-Patrulleros persiguieron a una 4×4 por la autopista Ezeiza-Cañuelas durante casi 20 kilómetros. El detenido llevaba un arma de plástico, equipos de comunicación, alicate y más de medio centenar de llaves de inmuebles. La gran pregunta: ¿Este sujeto y sus posibles cómplices tiene algún nexo con delitos ocurridos en Lobos?-
El martes por la noche, pasadas las 23, un móvil del Destacamento de Alejandro Petión identificó un vehículo sospechoso detenido en la colectora de la Autopista Ezeiza-Cañuelas, a la altura del kilómetro 54.
La Volkswagen Amarok gris (patente PDE-162) estaba estacionada, con las luces apagadas pero con el motor en marcha. El personal policial divisó un ocupante al volante y cuando intentaron acercarse a la camioneta el conductor puso primera y escapó raudamente por el camino de tierra.
Unos metros más adelante la 4×4 cruzó el zanjón y tomó a la autovía, desplazándose a toda velocidad, de forma temeraria para terceros, desde Cañuelas en sentido hacia Tristán Suárez. En esa maniobra destruyó el neumático trasero derecho, quedando prácticamente la llanta en contacto con el pavimento.
Dando aviso a las demás fuerzas del partido para montar un operativo cerrojo, la patrulla de Petión comenzó una persecución cautelosa sin poner en riesgo al resto de los coches que viajaban por la autopista.
A la altura del Km. 35 la Amarok fue acorralada por el “cerrojo” y el conductor evasor se quedó sin otra alternativa que no sea frenar y bajarse con las manos a la vista.
Ya reducido y esposado en el piso, el sospechoso fue identificado como Guido Hernán Algarañaz, de 42 años, domiciliado en Luis Guillón.
En la requisa a la camioneta se halló un alicate tijera de grandes dimensiones que suele usarse para cortar cadenas, candados o alambres; un par de guantes de color negro, 63 llaves de vivienda, una veintena de precintos, un arma de plástico color negra, tres comandos inalámbricos, una campera de color negra, un barbijo de color celeste, una mochila de negra marca Puma, un teléfono celular Motorola con chips de la empresa Nextel y varias cédulas de autos.
Algañaraz fue a parar al calabozo, imputado por resistencia a la autoridad, daño, encubrimiento y desobediencia. Voceros de la policía presumen que sería parte de una banda que en el último tiempo ha perpetrado hechos en Cañuelas y la zona.