 169,91% en lo que va del año. La disparada del precio de la harina desde que asumió Mauricio Macri la presidencia está directamente ligada a su decisión de eliminar las retenciones al trigo. Al hacerlo, Macri dolarizó el precio de la harina y la abrupta devaluación del peso frente al dólar registrada este año explica la disparada.
Los fideos subieron un 90,01% en el año y el pan francés un 75,90%, también afectados por la quita de retenciones al trigo, mientras que la docena de huevos subió un 84,06%. Los lácteos también registraron un aumento importante en las góndolas.
Por otra parte, las tasas de interés altas representaron un golpe duro para la actividad económica. Desde fines de agosto, cuando arreciaba la última corrida cambiaria fuerte, el Banco Central en ese momento encabezado por Luis Caputo decidió subir 15 puntos la tasa para tratar de amortiguar ese escape masivo a la moneda estadounidense, con la promesa de mantenerlo en un nivel mínimo de 60% hasta diciembre. La nueva conducción de la entidad central avanzó en perforar ese piso, hasta que en los últimos días se decidió reducirlas para permitir que no impacte en los créditos hipotecarios.