El Licenciado Guillermo Sperr, flamante Director del Hospital Zonal de Lobos, concedió una entrevista a LOBOS 24, en la cual habló de todo. No dejó ninguna pregunta sin responder y aportó una mirada amplia de la contención que debe recibir aquel vecino que necesita de atención médica. Publicamos aquí una síntesis del reportaje
LOBOS 24: ¿Qué desafío representa para usted ser Director del Hospital? ¿Extraña un poco su cargo anterior en el Hospital Dardo Rocha?
Guillermo Sperr: La verdad es que sí, se extraña el Hospital donde ejercía funciones, sobre todo porque me formé mucho en salud mental y pude consolidarme en el Dardo Rocha. Es un nosocomio monovalente, tiene esa característica. Eso significa que son cerrados, pero están en un proceso de transformación para brindar un modelo de atención comunitaria como hospitales abiertos. Venirme de allá con algunos procesos iniciados y sin poder ver la finalización de ellos, pensándolo desde este punto de vista, me deja la sensación de que me hubiera gustado continuar. Pero cuando uno asume la función pública, sabe que debe ir adonde lo necesitan. Cuando el Dr. Maximiliano Mulassi dejó la Dirección el año pasado, Juan Pablo (Belardi) asumió la responsabilidad de llevar adelante la gestión del Hospital, con el acompañamiento del Dr. Fabián Arrizurieta, que no está nombrado en la Dirección pero sí le ha puesto todo el empeño y el corazón para acompañar la gestión y lograr una mejor salud pública para los pacientes.
Con Juan Pablo y con Maxi hemos conversado varias veces, en el caso de Juan Pablo por ahí un poco más por compañerismo político y por pertenecer al mismo espacio. Yo vengo a sumarme a una gestión que iniciaron ellos dos durante la pandemia, se hicieron cargo del Hospital en un momento muy complicado, y llevaron adelante la conducción de un modo excepcional. Mi intención es replicar esa forma de pensar el Hospital, obviamente con una impronta personal que tiene que ver con mi formación y mis puntos de vista.
¿Qué rol ocupa ahora el Dr. Arrizurieta?
Fabián en un asesor que nos está dando una mano de poder pensar el Hospital desde la clave médica. Yo soy psicólogo y Licenciado en Enfermería, Juan Pablo es odontólogo, por ese motivo es importante que Fabián haga su aporte basado en su experiencia para ayudarnos a pensar desde la lógica de lo médico. El desafío es inmenso, más aún teniendo en cuenta que el Hospital entra en un proceso de transformación de modelo de cuidado, que se llama cuidados progresivos. La tendencia es ir hacia una unificación de los servicios en función de la complejidad de los pacientes, y que haya una mayor articulación entre todos ellos. Por ejemplo, la sala de Cirugía podría albergar a pacientes de cuidados intermedios o de baja complejidad.
Dentro de su especialidad, que es la salud mental, ¿qué perfil o impronta le gustaría darle a dicho servicio?
En principio, cada problemática tiene un abordaje particular según el cuadro que presente el paciente. Pero aunque vos tengas el mismo diagnóstico que otra persona, cada caso es distinto, porque se cuentan con diferentes recursos sociales, más alternativas para acceder a la medicación… En salud mental, el abordaje debe ser pensado como un dispositivo individual, que está armado para vos como paciente, priorizando que puedas desarrollar tu vida en comunidad y puedas atenderte en el Hospital cada vez que lo necesites de acuerdo con tu problemática. Habrá casos de pacientes ambulatorios y otros que requerirán internación.
¿Hay muchos prejuicios respecto a las personas que tienen este tipo de problemáticas?
Desde mi perspectiva y de lo que dice la literatura, el diagnóstico en salud mental es un estigma. Te pueden poner que tenés esquizofrenia, bipolaridad, o lo que fuere. Son rótulos, pero lo más preocupante que cuando el propio paciente se cree que es “eso”. El prejuicio social está determinado por cómo esa persona es recibida en la comunidad. La mayoría de nosotros hemos tenido ataques de angustia, crisis de pánico, insomnio, nadie está exento, son infinidades de problemáticas. La salud mental es transversal a todos los grupos etarios y a todas las poblaciones, no importan las clases sociales. Antes estaba mal visto la persona que se hacía atender por esos motivos, lo que sigue costando es que el paciente pueda expresarse cuando está atravesando una problemática compleja, porque hay diagnósticos que tienen una carga simbólica y social muy grande. Yo diría que hoy lo que está más estigmatizado son las problemáticas de consumo de sustancias. En general, el sistema se resiste a atender a esas personas y quedan excluidas.
¿Por qué sucede esto que Ud. menciona?
Bueno, es un problema cultural. Hay una predisposición diferente del sistema sanitario con respecto a los casos de adicciones, pero es algo que se está trabajando para lograr una mayor apertura. También la persona que padece esta problemática queda autocensurada, porque se necesita mucha voluntad para acudir a un profesional ante una situación de consumo.
¿El Hospital sigue recibiendo los insumos con normalidad?
Estamos en la misma situación que el resto de los centros asistenciales del país. Hay una disparada de precios y una inflación que provoca un aumento en los costos. Esto repercute en los insumos descartables y en los medicamentos. Pero en general estamos bien, porque el hospital está generando redes de contención con otros de localidades vecinas, que nos pueden facilitar la medicación que necesitamos para un paciente o bien nosotros se la podemos brindar a ellos. El sistema de salud de PBA se piensa como una red que articula todos los servicios. Tiene que haber otro efector que cuenta con esa medicación o con ese servicio para poder dar una respuesta rápida. Este nuevo enfoque arrancó con la pandemia, en nuestra región sanitaria hay tres hospitales provinciales, y lo que se busca es que este reordenamiento u organización permita dar respuesta los problemas de salud de la población.
Hay un proyecto para centralizar la admisión y los turnos. ¿Qué nos puede precisar al respecto?
Lo que nos piden desde Región Sanitaria pero también desde el Ministerio, es una agenda centralizada de turnos, para ello se requiere armar en todos los hospitales un servicio de admisión que se encargue de la gestión del paciente desde que ingresa a la institución, su tránsito dentro del hospital hasta que sale y es derivado, o vuelve a su domicilio. Por eso el proyecto que tenemos es juntar la admisión y los turnos, para que el paciente no tenga que deambular por el hospital yendo de la turnera a Admisión, o al revés. Queremos implementar ese mecanismo para que la persona que necesite ser atendida se lleve una respuesta desde el hospital para saber adónde tiene que ir a buscar la especialidad que necesite.
Con Juan Pablo y con Maxi hay una buena relación por lo que dice, predomina el diálogo. Eso es positivo.
En realidad yo vengo a trabajar, a sumarme a un equipo, no estoy ocupando este cargo para generar fracturas, todo lo contrario. Voy a tratar de construir, es mi forma de ser, no lo hago por vanidad o por una cuestión personal, sino por una idea de política sanitaria que yo particularmente defiendo. Se trata de garantizar el acceso a la salud de todos los vecinos de Lobos y en eso estamos de acuerdo todos los trabajadores del Hospital. Hay que generar las condiciones para que nos acompañen en este proceso. Estoy convencido de que lo vamos a lograr. Todavía no pude recorrer todos los servicios, pero dentro de dos meses ya tendremos los lineamientos de un proyecto sobre el cual trabajar a partir de 2025.