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HISTORIAS PARA CONTAR- ADOLFO PUEYO, ÚNICO ADIESTRADOR DE PERROS DE LOBOS: LOS SECRETOS Y LOS MITOS DE UNA PROFESIÓN APASIONANTE

No todos saben que en Lobos, existe un adiestrador de perros. Empecemos por ahí. Y podemos continuar diciendo que este vecino que hoy entrevistamos, no sólo demuestra un gran conocimiento, sino que ejerce un trabajo que lo apasiona. Quien no le pone ganas a lo que hace, difícilmente obtenga buenos resultados.

Estamos hablando de Adolfo Pueyo, policía retirado, quien nos explica por qué es necesario entrenar a un canino. A modo de presentación, nos dijo en la entrevista: “Soy adiestrador de perros desde hace más de 40 años, en 1979 hice el curso, me capacité, y la verdad es que para mí es una gran satisfacción. Tuve el grupo exhibición junto con otros tres colegas, donde se practicaban destrezas, similar a lo que sería con los caballos. Participé de congresos con el Grupo MIDI de la Policía de Bélgica, estuve a cargo de la división perros de la Infantería de Avellaneda, y adiestraba a los perros que iban a las canchas de toda la Zona Sur, como Racing o Independiente”.

“La raza que más me gusta es el ovejero alemán, soy bastante fanático porque es un perro muy noble. Si me preguntás por adiestramiento, te diría que hay muchos mitos respecto a los animales que emplea la Policía. En el caso que te comenté antes, se trata de perros entrenados para defensa y ataque, y pertenecen a un grupo especial que busca que los espectadores se vayan retirando del estadio, si bien se trabaja en conjunto con la división antidisturbios. Los perros deben intimidar, no agredir. Como muchos habrán visto, los perros adiestrados para tal fin, cumplen la función de rescate de víctimas cuando se derrumba un edificio y hay personas atrapadas en los escombros, por citar un ejemplo. Son trabajos especiales, y deben se entrenados por el olfato. Lo mismo sucede con aquellos que pertenecen a la división antidrogas: de ninguna manera se les aplican o inyectan narcóticos, se los adiestra mediante el olfato. Un animal al cual se le administre drogas, no haría más que alterar su organismo como sucede con las personas que las consumen y sería además un atentado contra la vida del can. Los perros logran memorizar e incorporar varios olores, y en el caso de drogas, hasta 9 sustancias distintas. Tienen reacciones instintivas en función del adiestramiento específico que se les brinda. Por eso también hay perros que pueden detectar pérdidas de gas en cañerías tridimensionales. Siempre consideré que el resultado que ellos dan es más efectivo que los aparatos existentes”, agregó Pueyo.

Y en una breve guía para cualquiera que desee asumir la tenencia de un perro, puntualizó: “Lo primero que tenemos que hacer, si una persona o una familia desea tener un perro en casa como mascota o compañía, es eso, precisamente: Saber para qué quiero el perro en mi hogar. No es lo mismo un ovejero alemán que un caniche toy. En la primera raza que mencioné, hay que tener un dominio sobre el animal, y el trabajo de adiestramiento está enfocado en eso, en para qué querés tener un perro. Sería como tener un hijo: Hay que pensar seriamente en mantenerlo, tener un espacio adecuado para que pueda desarrollar su vida, y por supuesto requiere una buena atención veterinaria. En caso de tener un cachorro, es obvio que hay que desparasitarlo y otorgarle las vacunas que correspondan. Si el hogar es un espacio reducido, desde luego que hay que sacarlo a pasear todos los días para que camine, sea la raza que fuere, porque necesitan relacionarse con el exterior”

Aclaró, asimismo, que: “Soy un defensor de los derechos de los animales y de brindarles el cariño que se merecen. Esto implica una correcta alimentación, en lo posible siempre en el mismo horario y en término, y tener agua fresca y limpia. Con respecto al cariño, no es bueno excederse, uno puede acariciar a su mascota pero no a un punto que se termine acostumbrando, porque los perros son muy astutos, no debe ser así dado que termina siendo contraproducente. Básicamente, porque si se trata de adiestramiento, te diría que metafóricamente hablando, si deja de recibir esas caricias constantes, perderá interés. Para graficarlo, sería como un amor no correspondido, podés llamarlo de esa manera”.

