En una entrevista con LOBOS 24, el Gerente de la Sociedad Rural de Lobos, Fernando Ferrari, se refirió a la situación crítica que se está viviendo a causa de la sequía: “Estamos atravesando una coyuntura que hace mucho tiempo no se veía, sobre todo Lobos, porque si mirás otros distritos como Roque Pérez o Gral. Belgrano, sin llegar a ser una gran diferencia, están un poco mejor. Estamos hablando de 100 o 200 mm. más que nosotros. Lobos es el lugar más crítico hoy por hoy, junto con Navarro o Cañuelas. En todo el año llevamos apenas 360 mm. de lluvia, algo que no pasaba en casi un siglo. Para que te des una idea, en 2021 cayeron 781 mm.”
Añadió Ferrari, que: “El promedio anual para Lobos es de 1200 mm., y difícilmente lleguemos a esa cifra cuando termine 2022. En líneas generales, la zona Centro y Norte de la Provincia es la más afectada, Lobos no es la excepción y por eso otros municipios están padeciendo un panorama similar al nuestro. Por supuesto, esto trae una consecuencia inmediata en los cultivos, sobre todo para el trigo que es lo que está sembrado ahora, y seguramente hará que los rindes sean muy bajos. La primera siembra de maíz no se va a hacer y eso provocará una faltante. Puede haber una segunda siembra, casi conjuntamente con la de soja, y si no llueve todo se va a atrasar. Si hablamos de la ganadería, estamos más complicados aún, porque dentro de un mes la hacienda está entrando a servicio, las vacas están en muy mal estado, siendo el maíz el principal insumo para la alimentación del ganado, aves y demás”. Cabe aclarar que el reportaje fue extenso, por ese motivo procuramos hacer una síntesis y extraer los aspectos de mayor interés.
Pese a todo, anticipó: “Tenemos la esperanza de una lluvia que podría producirse alrededor de la segunda quincena de octubre, y que sería de 150 mm. No caerán de una sola vez, pero sería un alivio. De todas maneras sigue siendo muy poco para esta época. Venimos casi sin nada, porque como te decía, en esta época del año ya a las 6 de la mañana es de día, hasta las 7 de la tarde. El sol pega más fuerte y por lo tanto la lluvia se evapora más rápido. Los meteorólogos por ahora están hablando de eso como la única precipitación importante, y luego no habrá más hasta fines de enero de 2023. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que hubo meses como junio donde no cayó ni una sola gota. Venimos de un verano con una gran ola de calor y donde recién hubo algunas lluvias a partir de la segunda quincena de enero. En concreto, esos días de enero y lo que siguió de febrero fueron los meses de más lluvias del año hasta ahora”.
”Posiblemente, el productor no había tomado la real dimensión de lo que estaba sucediendo, pero como ya ha transcurrido buena parte del año, lógicamente que noto preocupación entre aquellos que vienen a la Rural. No hay mucho para hacer en realidad, sólo esperar a que el clima nos dé un respiro. Si la cosecha del trigo no es buena, va a haber una faltante de harina, y puede pasar que se encarezca el producto. En ese momento, pienso yo, el resto de la sociedad comprenderá hasta dónde llegan las consecuencias de una mala cosecha, si es que esos precios se trasladan al consumidor. Pero siempre recalcamos que ni nosotros como institución ni los productores somos formadores de precios en ese sentido”, enfatizó el profesional.
“La amplitud térmica que estamos viviendo tampoco ayuda en absoluto. En un día cualquiera, son las 8 de la mañana y el clima está fresco, llega el mediodía y empieza a hacer calor durante unas horas, y cuando cae la tarde podés encontrarte con 10 grados. Es una característica de este fenómeno de La Niña, que estamos viviendo. Esto hará que puedan caer heladas más frecuentes, algo realmente insólito para octubre. El clima seco no ayuda, cualquiera que desee infomarse mejor podrá ver cómo se comporta La Niña: Enfría las costas del Pacífico, se traslada al Atlántico, las corrientes marinas provocan esto, hay menor evaporación de agua y esa masa no se traslada al Continente. Retomando lo que te decía, Argentina es un exportador importante de maíz, pero principalmente de soja. El maíz se destina mayormente al consumo interno, y si faltan 12.000 toneladas, que es la expectativa de una cosecha normal, obviamente que se va a sentir el año próximo. Lo que tiene la soja es que es más resistente a una sequía, y las características de ese cultivo van a llevar a que muchos decidan sembrar más hectáreas de soja si el maíz no les rinde. Nadie, en realidad, va a sembrar para perder, o si las condiciones climáticas a futuro no son buenas”.
Finalmente, y ante una pregunta concreta, sostuvo: “Con respecto a la medida del Gobierno, que todos conocen como “dólar soja”, la veo bien, sólo que duró 45 días. Fue a corto plazo porque eran ellos (las autoridades que implementaron el precio diferencial) los que necesitaban dólares para “hacer caja”. Pero viendo los resultados, lo que demostró es que si a los productores les dan condiciones que permitan liquidar la cosecha a un precio más competitivo, esa jugada repercutió bien. Pero hay que aclarar que no es el productor en sí mismo el que vende, sino los exportadores, no es una venta directa. Fue así como septiembre se convirtió en el mes récord en volumen de ventas. El Gobierno adoptó esa medida transitoria porque la necesitaba, y el mercado respondió porque obviamente era mejor vender a 200 dólares que a U$S 125. Si se mantuviera en el tiempo, sería un buen incentivo para vender a un precio razonable”