Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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Debido a la incertidumbre que se está viviendo respecto a la nueva Ministra de Economía y un posible «salto» del dólar, sumado a que las grandes empresas no están entregando mercadería en forma normal, muchos comercios de Lobos, como supermercados o autoservicios, decidieron vender un cupo limitado de productos a sus clientes. El mismo varía según cada negocio, pero hay casos donde sólo se permite adquirir dos productos de una misma marca, para que de esta manera no se agote el stock antes de que se produzca una inevitable remaración que repercute directamente en el consumidor. También se advierte algo similar en los comercios de rubro electricidad o ferretería, que se abastecen mayormente de insumos importados. No hay precisiones aún respecto a cuándo se normalizará esta situación, y lo que están haciendo los clientes es «stockearse» mientras tengan el dinero para hacerlo: Es decir, que si a una determinada persona le permiten dos productos, luego va un familiar o un amigo a comprar lo mismo, o con otra tarjeta de débito. Por supuesto que lo que estamos mencionando no se reduce a un rubro puntual, se da a nivel macro en un contexto donde el país importa del exterior una cantidad de insumos inusual, inclusive si hablamos de insumos básicos. Esto repercute en todos los niveles. Seguramente, como los dueños del almacén o la despensa del barrio manejan un volumen de «caja» mucho menor, serán más flexibles, pero tampoco estarán dispuestos a vender un producto a un determinado precio si tienen la sospecha de que, cuando haya que reponer esa mercadería, les costará mucho más caro por la actualización los valores de los canales mayoristas (como Diarco o Maxiconsumo), para luego trasladar esa remarcación a los clientes. Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el escenario es similar al de la última devaluación de 2018, que estalló durante el gobierno anterior y llevó a que se implementaran una serie de medidas que no dieron el resultado esperado porque se adoptaron tardíamente. Como por ejemplo, eliminar el IVA para los alimentos esenciales, es decir, reducir la carga de impuestos que tiene cada cosa que uno compra desde que sale de la fábrica hasta que llega a las estanterías.
«Básicamente, lo que estamos viendo es que por la gran incertidumbre que hay, los mayoristas no están entregando mercadería, y por eso no podemos fijar un precio sin saber qué margen de ganancias vamos a tener. Y si no se nota más, es porque hay poca plata en la calle, nuestros clientes son vecinos comunes que compran lo esencial, y que si tuvieran más para gastar, nos dejarían con las góndolas vacías en menos de tres días», resumió a LOBOS 24 Raúl Molina, quien durante varios años fue Presidente de la Cámara de Comercio de Lobos.
Ayer y hoy, 5 de julio, una conocida casa dedicada a artículos de electricidad en la Av. Yrigoyen permaneció cerrada para la venta al público en general y sólo permitía compras a clientes con cuenta corriente.
Como explica en una nota el sitio «El Destape», durante los últimos años se desarrolló una tendencia cada vez más marcada dentro del consumo masivo en Argentina y el mundo hacia la incorporación de las tiendas mayoristas en el mix de canales minoristas, con la explotación de un modelo de negocios que apunta cada vez más a atraer al consumidor final.
Las tres cadenas principales (Carrefour, Cencosud y Coto) son responsables de aproximadamente la gran tajada de las ventas del sector. En lo que respecta a Lobos, Cencosud es de origen chileno y tiene a las marcas Vea, Disco y Jumbo como sus naves insignia.
Finalmente, los supermercados DIA, de capitales españoles, con su formato de locales discount de superficie reducida, son la cadena con mayor número de sucursales, aunque ubicadas principalmente en la provincia de Buenos Aires y en la ciudad de Buenos Aires. Todos estos grandes supermercados concentran el 80 % del total de las ventas al público.
