Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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En la Biblioteca Capponi, se realizó una interesante charla sobre la historia Masonería en Lobos. Precisamente, el edificio donde actualmente funciona la institución, fue durante años el punto de reunión de una logia masónica.
El salón lució colmado, demostrando el interés que despierta esta temática, y las inquietudes de los asistentes, que querían indagar en los objetivos que persigue toda logia, cuáles son los requisitos para sumarse, y por qué su actividad no es difundida.
Con respecto a sus orígenes, datan de mediados del siglo XIX, y hay muchos nombres conocidos de la vida pueblerina, entre ellos ex Intendentes, que pertenecieron a esta organización. Existen muchos mitos y prejuicios en torno a la masonería, y lo cierto es que las personas que han ejercido como masones no suelen revelar esa condición. Aunque no está prohibido que lo digan, esa actividad se mantiene en reserva. Como bien lo definieron los disertantes, “no es secreta, pero sí discreta”. En varios casos la identidad de los ex masones sólo es divulgada cuando éstos ya han fallecido o bien con el consentimiento de sus familiares.
La charla estuvo a cargo de Juan Cisneros, quien es el coordinador de una logia que se está formando en nuestra ciudad, y Nicolás Salvi, miembro de la Gran Logia Masónica Argentina.
Juan Cisneros, en diálogo con los medios, precisó: “El Triángulo Unión de Lobos N° 12-14 organiza esta actividad, que es un primer encuentro abierto a la comunidad para contar la historia de la masonería en la ciudad, que es muy vasta. Que hayamos elegido este lugar no es casualidad, porque acá funcionó durante casi un siglo una logia. Hace un tiempo que se viene trabajando la idea, y ya está oficialmente funcionando el Triángulo. Hay mucho desconocimiento, quizás un poco de mito y de curiosidad, pero de eso se trata este conversatorio abierta a la comunidad. Oficialmente a partir de este año contamos con la personería jurídica y el reconocimiento de la Gran Logia Argentina. Nosotros lo que hicimos fue el relevantamiento de un Triángulo, que es una unidad básica de la formación de una logia, en su etapa embrionaria. Ahora tenemos que cumplir con una serie de requisitos para tener toda la conformación que hace a una logia. La Gran Logia Argentina es el organismo nacional que nuclea, organiza y regula a todas las logias que funcionan en el país. La masonería es abierta a cualquier hombre libre y de buenas costumbres. Hace ya unos cuantos años que hay una apertura muy importante, y ello propicia la participación de los jóvenes. La masonería siempre tuvo un gran componente político y social, y en ciertas ocasiones sus miembros fueron perseguidos, y ese factor obligaba al secretismo”.
En tanto que Nicolás Salvi, consejero de la Logia de Libres y Aceptados Masones, añadió: “Mi función es coordinar las actividades en las provincias de Buenos Aires y La Pampa. La realidad es que la masonería es una institución que durante muchos años fue perseguida por gobiernos autoritarios o dictatoriales, por eso la masonería tuvo que esconderse y ser secreta. Hoy nosotros decimos que es discreta porque ya no tiene más nada que esconder sino mucho que demostrar a la sociedad, por eso la masonería viene y se abre en cada punto del país. La base de la actividad masónica está centrada en el ser humano, en el mejoramiento constante de la persona, de sus aptitudes morales, éticas, en pos de una sociedad más justa. La masonería no actúa directamente en política, sino que lo hace a través de las personas que participan en ella. Tenemos dirigentes que están en todo el arco político, social y cultural, y la masonería es un lugar de encuentro. Hoy existen más de 600 logias en todo el país, como así también triángulos, que es un armado inferior a una logia que está en progreso para convertirse en ella. Uno de los principios de la masonería es el libre pensamiento, y no existe ningún enfrentamiento con la Iglesia, de hecho ha habido hasta Papas que fueron masones”.
“A nosotros siempre nos gusta comenzar una charla de una manera distinta, y es preguntando al auditorio qué saben de masonería, qué les pasa cuando escuchan esa palabra, pero en esta ocasión vamos a arrancar de otra manera, porque vamos a conocer en profundidad la relación entre la masonería y la comunidad de Lobos”, enfatizó Salvi.
Ya durante su exposición ante el público, Cisneros y Salvi expresaron: “Es muy importante poder estar hoy aquí teniendo esta charla, en este lugar donde hace muchos años funcionó una logia masónica, y esta disertación tiene un componente especial. La historia de la masonería y su influencia de los ámbitos sociales es conocida, pero a veces en los pueblos no se conocen tanto los nombres de quienes la han integrado. Acá en Lobos la logia estuvo operativa hasta 1930 aproximadamente, y luego tuvo una segunda etapa en la década del ’70, que fue mucho más breve. En el primer período, consultando los archivos, se constituyó a partir de 1897, fue una logia bastante importante en la zona, llegando a tener 45 miembros regulares, lo cual para la población que tenía Lobos en ese momento es una cifra significativa. En los archivos figura como Asociación Masónica Unión de Lobos. En 1940 la logia ya había dejado de operar, se canceló la personería jurídica, y años después la Provincia expropió este edificio a Severo Mársico, quien era el propietario del mismo, y fue entregado a la Municipalidad”.
“En 1970 hubo un segundo intento de refundar la logia, de un levantamiento de columnas como lo llamamos nosotros, y lo que la Gran Logia aconsejó es que el cuerpo que se estaba formando tomara contacto con las autoridades de la Biblioteca para ver si se podía actuar de forma conjunta. Rastreando en los archivos, entre los miembros ilustres encontramos varios apellidos ligados a la vida social y política de Lobos: Pedro Casaux, Domingo Bianchi, José Del Buono, Carlos Valsechi, Esteban Cattáneo, José Fortunato, Miguel Fortunato, Hipólito Olano, Francisco Villanueva, Juan Erriest, Francisco Olano, Angel Logarzo, Nicolás Mastropietro, Fortunato Díaz, Pedro Cóccaro, Enrique Ratti, Severo Mársico, Omar Alcides Blasco”.
Ante una consulta, destacaron que las mujeres pueden ser admitidas a la masonería, pero desarrollan su labor en una rama separada de los hombres. No se necesitan estudios universitarios o de posgrado para ser miembro, y los integrantes abonan una contribución mensual similar a la de muchas asociaciones civiles. Los objetivos de la masonería son contribuir al desarrollo de la comunidad con actividades benéficas o filantrópicas.
