La Plaza de la Soberanía, ubicada en la Av. Alem, tiene una conformación muy particular, con un enorme mástil central, y abundante forestación. Dentro de los árboles que allí se encuentran, cuando se inauguró el predio hace casi 18 años, se plantaron cuatro abetos, cada uno de ellos en memoria de los lobenses caídos en la guerra. Por el paso del tiempo, dos de las especies se secaron, y hubo que buscar el suelo adecuado, y las indicaciones correctas, para lograr que ahora estos nuevos abetos honren la memoria de los soldados Azcárate y Echave (los otros dos árboles restantes crecieron sin mayores inconvenientes).
Valeria Ortigoza, Presidenta de la Biblioteca Héroes de Malvinas, expresó en el acto que tuvo lugar hoy: “Antes que nada, gracias por estar acá. Para quienes formamos parte de la Biblioteca y para la Agrupación de Veteranos de Malvinas de Lobos, es un día muy importante, del mismo modo que para las madres de nuestros héroes y sus familiares. Con la ayuda de Félix Zampelunghe pudimos reponer los abetos que se habían secado y que eran representativos de dos de los cuatro caídos en combate que tiene nuestra ciudad. Es un momento de una gran carga emotiva y no todos la sienten de la misma manera. Cuesta comprender el vacío y el dolor que sintieron estas madres al saber que sus hijos no iban a volver de Malvinas. Y por ello admiro la fortaleza y entereza con la cual siguieron adelante. Cuando un ser querido se va, es recordado por sus familiares, sus amigos, y en este caso los Soldados Azcárate, Bordón, Echave y Rodríguez son recordados por toda la comunidad lobense, además de sus afectos más cercanos. Nosotros tratamos día a día de mantener viva la memoria, y sé que muchas personas en diferentes lugares también lo hacen. Esta es una de las maneras que encontramos para recordarlos y honrarlos”.
Zampelunghe, por su parte, añadió: “Agradezco a todos los héroes de Malvinas que tenemos en Lobos, y que me dieron el espacio para poder honrar a los caídos. El significado de los abetos es un monumento viviente a alguien que uno admira, y que podemos ver crecer. Es una representación de alguien que quedó en Malvinas dejando lo máximo que tenía, que es su vida. Es habitual colocar un árbol en homenaje a una persona fallecida, yo espero que estos dos ejemplares “prendan” ahora, porque se secaron y eso nos motivó a reponerlos. Es un modo humilde de rendirles homenaje”.