Lucho Sanguinetti (24) es un joven lobense que siempre tuvo vocación de progresar. Pertenece a una familia de 8 hermanos. A los 13 años comenzó a trabajar de albañil, también lo hizo en una carnicería, luego fue repositor, y actualmente es empleado de un supermercado. Las horas de trabajo no le permitieron terminar el Secundario, por ese motivo tuvo que dejar sus estudios que ya retomó dentro del Plan FINES. Esta semana participó del programa de TV “Café Doble”, que conduce el periodista Patricio Contrera, y en esta nota de LOBOS 24 reproducimos parte de la entrevista en la cual aceptó hablar con total sinceridad.
Dijo Lucho, en los primeros minutos de la charla, que: “Con el rap empecé de chico, en el barrio, un poco escondido porque era un género que estaba muy denigrado, había gente que pensaba se basaba sólo en un vocabulario vulgar o explícito. Todo comenzó escribiendo rimas y después les fui dando forma de canciones que contaran una historia, hubo situaciones en las que me sentí mal y me sirvió para descargarme. Para cantar buscaba pistas o bases en You Tube, trabajaba sobre eso y se las mostraba a mis amigos, compañeros, y a mi familia, por supuesto. A través del rap puedo expresarme románticamente o en algunos casos con melancolía. En el caso del reguetón es distinto, no sólo en las letras que uso, sino que tiene un ritmo más bailable, más de boliche. Todas las semanas escribo una canción nueva y las voy subiendo a las redes, a veces cuando no le encuentro la vuelta a lo que arranqué haciendo, empiezo de cero. Hoy en día es lo que me da satisfacción y le estoy metiendo pilas a esto”.
Agregó asimismo que: “Hay muchos prejuicios, porque si hacés un tema que supuestamente atenta contra la Policía, no te lo dejan cantar, pero en las letras no hablo de todos los policías, son historias que a mí o a algún amigo le han pasado. Hay bastante de protesta ante cosas que yo considero injustas, pero me cuesta más largarlas al público, porque quiero que se entienda el mensaje y lo que yo expreso. Muchas quedaron en archivo, digamos. En algún momento van a salir a difusión. No me siento discriminado, pero de chico sí sufrí bullying, es un proceso bastante largo que ya lo tengo asimilado. Trato de ser auténtico y de aceptarme tal cual soy, lo mismo hago con la gente que me rodea. Pero lo más lindo es cuando vos le tocás el corazón a otra persona, componiendo sobre el amor o el desamor. Tengo respeto hacia las mujeres, por supuesto, y las palabras que utilizo no son ofensivas hacia ellas. Nunca quise hacer sentir mal a nadie con lo que hago. En parte, porque soy padre de una hija, y eso me hace pensar en tratar a una mujer de la misma forma que yo quisiera que el día de mañana traten a mi hija”.
Ante una pregunta del periodista, sostuvo: “Entre el trap y el rap no hay mucha diferencia, son dos géneros urbanos, quizás lo distinto sea también la letra y el ritmo. El tempo en el trap es mucho más rápido y puede incluir otros instrumentos. Tenés a grandes como Eminem, que te puede gustar o no lo que hace musicalmente, pero tiene la habilidad para rapear rapidísimo, no es nada fácil meterle doble tempo, un estilo más parecido al hip hop. Eso a mí no me sale, no es para cualquier, y me parece muy buen artista. Yo me inicié con esto grabándome con el celular, las primeras canciones son de 2011 aproximadamente. La primera que grabé se llama “Entre tinta y papel”, y está dedicada a mi mamá, habla sobre ella”.
Y cuando indagamos sobre su vida personal, manifestó: «Mi familia es de gente humilde, yo hacía changuitas vendiendo latas, cartones, diarios, y me hice mis primeros pesos. Ganaba mi plata y me podía comprar zapatillas o lo que yo quería. La escuela mucho no me gustaba en ese momento, esa es la verdad. Empecé a laburar para darle una mano a mis viejos, todavía no estaba muy metido en la música, unos años después pude centrarme un poco más en eso».
Sostuvo Lucho que: «Hoy en día tengo un trabajo que me permite tiempo para hacer lo que hago, aunque tampoco podés estar full time pensando una canción. También hay que coordinar cuando vas a grabar al estudio, con el productor, y para darle promoción. Para terminar un tema y que quede bien, te puede llevar 4 horas. Hicimos un video de uno de los últimos, que se llama “Imperio”, y a la gente le gustó, nos llevó casi tres meses pero está bien hecho. Por supuesto que todo eso lleva plata, pero mientras pueda lo voy a seguir haciendo. Además volví a estudiar, porque sé que la Secundaria es necesaria, te abre puertas, aunque la verdad es que yo nunca fui mal alumno. Era un poco vago, de los pibes que están en el grupo de atrás. Pero ahora estoy decidido a terminar».
“Como te decía, hacer reguetón demanda más tiempo, porque incorporás otra instrumentos, además de trabajar mucho sobre el beat. Desde mis comienzos trabajo con Agustín Canepare como productor, y al tener distintos horarios laborales, tratamos de coincidir para poder continuar grabando. Vamos al estudio, comemos algo, conversamos sobre la idea que tenemos antes de grabar, y así van saliendo las canciones. Lo importante es que los temas que lanzamos nos gustan a los dos, y si logramos eso, ya uno siente más respaldo para difundirlos”, aseguró.
Los lectores interesados en conocer más, pueden seguir a Lucho Sanguinetti como “Lucho 33”, en Instagram, y en su canal de You Tube. Desde nuestro medio le deseamos el mejor de los éxitos, que claramente se merece.