Días atrás, en la vecina localidad de Monte, se dio una situación muy tensa cuando una mujer se disponía a subir a un colectivo. En primera instancia, lo que se puede advertir es que «exige» al resto de los pasajeros que le abonen el costo del boleto, y los increpa por -supuestamente- haber votado a Milei. Durante todo ese tiempo, puede verse que la gente que se encontraba sentada evita polemizar o discutir con la joven, quien continúa reclamando que alguien le pague el pasaje, lo cual finalmente consigue. Una señora mayor le recrimina que tanto a ella como a los demás que van a bordo del colectivo los filmen sin su consentimiento, pero esta persona simplemente le responde «es mi forma», y la secuencia sigue con una polémica que instala ella misma, sobre quiénes votaron o no al actual Presidente.
Un momento incómodo, más allá de los argumentos que cada uno pueda esgrimir, por varios motivos: En primer lugar, nadie está obligado a pagarle el boleto de la SUBE a un tercero que ni siquiera conoce, ni a dar su dinero. Y en segundo lugar, el tono violento y agresivo que emplea la mujer que difundió el video es totalmente innecesario, sobre todo para los pasajeros que -pese a todo -evitaron confrontar para que la discusión no entrara en una escalada aún mayor. Pero está claro que el chofer debería haber intervenido, y no permitir que se diera este episodio.