Cerca del mediodía de este viernes, el vecino Daniel Paskvan fue víctima de un robo en su vehículo, el cual había dejado estacionado en calle Rivadavia entre 9 de Julio e Hiriart, a unos 15 metros de 9 de Julio, sobre mano derecha. LOBOS 24 dialogó con el empresario lobense y referente de «Primero Lobos», quien sospecha que algún sujeto con inhibidor de señal logró abrir el habitáculo y llevarse todo lo que había adentro. El hecho ocurrió alrededor de las 11:55 de hoy, y el damnificado no estaba a bordo de su auto porque había ido a los cajeros del Banco Provincia con una tarjeta de débito, y además para cambiar la clave de uno de sus hijos. “No tardé más de 10 o 15 minutos”, relató a este medio.
De acuerdo a los datos a los que pudimos acceder, lo primero que le llamó la atención a Daniel (quien ya radicó la correspondiente denuncia), que un fuerte olor que provenía del automóvil, un Volkswagen T-Cross. Al ingresar al auto, constató la faltante de su billetera color marrón que contenía (entre otra documentación): Su DNI, tarjetas de crédito Visa y Mastercard, Licencia de Conducir, Credencial de Legítimo Usuario, 20 dólares, un parlante bluetooth JBL. Pero además, el autor o los autores del delito se llevaron una bolsa de nylon de una pescadería y otra bolsa del Supermercado Vea. Es decir, que los malvivientes arrasaron con todo. Inclusive, luego de la denuncia, la víctima descubrió que le habrían robado más elementos que los mencionados.
En el texto de la denuncia, Paskvan responde que la T-Cross posee un sistema de seguridad, y esa es la clave hacia donde (suponemos) se orientará la investigación. Es más: En una breve entrevista con este diario, sostuvo que pese a haber denunciado como robadas ambas tarjetas de crédito, detectó movimientos sospechosos en una de ellas, y atribuyó esto a que varios comercios no piden el DNI para una compra con tarjeta. Paskvan está convencido de que esa operación con la tarjeta se concretó fuera de Lobos, aunque aún no pudo precisar en qué lugar puntual. Por si todo esto fuera poco, cuando constató el delito, buscó algún testigo ocular que haya visto algo extraño, teniendo en cuenta que el hecho ocurrió en pleno Centro. Sin embargo, la víctima nos comentó hasta ahora nadie vio algún movimiento sospechoso, y todo sucedió en cuestión de minutos. Visiblemente contrariado, se preguntó por las cámaras de seguridad que abundan en ese sector de la ciudad, y por los escasos resultados que han tenido, al menos hasta ahora, para el esclarecimiento de ese delito.