El verano aún no comenzó, es cierto. Sin embargo, desde hace ya varias semanas, nuestro distrito viene padeciendo una persistente ola de calor, que sólo comienza a menguar cuando cae la tarde y en ese momento (por la gran amplitud térmica), es frecuente que la temperatura puede bajar hasta 10 grados comparando con el momento más cálido y agobiante de esa jornada.
Según el pronóstico del SMN, recién el miércoles llegaría el alivio mediante la conformación de tormentas aisladas (80 % de probabilidad de lluvias), lo cual harían descender el termómetro hasta los 26°. El jueves volvería a llover: Se proyecta, como mucho, que las precipitaciones sumados esos dos días no superen los 10 mm. Pero ese registro sería transitorio, ya que el calor regresaría el fin de semana, con 31° y 32° para sábado y domingo, respectivamente.
Todavía no se han emitidos alertas amarillo o naranja para Lobos en concreto, pero bien vale la pena recordar cómo el organismo meteorológico efectúa estas mediciones, y cuándo se considera peligrosa la exposición a los rayos UV.
Por definición del SMN, en el nivel amarillo puede generar consecuencias con efectos leves y moderados en la salud de la población, pudiendo ser “peligrosa”, sobre todo para los grupos de riesgo, como niños y niñas, personas mayores de 65 años, con enfermedades crónicas», sostienen.
Para combatir el calor, el Sistema de Alerta Temprana de Temperaturas Extremas sugiere un listado de acciones sencillas que ayudarán a la población a protegerse. Reiteramos que los grupos de mayor riesgo incluyen tanto a los niños como a los ancianos.
-Aumentar el consumo de agua sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada; no exponerse al son el exceso, ni en horas centrales del día, especialmente entre las 10:00 y las 16:00 horas; prestar atención a los bebés, niños y niñas y a las personas mayores; evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas; evitar comidas muy abundantes; ingerir verduras y frutas; reducir la actividad física; usar ropa liviana, holgada y colores claros, sombrero, anteojos oscuros; y permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
-Ante sed intensa y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, entre otros, se deberá actuar de la siguiente manera: solicitar de inmediato asistencia médica, trasladar a la persona afectada a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo, intentar refrescarla, mojarle la ropa y darle de beber agua fresca.
¿Cómo se determinan los niveles de alerta en los eventos cálidos?
Los umbrales que determinan la ocurrencia de un evento de calor con temperatura extrema se establecen en base al Percentil 90, una medida que se emplea para valores estadísticos, tanto para las temperaturas máximas como mínimas.
Superados esos umbrales, se considera que las temperaturas son extremas y deben tomarse precauciones. El sistema también utiliza otros percentiles, como el P95 y el P99 que denotan eventos más extremos aún, y son, entre otras cosas, los que definen el pase o no de un nivel de alerta a un nivel más alto.
En general, el pase de nivel de alerta (verde a amarillo, amarillo a naranja, naranja a rojo) está dominado por dos efectos fundamentales: la persistencia de un evento y la probabilidad de exceder umbrales más extremos. Los registros del período 1961-2010 se promedian y si se supera el 10 % de esos guarismos, el SMN emite una notificación.