La Orquesta Escuela Municipal, que dirige el Prof. Lucio Leiva, festejará a pleno y con legítimo orgullo, su 15° aniversario en la comunidad lobense. Será en el CEC 801, entidad educativa que la vio nacer, pero aún no hay una fecha confirmada. Lo que sí podemos mencionar sin temor a equivocarnos, es que Lucio tiene una visión muy amplia de lo que significa su trabajo, que no se limita solamente a lo musical, sino que tiene un carácter formativo a otro nivel, como se verá a continuación.
Sostuvo Leiva que: “Desde nuestra creación, durante todo este tiempo, han pasado innumerables alumnos. Cuando empezó el proyecto, teníamos un límite de matrícula de 60 chicos, pero entre las diversas sedes de Lobos donde estamos trabajando, hemos logrado duplicar esa cifra. El CEC 801 fue el primer lugar donde comenzamos a funcionar, y a título personal representa mucho que nos hayan abierto las puertas como lo hicieron en aquella oportunidad. Porque es algo mucho más abarcativo que aprender música; se trata contribuir modestamente a la concreción de un proyecto de vida. La que dio el puntapié inicial fue Yésica López, actual docente de la Orquesta, fue la inspiración para otros integrantes decidieran ese camino, lo cual es una para mí representa una gran satisfacción como Director”.
“Por supuesto, siempre hay un recambio. Pudimos tener una estabilidad alrededor del 2015, considerando que nuestra franja etaria es hasta los 18 años. Por cada año, hay alrededor de un 50 % de nuevos inscriptos, porque el resto continúa hasta que cumple con el tope de la edad establecida. Hasta el día de hoy hay adolescentes o incluso adultos que me saludan y que ni siquiera reconozco a primera vista, pero cuando me dicen “profe”, sé que es porque han pasado por la Escuela Orquesta. Y tenemos muchos jóvenes que ya han iniciado el proceso de estudiar en un Conservatorio como el “Astor Piazzolla”, quienes sin lugar a dudas serán los que tomarán la posta en un futuro. Tengo la tranquilidad de afirmar que todos los que han pasado en estos 15 años, algo han aprendido, más allá de lo estrictamente musical, porque lo que más importa es lo lúdico. Es decir, la interacción entre el individuo y lo colectivo. No puede haber uno sin cooperar o ayudar de alguna manera al otro, más en estos momentos que estamos hablando de las individualidades plenas”, subrayó el docente en diálogo con LOBOS 24.
Y nos anticipó que: “la próxima presentación que tenemos prevista es para el viernes 10 de mayo, en el marco del aniversario de la Academia de Italiano Leonardo Da Vinci que dirige Carlas Raschia, y será precisamente en el Teatro Italiano, estará El Napo también, y habrá varias sorpresas más. También estaremos participando de la fiesta de Acuyai, que creo que es en junio. Hay muchas ideas, como un concierto de disfraces que propusieron los alumnos y posiblemente se hará en la Escuela Primaria N° 1”.
Ante una pregunta de este cronista, sostuvo el entrevistado que “el hecho de aprender a tocar un instrumento te permite componer música, pero no es taxativo. Pero también conozco compositores que lo hacen desde una computadora, y no se dedican específicamente a tocar un instrumento, cualquiera que fuere. Siempre consideré que tiene que haber un equilibrio entre lo dionisíaco y lo apolíneo, para mí es positivo que los chicos aprendan en función a lo que les gusta tocar. Y no todos tienen la habilitad para ejecutar un violín, por ejemplo, pero pese a ello tiene una gran memoria musical. Un escritor o un músico, ejerce su arte pensando muchas veces en un público determinado, pero puede trascender o no más allá de sus expectativas. El arte muere si no se comparte o se difunde, al menos para mí. Es parecido a lo que decía Walter Benjamin, ¿no? Acerca del “lector hipotético”, en toda obra tiene que haber un interlocutor, alguien que reciba ese mensaje y lo reconstruya, que le cree su propio sentido. También es cierto que no se puede denigrar a algo que tiene éxito comercial sólo por ese motivo, hay cosas muy buenas y de gran vuelo artístico. En el rock, en bandas que se formaron específicamente para vender o hacer plata, y sin embargo trascienden por la calidad que tienen. Hoy por hoy, mayoritariamente es la “venta” de una rebeldía con cierta limitación. Lo mismo cabe para el cine. Y no deja de ser verdad, que cuando encontrás la fórmula para hacer algo que venda, aparecen 100 bandas o películas haciendo lo mismo. Pero lo que más me preocupa es la oferta y la demanda, más allá del objeto que se vende en sí mismo”.
“El arte, intrínsecamente, cumple una función social, de generar algún tipo de conciencia, entonces si en las radios siempre suena o se proyecta lo mismo, se alcanza ese objetivo, que es la necesidad de una demanda en términos comerciales (…) Lo fundamental, en lo que a mí respecta, es impulsar el proyecto que apunte a la inserción social”, puntualizó Leiva.