Este jueves 12, se llevó a cabo en la Casa del Bicentenario de Empalme (ubicada en Emilio Castro y Belgrano), el acto protocolar por el Día de Respeto a la Diversidad Cultural. El mismo contó con la presencia de autoridades municipales, educativas, fuerzas vivas, y público en general. La estudiante Daniela Del Río interpretó el Himno Nacional.
Alumnos de los jardines 911 y 902 de la sala de cinco años, y de 6° año de la Escuela Primaria 19 (en este último caso junto con la Prof. Vanina Pilatti), realizaron intervenciones artísticas alusivas.
La docente Marina Escobar dirigió su mensaje a los presentes, quien trazó una reflexión sobre el sentido de la fecha que se conmemora hoy. En su discurso, expresó: “Hoy nos reunimos en este acto para celebrar y reflexionar sobre un valor fundamental de nuestra sociedad: La diversidad cultural. Abordaremos conceptos como inclusión, diversidad, derechos, y sobre todo, nuestra humanidad compartida. La diversidad cultural es un tesoro invaluable, que enriquece nuestras vidas, comunidades y naciones. Cada uno de nosotros es una parte fundamental de este mosaico multicultural que conforma el mundo. Las riquezas de nuestras diferencias nos brindan la oportunidad de aprender, crecer y comprender la vastedad de la experiencia humana. La inclusión es el camino que nos permite apreciar y valorar todas las perspectivas y experiencias culturales que contribuyen a nuestra sociedad, es el puente que nos une en nuestras diferencias, creando un lugar donde todos tienen su lugar en la mesa, donde se respetan los derechos de cada individuo, sin importar su origen, religión, lengua o tradiciones. La inclusión no solo es un ideal, sino un derecho humano esencial”.
“Debemos recordar que todos los seres humanos, sin excepción, tienen derecho a vivir libres de discriminación y prejuicios. Y debemos trabajar juntos para que ese derecho sea una realidad para todos. La humanidad es un lazo común, nuestra colección universal. Compartimos el deseo de ser tratados con dignidad, respeto y justicia. Recordemos que detrás de cada rostro y cada historia, hay una persona con aspiraciones, sueños, y el deseo profundo de pertenecer a una comunidad inclusiva. Celebremos la belleza de nuestras diferencias, y trabajemos juntos para construir un mundo donde la inclusión, la diversidad y los derechos humanos sean los pilares que sostengan nuestra sociedad, y lugar un futuro brillante para todos”, concluyó Escobar.
Luego del retiro de las banderas de ceremonia, dando de esta manera por finalizado la parte protocolar del evento, se compartió entre los asistentes una mesa con platos dulces, se colocaron plantas de especias nativas, y el ensamble de la Casa del Bicentenario brindó un espectáculo musical sobre el escenario.