-En todo momento de crisis inflacionaria los consumidores buscan herramientas para bajar costos, y recurrir a productos de sustitución. Estamos atravesando una crisis muy profunda, y en el mercado de la energía los precios de las materias primas registran aumentos constantes-
El diésel o gasoil de los productos más gravados que existen, con una carga de impuestos cercana a la mitad de su precio. Al provenir del petróleo, es un recurso limitado, que necesitó millones de años para formarse. Su obtención, transporte y uso es contaminante, aunque cada vez tiene menos azufre en su composición, y esto también depende de dónde se extrae, hay yacimientos mejores que otros. Por supuesto que cualquier intento de buscar un combustible alternativo choca contra los intereses de las petroleras, aunque la mayoría de los autos modernos, al ser híbridos, no requieren solamente combustibles fósiles. Pero a su vez, como el biodiesel deriva de las oleaginosas, también se podría interpretar que va en contra en la exportación de granos, que es una de los principales fuentes de ingresos del país. Como veremos a continuación, no es tan así.
Concretamente, se está hablando de la búsqueda de opciones para reducir costos de gasoil o simplemente para reemplazarlo. En este punto entra el aceite vegetal y el biodiesel. Lo primero que hay que hacer es distinguir las tres presentaciones:
Aceite vegetal: tiene propiedades similares al gasóleo, tanto el de girasol, de colza o de soja. De bajo precio, pero está restringido a los productores primarios que pueden suplantar el gasoil de petrolera dentro de su ámbito de trabajo con un tratado posterior (hay productores rurales con plantas propias o grupos de productores que se asocian para montar producción de aceite vegetal). Argentina es uno de los principales productores de aceite vegetal en el mundo.
Biodiesel: es la mezcla del aceite vegetal tratado y gasóleo fósil, que se lo denomina con la B y lo siguiente es el porcentaje de aceite vegetal utilizado: por ejemplo B12. Implica que tiene un porcentaje de 12% sobre el total del combustible fósil.
Diesel: uno de los productos del refino de petróleo, que en realidad es el apellido del inventor del motor (acá lo conocemos como gasoil). Como hemos mencionado, es uno de los productos con mayor participación impositiva, hasta cerca de la mitad de su precio, y el que está más cuestionado por su participación en las cantidades de CO2 emitidas. Es el combustible que mueve la producción mundial.
¿Puede mi vehículo diesel utilizar aceite vegetal 100%?
Lo primero que hay que decir es que sí, es posible. No obstante, se recomienda leer bien la letra chica, ver cuáles son las ventajas (aparte del precio) y los contras. El primer vehículo diesel funcionó con aceite vegetal, no existía el producto fósil.
En primer lugar, el Aceite Vegetal es más saludable al motor porque no contiene azufre, el gasoil es un producto sucio y deja rastro por donde pasa. Todos señalan posibles problemas serios de bombas inyectoras, disminución notable de potencia de motor, problemas de filtro y de arranque en frío al uso de Aceite Vegetal sin cortes. Hay un extra de corrosión, el agua no se mezcla con el aceite, los conductos metálicos, el caucho y el plástico atraen humedad generando un punto de conflicto.
Lo que todos recomiendan, es el consumo de Biocombustible con un corte mayor al usado actualmente. En distintos países vecinos con Brasil a la cabeza, están alentando cortes del 25/30 por ciento en general y para los vehículos pesados hasta un 50 por ciento. Siempre utilizando Aceite Vegetal Tratado de buena calidad (de color amarillo, como el aceite de girasol) es el futuro para los motores a gasoil.
Tengamos en cuenta que Santa Fe es considerada “la Vaca Muerta del Aceite Vegetal” en Argentina. Esta provincia hoy puede, por sí misma, abastecer las necesidades del mercado argentino para cortes de hasta 20/25 por ciento. Las grandes flotas de camiones deberían tener acceso diferenciado a un B30/B35 para una mejora sustancial de costos, también mejorar notablemente sus notas ambientales.
Los fabricantes de vehículos livianos deben informar más sobre las propiedades del Aceite Vegetal y los cortes de Biodiesel. Hacen muy poco por la adaptación de motores y la información que bajan a sus consumidores sobre estos temas es muy escasa. Economía, ecología y autoabastecimiento energético no siempre van de la mano, ya que es evidente que falta voluntad para legislar o voluntad para tomar decisiones que privilegien a los consumidores.