-Si bien la fecha de fundación fue el 24 de marzo, este domingo 27 se llevará a cabo el acto protocolar en el predio de la Estación, con la presencia de las autoridades municipales.-
En 1871 llega a Lobos el Ferrocarril del Sud, cuya trocha se desplaza de Norte a Sud, dividiendo en dos la traza del Pueblo y ocupa para su playa de maniobras y descarga seis manzanas del núcleo Central.
El 24 de marzo de 1896, la Empresa de Ferrocarriles que venía proyectando establecer una Estación de Empalme, (eligiendo para emplazarla un sector que comprendía a parte de las quintas 67 y 68 y la Chacra N° 4, Propiedad de Antonio Caminos), dio origen a un nuevo parcelamiento que desborda el límite Norte establecido por Meyrelles con la Avenida de Circunvalación.
Alrededor de la Estación se fue generando el asentamiento de una serie de “Villas” (tal como se las llamaba en esa época), que fueron el origen de los barrios actuales: Villa Cattoni, Villa Caminos, contenidas por las vías de Empalme Ferroviario, Villa Margarita, y más recientemente, se crearon los Barrios Celeste y Blanco (entre otros que el desarrollo inmobiliario fue promoviendo).
El espacio urbano se fue ampliando a medida que surgían nuevos loteos que atrajeron a familias e inversores que deseaban construir sus viviendas, pese a que en muchos casos trabajaban en el centro de Lobos. Con el transporte de micros, y las vías de acceso existentes, es posible llegar en 15 o 20 minutos, siempre que no se trate de una hora pico. Todo ello le otorgó un concepto más moderno y promovió la actividad comercial minorista para satisfacer la demanda de los nuevos residentes que han adquirido su condición de “empalmeños” en los últimos años. La Avenida Zapiola es la arteria que distingue a la localidad y a la que se accede luego de transitar dos pasos a nivel, en la citada la avenida establecimientos educativos como la Escuela Primaria 2, y cerca del Templo de San Vicente Pallotti (cabecera de la Parroquia homónima), funciona el CEC 801. Además de los ya nombrados, hay otras escuelas y jardines de infantes que fueron creados con el paso del tiempo, siendo el más reciente, el Jardín de Infantes 912.
La calle Arévalo, desde el Cruce con la Av. Yrigoyen en adelante, tiene un único sentido (vale decir, es mano única) en dirección a Empalme, y se puede regresar circulando por Cardoner (hasta su intersección con la calle 237, donde pasa a ser contramano y hay que elegir otra que permita completar el trayecto).
Por supuesto, no podemos dejar de mencionar que los años de esplendor del ferrocarril marcaron a fuego el crecimiento de Empalme, tal es así que el nombre de la localidad está ligado al servicio ferroviario. La posición estratégica de la estación permitió que grandes talleres se ubicaran en el predio de la misma. Esto, a su vez, motivó una gran demanda de trabajadores, entre ellos muchos inmigrantes, quienes se instalaron definitivamente la zona. A su vez, el impulso de los trenes movilizó una importante actividad industrial y comercial en la zona. Con el establecimiento de fábricas como Electromac y Magnasco, el radio circundante a la estación fue el lugar de residencia elegido por muchos obreros fabriles, que se sumaron así a la gran cantidad de ferroviarios que ya habitaban Empalme. La gestión actual, para agilizar el tránsito, construyó una rotonda en la zona conocida como “Las Cinco Esquinas”. Allí se realizan espectáculos en vivo, sobre todo durante el verano, en el marco del programa cultural “Los barrios se mueven”.
En la actualidad la actividad del ferrocarril se mantiene, aunque por obras de reparación en las vías, desde el 1° de marzo de este año, dejaron de correr los trenes entre Las Heras y Lobos. Pero sí continúan normalmente los servicios hacia Cañuelas. La estación, tras haber sido vandalizada y sumida en un abandono casi constante, pudo ser recuperada, ya que se inició un proceso de reparación y puesta en valor que contó con el beneplácito de los vecinos. Se modernizaron las instalaciones y los salones, el tendido de vía, y la obra continúa avanzando. Hoy por hoy, el gran anhelo de los residentes es que vuelvan a circular los trenes a 25 de Mayo y Saladillo, lo cual le otorgaría mayor movimiento al apeadero.
Por otra parte, desde el Municipio, y como una forma de descentralizar algunas dependencias para trámites, se fueron instalando algunas oficinas en aquellos salones que habían permanecido obsoletos y en desuso. Un ejemplo de ello, es el puesto para la verificación policial de automotores, requisito esencial previo a la transferencia de cualquier vehículo. Asimismo, lo que antiguamente era un Destacamento Policial, fue ascendido al rango de Comisaría, siendo conocida simplemente como Estación de Policía Comunal Segunda.
Sin duda, la cruda realidad que sigue siendo una deuda pendiente, la constituye los asentamientos precarios ubicados en los galpones que alguna vez correspondieron a los talleres, y donde hasta el día de hoy se pueden observar viejas máquinas totalmente inutilizables, que se han convertido en chatarra.
Como mencionábamos al principio, a pesar de la decadencia del ferrocarril, el crecimiento demográfico de Empalme ha sido exponencial, duplicando su población con respecto a la década anterior. Con dos clubes sociales y deportivos, Empalme ha forjado su propia identidad que, por supuesto, con el paso del tiempo se fue adaptando a los nuevos residentes.
Un dato anecdótico, es que el nombre de Empalme Lobos aparece en uno de los cuentos del libro «Un modelo para la muerte», escrito por Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges, y publicado en 1946 bajo el seudónimo de Bustos Domecq.
Para ser francos, debemos decir que los distintos gobiernos municipales de turno han celebrado ocasionalmente, con un acto protocolar, cada nuevo aniversario de Empalme, pero no siempre ha habido una continuidad, quizás porque para «algunos» no tenía importancia hacerlo.
Otro de los logros recientes , fue la construcción de un espléndido centro cultural como la Casa del Bicentenario, ubicado en Emilio Castro y Belgrano, donde en la actualidad se dictan talleres gratuitos. Pero, asimismo, es un edificio ideal para cualquier tipo de actividades que no puedan realizarse, por razones climáticas, en un espacio abierto. También, ya en la actual gestión, se construyó una rotonda para facilitar la circulación vehicular en Las Cinco Esquinas.
En cuanto al B° Celeste y Blanco, cabe recordar que su radicación surgió cuando la localidad de Empalme Lobos resultó elegida para la construcción de 445 viviendas sociales, en el marco del Plan Federal. Estos nuevos hogares fueron entregados a sus propietarios a fines de 2009.