Patricio Falvella, cicloviajero lobense, está recorriendo la Argentina desde el 23 de enero. Tal como él lo explicó en un grupo de Facebook, “la idea es unir los tres puntos de argentina (Misiones-Jujuy-Ushuaia) en estos momentos me encuentro en Las Flores, entre el martes y el miércoles voy a estar llegando a Rauch, si por alguna de esas casualidades en este grupo hay alguien de Rauch y si me puede dar un pedacito de patio se lo agradecería! ¡Próximo destino Tandil!”.
No es la primera vez que Patricio emprende una travesía de este tipo, ya ha visitado buena parte de Sudamérica en dos ruedas, y hasta escribió un libro, “Uniendo Sueños”, publicado por Editorial Luna de Marzo, en 2022. Y siempre que se lanza a la aventura, pide la colaboración de los campings o alojamientos de la zona en que se encuentra para que le permitan hospedarse sin cargo.
Patricio, entrevistado por LOBOS 24, nos comentó acerca de aquel periplo en el que recorrió 15.000 kilómetros a bordo de su bici: “El viaje empezó en septiembre de 2017, continué durante todo 2018, y recorrí Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador y Chile. Finalicé el 1° de mayo de 2019, y a los tres días ya me puse a escribir, sin saber que de todo eso iba a salir un futuro libro. Vi una publicidad de la Editorial, anoté el número, les presenté el proyecto para ver qué onda, si podía hacer una suerte de diario de viaje. En cada país que visité, la gente me recibió muy bien, es algo que quiero destacar porque se mostraron todos muy solidarios. Más de una vez les pedía un lugarcito en el patio para pernoctar y terminaba cenando con ellos. De todas maneras, no es que fui sin nada: Tenía un dinero ahorrado y me fui generando algunos ingresos durante la travesía vendiendo fotos de los paisajes, o bien trabajando con materiales reciclados”.
“Para mí, es fundamental que, si vas por la ruta, los autos o camiones te vean, de ahí la importancia de usar el chaleco, que lo llevo puesto siempre que salgo sin importar qué hora sea. Claro que hay rutas que casi no tienen banquina. Cuando me ha pasado eso, me hago a un costado y espero todo lo que sea necesario hasta que haya poco tránsito, tengo tiempo para seguir mi camino. Pero desde hace dos años empecé a intercalar la ruta con los caminos rurales, y si lográs hacerlo te sentís más tranquilo y seguro. Además, disfruto más el paisaje. Si vos vas por la cinta asfáltica, hay muchos animales muertos, ver eso no me gustaba para nada, todo lo contrario. Quería verlos con vida, en su hábitat. Por eso si elegís un camino rural, podés contemplar mucha fauna (…) Lo que me pasa a mí, es que me siento con otro ánimo. Si vas por caminos rurales, vas llevando el viaje de otra manera, tampoco tenés que mirar tanto el espejo para ver quién viene atrás. Eso te da la posibilidad de ver lo que encontrás a tu alrededor. Para evitar cualquier accidente, yo no voy escuchando música mientras ando en la bici: Tenés que agudizar el oído y estar atento”.
“Sigo usando mapas en papel, porque si recurrís a Google Maps, a veces no figuran o no aparecen. Me manejo un poco a la antigua, también llevo una brújula para orientarme. Por supuesto que le podés ir preguntando a algún baqueano cuál es el acceso o la cañada más conveniente”. Les deseamos al “Fatu” que el próximo ciclo lo encuentre pleno y feliz, pisteando por donde desee tener ese encuentro con sí mismo. Ha sido de esa manera como el lobense descubrió la tranquilidad y la paz que cada persona consigue visitando los confines que le depara su hoja de ruta, con actividades de lo más diversas.