“El tipo de cachorro a elegir, es una decisión personal, pero si hablamos de adiestramiento, conviene asesorarse. Lo primero que debemos saber, es que debe estar 60 días, como mínimo, con la madre, luego de ese período se puede destetar, y llevarlo al hogar. Una vez allí, el cachorro hará un reconocimiento de lo que representa un lugar nuevo para él, porque además dejó de mamar del pecho de la madre. Esto implica que hay que darle tiempo, acompañarlo dentro de lo posible, y por supuesto que es normal que llore o aúlle porque está en un hábitat desconocido aún, esto puede durar dos o tres días. Cuando se acostumbra y entra en una etapa de aceptación a todo ello, se siente dueño del lugar de su nueva residencia. Los cuidados que debe tener, o qué cosas no debe aprender, son cuestiones que el adiestrador puede resolver. Pero el adiestramiento es a partir de los 4 o 5 meses, no antes. Ya debe tener su anatomía formada, por supuesto”, detalló Pueyo.

“Ahora, si usted tiene un perro adulto y por razones de espacio se lo regala o entrega a alguien, no es lo ideal. Será el perro inevitablemente quien sufra las consecuencias, porque ya está acostumbrado a un hogar y eso le provocará sufrimiento y desarraigo por el cambio de hábitat, sobre todo si había niños. Es algo que no debería ocurrir, pero si no hay otra alternativa, el nuevo propietario debe asesorarse también y comentarle al adiestrador esta situación, para determinar cómo se debe seguir la vida de este animal, que debe ser lo más parecida a lo que era antes, aunque tenga nuevos dueños”, advirtió.

“Lo principal, siempre, es saber con qué objetivo se desea adiestrar a un animal. Hay distintos tipos de trabajos, y cuando me consultan para adiestrar un perro, lo primero que hago es conversar con el dueño, y así surgirá si está capacitado para el manejo de esa raza. Debemos saber que, si entrenamos a un perro por defensa y ataque, tenemos un arma en casa. Y hay que saber desenvolverse ante eso. Si entrenamos a un perro para que desarrolle un carácter fuerte, necesita de alguien que lo guíe. Hay perros que son potenciados en su carácter por adiestramiento, pero también hay razas potencialmente peligrosas como un pitbull, un rottweiler, por eso reitero que no es bueno reforzar ese carácter agresivo, digamos. Hacer “malo” a un can, no es útil ni provechoso para nadie. Pueden desarrollar mucha fuerza física, es decir, mucha potencia agresiva, por eso debemos evitar explotar al máximo todo eso. Si sucede, se convertirá en un perro peligroso. Pero no atacan a cualquiera. Lo peor de todo es que, puede pasar que ese perro termine cansando a su dueño, porque seguramente recibirá reclamos de la gente o se quejarán los vecinos. Entonces va a terminar de la peor manera, atado a una planta o encerrado a un canil”.

Sobre su metodología de trabajo, explicó: “Yo paso a buscar a los perros 2 o 3 veces por semana, y con cada animal el adiestramiento dura alrededor de 70 minutos cada día. El entrenamiento lo hago en espacios abiertos, por supuesto, y además el amo o el dueño del perro tiene que venir conmigo para observar todo el trabajo, y de esta manera el perro se va adaptando a la presencia del propietario. A él le explico cómo manejar la correa, y todo el adiestramiento que yo ya hice durante ese tiempo. Es decir que no sólo es un proceso para el canino, sino también para el dueño que debe saber todo lo inherente al mismo. Un trabajo para obediencia puede llevar cinco meses en promedio, y las órdenes se dan en inglés o en alemán, porque son palabras más cortas y más fáciles de asimilar. Si hablamos de entrenar a un perro para defensa y ataque, ese trabajo puede demandar hasta 8 meses en total, por supuesto que eso varía según la capacidad del adiestrador”.

“Y debemos recordar, también, que no todos los perros son iguales, más allá de las razas: algunos aprenden más rápido que otros todo el entrenamiento. En mi caso, yo me comprometí con el dueño del perro, y si no logro descubrir la mentalidad del animal, no puedo aventurar nada, y prefiero evitar problemas cuando eso ocurre. Es por una cuestión ética que debe actuarse de esa manera. Si al dueño le decís que el perro anduvo bárbaro pero en realidad no aprendió nada, es un engaño, y nunca me metería en una situación así. Otra cosa que no te dije: El adiestramiento se puede realizar tanto en machos como en hembras, siempre que tengan la edad adecuada. Y no conviene iniciar un adiestramiento en época de celo, esto es válido para cualquiera de los dos sexos. Por eso, en el caso del macho, de los 2 años de edad en adelante, es un buen momento para comenzar el adiestramiento”.

La charla con Adolfo fue una de las más largas que hayamos tenido con un entrevistado para una nota periodística: Casi una hora, y en un ida y vuelta constante. Si se dio de esa manera espontánea fue porque nos interesó lo que hace, y por supuesto, él se mostró interesado en responder las dudas o consultas más frecuentes. Le agradecemos el tiempo que nos dedicó, y con seguridad se trata de una gran historia para contar.

(Producción periodística y fotográfica: Patricio Contrera, para LOBOS 24)

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