
Un vecino de Monte que inició este año su producción de hongos comestibles en el barrio Cinco Montes acaba de cosechar ejemplares que miden casi 50 centímetros y pesan casi 600 gramos cada uno. Nico Biebel dio a conocer la novedad luego de varios días de esperar para cosechar los hongos de la variedad gírgola que tiene en un recinto especialmente acondicionado a ese fin.

“El clima manda. Al hongo le gustó salir y salió con todo”, resume Biebel, sobre las condiciones previas que produjeron estos ejemplares gourmet que comercializa en el pueblo y en toda la región y que llamaron la atención de productores no solo locales sino de otros lugares como Estados Unidos, desde donde le escriben para saber los secretos de sus hongos gigantes. “Me escribió un amigo desde Estados Unidos. Me dijo ´che, estuvimos acá viendo tus gírgolas con unos amigos queremos saber ¿cómo hiciste para que crezcan así de grande?´ Fue tema de conversación en California. No es común la gírgola tan grande”.
“A los hongos les gusta el clima húmedo, entre 90 y 95 de humedad. La sala de fructificación es un espacio que tiene aspersores que funcionan varias horas al día en distintos momentos para crear esas condiciones de humedad constante y también necesita luminosidad y que no sea cerrado y que pueda haber intercambio gaseoso. Entonces, lo que hizo que crezcan así de grandes, que es algo muy insólito, fue que el clima está totalmente saturado, la tierra está saturada de agua”, explica Nico, quien realiza envíos a domicilio de su producción.
Biebel utiliza el cultivo en bolsa. En su sala de fructificación ubicada a metros de su casa y acondicionada con una determinada humedad, inocula el sustrato que pende de la bolsa. La clave es mantener la humedad entre 90 y 95 de forma constante: el resto lo hace la naturaleza.
El emprendimiento de Nico se llama Girgomanía y se combina con su trabajo de director de Econautas, una editorial dedicada a la publicación de libros sobre sustentabilidad, ecología política, paradigmas emergentes y permacultura. “Nuestros libros hablan de crear otros mundos en este mundo: decrecimiento, economía, educación, filosofía, innovación”, dice él, que sin embargo diversifica esa tarea con la de productor de hongos. “Estoy evaluando la posibilidad de invertir en hacer más salas de fructificación y aumentar la producción. Pero bueno, es un contexto complicado”, dice.
Biebel lleva 15 años viviendo en Monte. Se construyó una casa de barro en Cinco Montes y allí produce sus súper hongos. “Monte está en una zona muy húmeda y eso es una ventaja comparativa respecto a otros cultivos. Entonces, ¿por qué no pensar en ampliar este tipo de cultivos en la zona y generar una nueva fuente de trabajo? La agroecología y el autoabastecimiento de los alimentos en el pueblo podría ser un eje de desarrollo y de trabajo local”, dice Biebel, quien en las elecciones de septiembre pasado fue candidato a concejal suplente por Fuerza Patria. Desde allí Nico intenta aportar esas ideas de autoproducción de alimentos naturales, libres de químicos nocivos para la salud humana y del ambiente y que generen también trabajo en el pueblo y en los pueblos vecinos.
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