En la noche de ayer, tuvo lugar en el predio de AFYN la tradicional cena de camaradería de los Bomberos Voluntarios, la cual, además de los propios servidores públicos, contó con la presencia de autoridades políticas, benefactores, y medios de prensa. En dicha oportunidad, dirigieron su mensaje al público: el Intendente Etcheverry, el Presidente Matías Penacini, el Jefe Claudio Rosso, y Eduardo Anaya. El desarrollo del evento fue de la mejor manera, dado que además de los oradores que ya mencionamos, se leyeron los ascensos de los integrantes del Cuerpo que en virtud de su antigüedad y puntaje han alcanzado un escalafón superior. Asimismo, se entregaron distinciones y reconocimientos en mérito a la trayectoria.
Uno de los instantes más emotivos de la noche, sin dudas, fue la imposición del nombre “Comandante (R) Jorge Omar Luchesoli” a la Escuela de Cadetes de la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Lobos, un acto de estricta justicia en memoria de quien fuera un emblema de las escuelas de cadetes no sólo de Lobos sino reconocido y valorado a nivel nacional.
Su esposa, hijas y nietos recibieron una plaqueta y también se presentó la nueva Bandera y escudo de la Escuela de Cadetes, ahora institucionalizados y con el flamante nombre incluido.
Muy conmovida, Marta Volpe, la esposa de Jorge, agradeció remarcando que “Bomberos fue nuestra casa, nuestra vida con Jorge, y lo seguirá siendo con mis nietos y mis hijas, porque son las personas más maravillosas del mundo”.
“A mi Escuela de Cadetes, como decía Jorge, un beso muy grande, los quiero mucho y seguiré con Bomberos hasta que Dios diga basta”, añadió.
50 AÑOS DE SERVICIO
Y el otro momento de emoción de la noche tuvo como protagonistas a Eduardo Anaya y Clementino López, que recibieron sendas plaquetas por cumplir 50 años en la institución.
Eduardo Anaya dijo, tras recibir el reconocimiento, entre otros conceptos, que “allá por el año 1965 yo tenía 8 años, me pasaba horas en el cuartel de Bomberos en la calle Bs. As., mi hermano Jorge integrante del cuerpo desde 1961, mi padre tesorero y mi madre colaboradora, fui la primera mascota que desfiló en la unidad número 1, y en esa misma época conocí a Daniel Paciente, con quien tomé la comunión, pasaron los años y ambos, en el año 1971, ingresamos al curso de aspirantes, un año y medio junto con otros amigos, y después de idas y vueltas ingresamos el 2 de junio de 1972, yo con 15 años era cadete y mi primer incendio fue un comercio generalizado en Empalme Lobos”.
Recordó distintos momentos gratos y difíciles pasados dentro de la institución, y enfatizó: “aquí estamos cumpliendo 50 años con mi amigo Pato López, los únicos que hemos llegado físicamente, aunque muchos en el apreciado recuerdo”.
“Ser Bombero para mí es la vocación más sublime que existe, es pasión, un estilo de vida que al final se transforma en solidaridad para la gente”, afirmó.
Y también dijo: “para todo el cuerpo activo quiero lo mejor, que realmente se sientan bomberos y estén equipados como tal, por eso el esfuerzo que estamos haciendo desde la comisión para darles todo lo que necesitan”.
“Nuestra institución merece respeto, es lo único que reclamo, los desentendimientos no conducen a nada”, remató Anaya.
OTRAS PALABRAS
El Jefe del Cuerpo Activo, Oficial Principal Claudio Rosso, dijo entre otros conceptos: “Después de un largo tiempo de no tener festejos públicos debido a la pandemia, hoy tenemos la suerte de poder juntarnos y celebrar este día”.
“Esta profesión que elegimos sin que nadie nos obligue, nos da la bendición de hacer lo que nos gusta, porque ser bombero es nacer como cualquier persona pero con un corazón especial”.
El Intendente Etcheverry expresó: “es difícil en pocas palabras saludar por el Día del Bombero, porque no alcanza, todo es poco, cuando uno dice algo cree que falta más. Pero diría que también es el día de la familia del bombero, porque detrás de cada uno de ustedes están todos los seres queridos que son los que sufren”.
Y el presidente de la entidad, Matías Penacini, manifestó: “el bombero es una persona comprometida y responsable con su comunidad, ser bombero implica un compromiso de 24 horas los 365 días del año, y nuestros queridos bomberos voluntarios de Lobos, con desinterés, abnegación y valor, cumplimentan una excelente labor a diario, y la comunidad lobense se lo agradece en cada momento”.