Elbio Rubano (44) es Profesor de Educación Física, personal trainer, y propietario del gimnasio Mega Complejo, ubicado en la calle Ayacucho 41. En diálogo con el periodista Patricio Contrera para el ciclo televisivo Café Doble, nos trazó una reseña de su vida y de lo que significa estar a cargo de un establecimiento de entrenamiento físico.
En primera instancia, el invitado advirtió sobre los errores que se cometen al adoptar hábitos promovidos por las redes sociales: “Lamentablemente los tiempos actuales no son aquellos en los que uno creció, donde el conocimiento venía impartido de gente a la que uno respetaba. Había un profesor, un referente, que sabía con conceptos, estudios, títulos, prestigio, y de esa manera uno aprendía de la fuente a la cual también admiraba. Los tiempos modernos hicieron que tal vez cualquiera pueda brindar conocimientos y la gente ya no busca el currículum o los antecedentes sino la información en sí, en muchos casos la que se presenta de un modo más llamativo o atractivo en las redes sociales. En ellas cualquier persona con escasas credenciales avaladas puede brindarte su opinión y otra tomarla como una ciencia exacta y repetir esas indicaciones. Nos venden la creencia de que todo tiene que ser rápido y fácil, y no es así. Quienes estamos en el tema del entrenamiento y somos profesores de educación física, sabe que lo primero que nos enseñan es a hacer docencia. Para eso debemos enseñar con criterios, de acuerdo a cada persona y con mucha responsabilidad, porque lo que uno dice es como si lo dijera un médico. Se confía en esa persona. Un profesor es un docente que pone en juego su palabra al darte un consejo, una recomendación o una guía. Cuando un adolescente o un joven busca esos consejos en una red social, no busca que sea un referente de calidad y reconocido. Cualquier persona por el sólo hecho de tener un buen físico parece tener las credenciales para aconsejar, pero eso no significa que sea responsable de lo que está diciendo”.
“Por eso a cada persona le preguntamos por qué querés venir al gimnasio, cuáles son tus objetivos, qué querés conseguir, y en base a lo que el interesado nos diga, vamos guiándolo profesionalmente. En Mega nos manejamos así, tenemos una charla con la persona que quiere comenzar, pero después hay que guiarla. Siempre se le trata de inculcar a la gente que sean reales en cuanto a los objetivos. Ninguno es a corto plazo, y no se pueden alentar falsas expectativas en el entrenamiento. Estamos por comenzar el mes de la primavera y es la temporada alta, porque todos empiezan el gimnasio para llegar bien para el verano. Y en 3 o 4 meses, es imposible que lleguemos bien. Puede haber un avance, pero no al nivel que espera el cliente. No hay recetas mágicas, el camino se hace de menor a mayor”, subrayó.
Explicó asimismo que: “Han surgido diferentes tendencias en los últimos años, pero el entrenamiento físico que va a estar siempre es la musculación, con aparatos y pesas. El entrenamiento funcional implica un enfoque más amplio, para que te sirva de todo en la vida. Es más aeróbico, más cardio, más divertido. En la musculación lo fundamental es manejarse en función a rutinas. La alimentación es lo más importante para cualquier cosa de la vida. Comer bien es importante para la salud aunque no se haga ejercicio, más aún si se busca conseguir un resultado estético”.
Si bien Elbio no es nutricionista, brinda consejos sobre alimentación a quienes concurren a su gimnasio, y así lo explicó en el transcurso del programa: “Nosotros en el gym siempre orientamos nutricionalmente a los clientes y lo hacemos sin cargo, por el mismo valor de la cuota. Las enfermedades surgen en muchos casos por el sedentarismo y la mala alimentación. Un exceso de consumo de hidratos de carbono y azúcares. Lo que manejamos es la que se conoce como Dieta del Paleolítico, que era lo que comía antes de la Modernidad. El hombre salía a cazar, comía carne, frutos, raíces, hierbas… Luego de la Segunda Guerra Mundial aparecen los norteamericanos que crearon la venta de alimentos como negocio, entre ellos los cereales y azúcares. Te llena la panza pero no te nutre para nada. Es una cuestión comercial. Cuando vos comprás cualquier cosa para comer, no necesariamente significa que te alimente. Hay muchos comestibles que están modificados genéticamente y que no son naturales, modificados para que duren más. La fibra es buena, pero depende de dónde la sacás. La verdura de hoja es muy buena. Y en cuanto a la nutrición, hay diferentes escuelas, como la psicología. La vida moderna hizo que nuestros hábitos cambien porque no le dedicamos tiempo a la alimentación, vivimos muy apurados, y no dedicamos tiempo para alimentarnos bien. La idea es utilizar los hidratos de carbono, sí, pero obtenerlos de otro lado, como sucede con las verduras o las legumbres. Los turrones, las barritas de cereal, no son recomendables desde mi punto de vista. Nos acostumbramos a consumir lo que el mercado nos dice porque en apariencia es más rico”.
Y sobre sus comienzos, recordó: “Inicialmente, cuando salí del Secundario quería ser médico pediatra. Intenté, probé, no pude porque eran muchos conocimientos que debía asimilar un corto tiempo, y por ahí a veces salís del secundario sin el nivel que requiere la Facultad. Así estuve un año. Y decidí irme por mi primera pasión, que siempre fue el deporte. Hice fútbol toda la infancia, atletismo, nos exigíamos mucho aunque fuésemos amateur. Uno ama el deporte y siempre quería ver hasta dónde podía llegar. Yo admiraba mucho a mi profesor de Educación Física, que era Mario Adobatto, y en esa época creo que había más respeto hacia los docentes, el profesor era un emblema, una autoridad. Además imagínate que el profe es el dueño de la pelota, el que tiene las llaves del cuartito donde está guardado todo, entonces para alguien a quien le gusta el deporte, no hay nada mejor que eso. Decidí continuar con la carrera de Educación Física, hice el profesorado en Las Heras, era muy flaquito porque venía del atletismo, y para tener mayor musculación me anoté en el gimnasio que tenía José Falcetelli, Bio System. Pensé que necesitaría un mayor rendimiento físico si iba a seguir esa carrera. A la vez que entrenaba quería conocer lo que hacía, y compraba las revistas porque todavía no había Internet. Luego José cerró el gimnasio, y cuando estaba en tercer año del profesorado decidí abrir el mío. Me animé a hacerlo mientras me seguía preparando, arranqué el emprendimiento desde cero, y con muchas expectativas. Cuando uno es joven piensa que se va a comer el mundo, y después descubre que la realidad es otra”.
“Lobos, comparado con muchas ciudades vecinas, es muy activo, no tenemos tanto sedentarismo. Hay muchos gimnasios y espacios verdes. Yo he dado cursos en otras localidades y se nota que no hay tantos lugares para entrenarse, o bien hay poca cultura de gimnasio. Aquí hay una gran variedad de negocios, somos como Capital pero a pequeña escala, y es algo que a veces no valoramos”, remarcó Rubano, en esta síntesis de la entrevista que la audiencia podrá ver esta noche a las 22 hs por el canal 8 de la señal de Lobos Digital.