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Este lunes 7, tuvo lugar en la Capilla San Cayetano, ubicada en las calles Salgado y Matanza, la celebración de la Festividad del Santo homónimo, que cada año congrega una multitud de fieles en nuestra ciudad y por supuesto, a lo largo y a lo ancho del país.
En diálogo con LOBOS 24 y Canal 4, el sacerdote Luis Mena expresó, previo a la Misa: “Se trata de una de las festividades más populares que incluso reúne gente más allá de las creencias. Reúne vecinos que pueden ver en una ayuda divina esa necesidad que existe para conseguir un trabajo o para mantener el que tiene, básicamente el hecho de poder llevar dignamente el pan a la mesa de todos los días. San Cayetano se ha ganado la devoción de todo el pueblo argentino, y lo podemos ver a lo largo de todo el territorio con las numerosas procesiones que se realizan. Nuestra ciudad tiene esta Capilla en su honor, que se pensó hace muchísimos años, y no nos caben dudas de la concurrencia de los fieles porque lo vemos constantemente: Nos toca vivir un momento difícil y creo que a veces la realidad nos desalienta, hay que trabajar por esa situación, abrir nuestra mirada y nuestro corazón a Dios para que realmente ilumine a aquellos que puedan generar fuentes de trabajo y así darle la fortaleza y el sustento que hace falta. No ser indiferentes es a lo que nos convoca San Cayetano”.
“Sin entrar en cuestiones políticas, estamos atravesando una realidad dura y difícil, debemos tener la esperanza de que las cosas pueden cambiar, y no plantearlo como algo mágico. Como hombres y mujeres de Fe que somos, sabemos que el Señor escucha el clamor de su pueblo. Debemos tener una mirada colectiva, saber que cada uno de nosotros debe involucrarse en la situación del otro sin caer en el individualismo. Estoy convencido de que cada uno puede aportar algo para ayudar a quien lo necesita. Por eso hay una frase que me quedó grabada: ‘Con lo poco, lo mucho se hace más’. La Parroquia tiene formas y lugares de caridad, como la Olla Comunitaria y Cáritas, pero siempre hacen falta voluntarios y todos los que deseen y puedan colaborar son bienvenidos. Hay empatía, pero el riesgo, precisamente, es que el escenario que estamos viviendo haga que ello desaparezca. Porque a uno le cuesta cargar con lo suyo, y por lo tanto, abrirse a las necesidades del otro”, exhortó el religiso.
Luego de realizar una Procesión por las calles circundantes, se celebró la Misa, presidida por el Padre Luis Mena. El Párroco, en su Homilía, tras la lectura del Evangelio según San Mateo, manifestó: “A San Cayetano le tocó vivir tiempos difíciles, como los nuestros. De violencia, de marcadas injusticias y crisis de valores, que llevaron a la confusión y a la incertidumbre. A pesar de ello, es Santo supo aferrarse al amor de Dios, y brindarse todo por entero al llamado de los hermanos más necesitados (…) Rezar y actuar, creo que muchos de los que están hoy acá, están agradeciendo por el trabajo que tienen y otros pidiendo un empleo. Esto nos lleva a creer realmente en el poder de Dios y de su Providencia, y nos falta crecer en ese sentido. Pero no nos podemos quedar con esto, debemos seguir rezando y actuando, porque Dios no abandona. El tiempo de hoy nos está gritando a los cuatro vientos: ‘No puedo ser indiferente’. Esto lo dije y lo he compartido otras veces. Cuando nos apretan las crisis, aparece el fantasma del individualismo, porque el pensamiento es: ‘No puedo con lo mío, menos voy a poder con lo del otro’, y eso va creando un egoísmo que profundiza las crisis que no se puede negar. Por eso con ese “no poder”, justificamos el no comprometernos. Hay que abrir la mirada y eso basta para darnos cuenta de si estamos realmente comprometidos o no. Está claro que si somos un pueblo, no es la crisis de uno, es la crisis de todos, por más que unos estén en una posición más holgada”.
Posteriormente, los presentes compartieron el tradicional mate cocido con pan.
