El Secretario de Hacienda, Roberto Di Tomaso, concedió hoy un reportaje a LOBOS 24, en el cual dio su posición sobre la situación que es de público conocimiento. Pero además, se refirió en concreto al impacto que ello trae aparejado en el funcionamiento del Municipio.-
En los primeros minutos de la nota, sostuvo: “Respecto a la devaluación, hay que separarla en dos partes. En primer lugar, es un paso inicial de reconocer la situación económica actual, el desfasaje entre el dólar de mercado y el dólar transaccional. De manera que el Gobierno termina haciendo algo que había prometido que nunca haría. Al no haber ningún plan, la realidad pasa por encima al relato. Esta devaluación refleja, como mencioné antes, la diferencia entre el dólar de mercado y el oficial. Ese 20 % que nos enteramos el lunes, es una acción desesperada para tener alguna señal para brindar al FMI, con el objetivo de destrabar un desembolso que va a llegar para pagarle al mismo Fondo los pagos que están pautados. Más que considerarlo necesario, es un paso inevitable que tuvo que darse. Un sinceramiento, podríamos llamarlo, y no hay que demonizar al FMI por esto. Es un organismo que presta dinero a distintos países, no hace beneficencia, por lo tanto debe devolverse. Y la realidad es que el Fondo da préstamos a tasas 4 veces más bajas que el resto del mercado internacional”.
“En resumen, el Fondo no te dice lo que vos como país tenés que hacer, lo único que quiere saber es “cómo me vas a pagar”. Por eso, con un tipo de cambio atrasado en un 110 % respecto de la inflación, en algún momento hay que hacer algo. No tiene sentido culpar a quien te presta, sacándonos el problema de encima. Ante la ausencia de un plan, como estamos viendo ahora, hay menos margen, menos herramientas que se puedan implementar”.
“Si hablamos que cómo nos repercute esto a usted, a mí, o al propio Municipio, puedo decirle que hoy (16/8) cotizamos la compra de gasoil a granel que compramos cada 10 días que usamos para el movimiento vial de Obras Públicas. Las últimas dos veces habíamos pagado $ 277 el litro. Y esta vez, la cotización más baja que conseguimos fue de $ 343, lo cual significa un aumento del 24 % del combustible. La compra a menor escala en los surtidores aumentó menos, un 12,5 %. Lo que quiero decir es que si el gasoil a granel, que se vende con fines productivos, tenemos ese incremento, se trasladará a los precios de toda la cadena de logística, porque es un componente esencial. Pero aun así, si miramos el valor del combustible el Argentina en relación al dólar de mercado (MEP), la cifra sería de casi 700 pesos por litro. Los gastos de flete y distribución representan un 25 % del precio final de un producto. Por lo cual, si vamos a la economía de una familia o en este caso del Municipio, obviamente nos vamos a ver afectados. Con las tasas que pagan los contribuyentes y que nosotros recaudamos, cabe recordar que se mantienen en los mismos valores que en enero”, enfatizó.
“Con relación a los trabajadores municipales, además de la paritaria vigente, existe otra instancia de revisión, por ese motivo seguramente habrá una reunión para actualizar los salarios. No vamos a reducir la obra pública, porque ya está licitada y en ejecución. Lo que tendríamos que ver es qué pasa con los proveedores que nos dan esos servicios. De nuestra parte, estamos en condiciones de seguir adelante. Le reitero, depende de qué nos dice el proveedor de pavimento o de hormigón, y todo el rubro de la construcción, ya que excede a nuestra voluntad. Nosotros tenemos los fondos para las obras que ya están pautadas. El mantenimiento de las calles, recolección de residuos, el ABL, todo eso va a seguir porque son servicios esenciales para el vecino. En el caso del alumbrado público, como nosotros recibimos una tarifa sin subsidios, el aumento fue exponencial. Todos estos costos que nos impactan de lleno no se ven reflejados en la recaudación. Por eso, en lo que resta hasta que asuma un nuevo gobierno, deberemos ser muy responsables para las decisiones de acá a fin de año”.
Ante otra consulta de LOBOS 24, el funcionario agregó: “En el caso del usuario residencial, también se notó una suba importante de la factura de luz. Insisto en que llegamos a esta situación de medidas drásticas, porque durante mucho tiempo se gastó más de lo que ingresaba, así ha sido una constante del Gobierno. Entonces, si las tarifas se mantuvieron subsidiadas y de un día para otro decidís actualizarlas, te vas a encontrar con esto. Liberar el precio de los servicios públicos es lo que nos llevó a estar pagando en los hogares 400 % más. La ideología política choca contra la matemática y la economía, yo lo entiendo así. Uno puede ver adónde hay que hacer un esfuerzo o un ajuste, pero cuando se mira para otro lado durante un lapso prolongado, después pasan estas cosas. El gobierno de Macri empezó a actualizar los valores, y eso implicó perder las elecciones, pese a que fue un proceso que demandó tres años y no de un día para el otro como estamos viendo ahora”.
“Todos sabíamos que el lunes iba a haber una devaluación, hasta los chicos de la Escuela Secundaria lo habían escuchado porque se habló muchísimo del tema, mientras tanto, se seguía negando desde el oficialismo que eso fuera a suceder. El resultado es que el lunes devaluaron un 20 %, y lamentablemente esto no termina ahí. Hoy por hoy, es el gobierno que está quien debe pagar el costo de esta “papa caliente”. La mayoría de la gente lo votó para eso, ganaron las elecciones, y nadie puede afirmar que no conocían con qué país se iban a encontrar. Lo mismo cabe para el que asuma en diciembre. No puede desconocer lo que está pasando o seguir hablando de la “herencia recibida”. En este momento tenemos un Banco Central con reservas negativas. Eso significa, ni más ni menos, que si a todos los ahorristas se les ocurriera retirar los dólares que tienen en los bancos, no hay manera de dárselos. ¿El motivo? Muy simple, usaron parte de los ahorros de la gente para pagar deuda”, dijo Di Tomaso.
Para finalizar, subrayó el entrevistado: “En cuanto a los insumos, a nivel municipal nos encontramos igual que cualquier particular. El que tiene stock, lo cuida. Y el que acepta vender, lo hace a un precio de acuerdo a lo que le resulta conveniente, que en algunos casos es mucho más que la proyección del 20 %. Podríamos decir que el primer problema es si encontramos quién venda, y a qué precio. Le repito que eso escapa a nuestra voluntad. Sí le digo que estamos en condiciones de dar los servicios públicos como lo veníamos haciendo hasta ahora, según los ingresos que tenemos. Puede haber faltante de repuestos, por ejemplo. Ya habiendo conseguido combustible, podemos seguir con la maquinaria vial, pero en el caso de que haya que reponer algo que se rompió, estamos en la misma situación del vecino común: Dependemos de que alguien nos quiera vender”.