Lobos 24 Un nuevo concepto en información
Noticias Relacionadas
Este fin de semana, en la sala del Teatro Parroquial, se dieron las últimas funciones de “Petacazo”, una divertida obra dirigida por Verónica Zugasti y protagonizada por Viviana Dabué y Andrea Viviana Barrera. Los espectadores se mostraron satisfechos con las actuaciones y la calidad de la puesta, la cual -según expresó su directora- se repondrá en cartelera el año próximo, con fecha aún a confirmar.
Con una duración aproximada de 50 minutos, la trama propone un abordaje entre los personajes donde la ironía, las promesas de cuidado que enmascaran avaricia, y de herencias que se disputan en vida suceden en un contexto de sonrisas dulces y palabras afiladas. El guion escrito por Zugasti se trata de una adaptación del cuento «El verde de botones forrados», de Roberto Fontanarrosa.
La escenografía no es muy recargada, y todos los muebles u objetos que aparecen en el escenario tienen una razón de ser, es decir que son funcionales a lo que la autora pretendió expresar en el libreto. Las actuaciones son sólidas y convincentes, y el público reaccionó con ovaciones y aplausos en reconocimiento a la calidad de las interpretaciones, que mantienen un gran nivel durante toda la pieza.
Se abordan situaciones con las que el espectador puede sentirse identificado, aun cuando no le hayan sucedido directamente. Cuando un familiar empeora de salud y se supone que fallecerá pronto, sus deudos comienzan a disputarse sus pertenencias y sus bienes más preciados, sin poder disimular su codicia. Los dos personajes plantean las tensiones que surgen entre una adulta mayor postrada en silla de ruedas (Susana) y su sobrina (Beba), con diálogos picantes que evidencian un interés material más que afectivo. Por supuesto, hasta los momentos más intensos transcurren en clave de comedia, con pinceladas de humor negro que son propias de los relatos de Fontanarrosa. Al igual que ocurre en la literatura del rosarino, el desarrollo de la obra se distingue por su fluidez y su ritmo sostenido.
De esta manera se van sumando interrogantes hacia la platea, las escenas se suceden con rapidez, y cada una de ella propone diferentes miradas sobre las relaciones humanas a partir de episodios mundanos y cotidianos. La mujer convaleciente termina siendo la que se debate en una lucha dialéctica ante la insistencia de su sobrina. Los absurdos giros diplomáticos que debe utilizar Susana para conseguir su objetivo se advierten en las instancias de mayor escalada verbal, lo cual hacen de esta pieza tan representación tan enternecedora como divertida. Hay una muy buena utilización de los recursos, sobre todo en la habilidad para tomar un rasgo y potenciarlo para generar una situación cómica. Si la realidad no pasara por el tamiz del humor, seguramente se convertiría en un drama, mucho más pesado de sobrellevar, y con otro abordaje totalmente diferente.
La repercusión que obtuvo Petacazo se suma a la gran movida teatral que tuvo Lobos este año, con los siguientes estrenos: “Tachas de buen metal” (Juani Lucesole), “Hasta el velorio que viene” (Guillermo Dinomo), y “Secretos Ocultos” (Dante Mazzeo). En resumen, una prolífica actividad que, por la cantidad de localidades vendidas, se estima que tendrá una continuidad en las salas teatrales locales durante 2026.
