-El hecho ocurrió la semana pasada y continúa generando indignación. Una familia destrozada y una causa penal en curso fueron el resultante de un rapto de locura en una casa de Florida al 2100 de la vecina localidad.-
“Gruñón”, un perro dogo de la familia Yesquén, fue asesinado de cinco tiros a corta distancia. De acuerdo al testimonio de la familia víctima, el asesino arremetió contra el perro desde arriba del auto con tres tiros iniciales. Cuando estaba moribundo en el suelo, se bajó del vehículo y lo fulminó con dos tiros más en la cabeza.
El tirador fue identificado como Felipe Ibáñez, un vecino del barrio que habría tenido un altercado previo a la arremetida. En ese cruce el can le habría tirado un tarascón, lastimándolo al agresor en una de sus manos. (Luego se constató que no fue más que un raspón y que la dentista del animal no le provocó ninguna herida)
Emiliano Yesquén, amo de “Gruñon”, sostuvo que estaba en el centro de la ciudad cuando recibe un llamado advirtiendo que su perro se había escapado de la casa. “Cuando llego a mi domicilio encuentro a nuestro “Gruñon” agonizando en la puerta de mi casa, lleno de sangre me estaba esperando para despedirse”.
En medio de este escenario de confusión y desconcierto, Emiliano fue en busca de una respuesta a la casa del agresor. “Me atiende su mujer y su suegra. Pregunto qué pasó y me dicen que ‘Felipe vino, agarró el arma y se fue. Perdón, nosotros no hubiésemos hecho eso”, relató Emiliano.
“Me dicen que estaba en el hospital, agarro el auto de mi mamá y me voy al Marzetti. Pregunto a los médicos si un perro había atacado a una persona y el traumatólogo Muñoz me dice que sí, pero que no tenía nada, solo dos raspones. No hay fractura ni nada”, remarcó.
Uno de los vecinos que fue testigo del suceso que derivó en el asesinato narró que Ibáñez “paso caminando, el perro lo toreó, él le dice ‘fuera’ y el perro le tira el tarascón y le raspa la mano. Se fue a su casa, que vive a una cuadra y media de la mía, y vino a toda velocidad freno en la esquina y lo mató de tres tiros. Se bajó y lo ejecuto cuando el perro estaba agonizando dándole un cuarto tiro en la cabeza y un quinto en el corazón”, contó Emiliano.
El área de Zoonosis comprobó los cinco orificios mortales y realizó un informe que será presentado en la causa penal como prueba irrefutable. “El acusado trabajaba en el Registro Nacional de Armas de la República Argentina. Tiene tenencia de arma, pero está vencida, no tiene portación”, contó Eniliau al portal NacPop.
“Quiero justicia, nadie me devuelve nuestro perro. El está suelto y el dolor a mi familia no se lo casa nadie. Nadie, le puede hacer entender a los nenes que mataron a Gruñon”, contó Emiliano, quien está dispuesto a ir a fondo para obtener justicia por su amada mascota.