Los ánimos están muy caldeados entre los vecinos de Villa Logüercio, desde hace tiempo, pero ahora parece que están dispuestos a movilizarse, sobre todo aquellos que tienen comercios a la vera de la Av. Costanera al afirmar que sus ventas mermaron considerablemente. Como se recordará, desde el Municipio se dijo en su momento que la Provincia no había enviado los fondos para la terminación de la obra, razón por la cual permaneció paralizada. La única forma de ingresar es por un desvío en la Calle 1, ya que se colocaron montículos de tierra para evitar el tránsito donde está el asfalto que actualmente ESTÁ TERMINADO pero pese a ello, la libre circulación sigue en “stand by”. Desde agosto del año pasado, no hubo avances significativos, y ello ha sigue trayendo aparejados innumerables problemas, principalmente en el transporte público ya el colectivo se ve imposibilitado de hacer el trayecto completo. Por otra parte, cualquier visitante que desconoce esta situación y que decide viajar en auto, se encontrará con que se carece de señalización adecuada, lo cual –como es lógico suponer- genera malestar inclusive antes de ingresar al mayor atractivo turístico que tiene nuestra ciudad. Vale decir, que cualquier viajero que llega, ya lo hace mal predispuesto y con malhumor por este contratiempo de larga data.
Otro tema son los baños de la Costanera Municipal, que más allá de lo que digan algunos funcionarios, deben estar en condiciones aceptables para que cualquier persona pueda higienizarse. Hemos recibido numerosas quejas por ese motivo. Sería bueno que algunos de los que hacen declaraciones desmintiendo esta negligencia, concurran «in situ» para constatar que lo que manifiestan los lugareños es real.
En mayo de 2019, en plena campaña electoral para su segundo mandato, el actual Intendente anunció la pavimentación con hormigón de la citada arteria. Claro que faltaba un tramo de 100 metros, como hemos mencionado. Los años fueron pasando, y todo sigue igual aun cuando en teoría se logró la finalización. Es más: En aquella oportunidad se invitó a los medios de prensa a visitar la obra para hacer una recorrida, y los vecinos de la zona (en su mayoría de la Junta de Fomento), también participaron de la misma, mostrando su conformidad por un gran anhelo que –justo es decirlo- llevaba varias décadas sin dotar de progreso a la calle que bordea el espejo de agua. Podríamos agregar que si nos remontamos a la primera gestión de Etcheverry, cuando se construyó el terraplén, cosechó unánimes críticas tanto del Club de Pesca como de otras instituciones que hicieron públicas las falencias existentes.
De manera que aquí clima optimista de 2019, ha dado un giro de 180 grados desde que comenzaron a aparecer las complicaciones que mencionamos más arriba. Y a decir verdad, a la gente no le importa quién es el responsable de esta desidia, sólo esperan una solución a corto plazo para que el tránsito fluya normalmente, ya que es evidente que en estas condiciones se vuelve insostenible en todo sentido.