Este fin de semana, en la Biblioteca Capponi, se inauguró la muestra de arte de la Prof. Milagros Borasit y sus alumnos, con una historia de por medio que es muy interesante para contar y difundir.
Sobre cómo ha sido el balance de este ciclo, Milagros expresó: “Por suerte he tenido varios alumnos durante este año, y aunque no expusieron todos, el trabajo que han hecho es muy satisfactorio. En cuanto a las edades, los más pequeños tienen 10 años, y dibujamos mucho, quizás otros talleres se dedican más específicamente a la pintura. También pintamos, por supuesto, pero nos enfocamos mucho en el hecho de dibujar. Hay mucha variedad en los colores, lo cual tiene que ver con el gusto personal de cada uno, pero están muy influenciados por el animé y ese tipo de personajes”
Agregó que: “Yo traje dos obras mías, porque me enfoqué más en los alumnos, y no tuve demasiado tiempo como para emprender alguna creación nueva. Inclusive estos cuadros están sin terminar, pero me gustó la idea de traerlos igual. Uno de ellos la empecé a hacer en Rock al Parque, donde participamos varios artistas que estuvimos pintando en vivo en aquella ocasión, utilizando acrílico. Vamos a continuar con el taller aquí en la Biblioteca en enero, pero seguramente se modificarán los horarios por el verano, llegado el momento lo vamos a difundir. Es una clase por semana, porque tengo tres grupos, según las edades que tengan, pero el más numeroso es que grupo de niños.
“EL ROSTRO DEL ALZHEIMER”, UN ESPACIO CREATIVO NOTABLE
Es de destacar el caso de una alumna de Milagros, la Sra. Marciana Esther Benítez, quien tomó clases con un objetivo prioritario para ella, como se verá a continuación. “Me dediqué mucho en lo que es el rostro del Alzehimer, debido a una experiencia que tuve con mi mamá, María del Carmen Caffaro, que hace poco tiempo falleció, ella estuvo 30 años trabajando en el Hospital de Lobos. A los 6 meses de jubilarse contrajo la enfermedad, y en la última etapa de su vida tuvimos que internarla, lamentablemente, pese a que yo la iba a visitar todos los días. No pude hacerle un retrato en su momento, y esto es un homenaje a ella”. Se trata de una serie de dibujos hechos a lápiz, que inmediatamente despiertan varias sensaciones en cualquiera que las observa, conociendo la historia detrás de estas obras.
Añadió Benítez, que: “También tiene que ver con el acompañamiento de la familia con la persona que padece esta enfermedad. La verdad es que pude hacer esto con mucha ayuda de Milagros, y en cada dibujo se traté de plasmar desde que mi mamá estaba bien de salud, hasta su muerte. Yo me quedé con el abrazo y el beso que me dio cuando ya estaba por partir, y por eso considero que el apoyo familiar es muy importante, como ha sido el caso de sus nietos. Siento que el hecho de concentrarme en estos dibujos e ilustraciones me permitió sobrellevar mejor todo el proceso posterior, el duelo, le propuse a Milagros trabajar en función a estas vivencias, y ella desde el primer momento aceptó».
“Empecé este año en el taller, pienso que progresé bastante, pero habiendo logrado esto, ahora quiero continuar en 2024, y poder pintar o dibujar sobre otros motivos. Soy oriunda de Navarro, pero hace 4 años ya que estamos radicados en Lobos. Al principio a uno le cuesta aceptar que un ser querido tiene Alzheimer, pero es un proceso de caerse y levantarse, tratar de entender lo que le está pasando a esa persona. Todavía es muy reciente para mí, no pude hacer esto con ella en vida, pero lo logré hoy. Desde un principio tuve en claro qué nombre quería darle a esta muestra, y tengo la tranquilidad de haber hecho todo lo que estaba a mi alcance por mi madre”, sostuvo la artista que sorprendió con su talento, abordando asimismo un temática que se permitió canalizar el dolor a través de su propia creatividad y experiencia de que le tocó afrontar. Un espacio que, sin duda alguna, vale la pena visitar.