Piriápolis es una ciudad balnearia uruguaya del departamento de Maldonado, sede del municipio homónimo, ubicada 98 kilómetros al este de Montevideo. Tiene una población fija de 8.830 habitantes estables, aunque la población flotante es mucho mayor, especialmente entre los meses de diciembre y marzo. Fue la primera ciudad balneario del país vecino. Recibe muchos visitantes argentinos y una cantidad creciente de brasileños y europeos, aunque el turismo interno es el más importante. Se destaca por sus numerosos cerros que brindan una vista privilegiada del resto de la ciudad.
Juan Preizler, es un argentino que vive hace alrededor de 3 años en Piriápolis (Uruguay), y que estuvo de visita por Lobos. ¿El motivo? Tiene una relación de amistad muy estrecha con Alfredo Barsotti y Milagro Corvalán Posse, ambos fundadores de Editorial Luna de Marzo. “Para mí es un placer poder colaborar con mis notas en la Revista, soy argentino pero quisiera obtener la residencia legal uruguaya, sin renunciar a mi nacionalidad. De todos modos, por esas cosas de la vida, hace más de 40 años que tengo un vínculo con Piriápolis, y lo que me impulsó a emigrar es que lo considero mi lugar en el mundo, sería largo de explicar las razones. Por supuesto que mis hijos y nietos viven en la Argentina, mi esposa falleció hace ya 10 años y junto con ella descubrimos esa ciudad que me cautivó. En la nota que podrán leer en la revista, hay una foto del típico shop de comidas de una estación de servicio, al igual que las que hay acá, que ya es casi “mi oficina”, y la llamo así porque sigo un hábito desde que yo vivía acá, que es levantarme temprano, ya para las 6:30 estoy arriba, y voy a lugar que sea a desayunar. Y si frecuentás varias veces el mismo espacio, los que van a esa misma hora te van conociendo también. Los empleados ya me conocen, me pasan lista como si estuviera en la escuela”, nos relata este trotamundos, ya veremos más adelante por qué.
Añadió Juan, que: “Estoy jubilado, me he dedicado a varias actividades en mi vida, soy maestro mayor de obras, y me dedico a construir apartamentos y también al turismo. Es muy costoso a los valores actuales por los ingresos de jubilación o pensión que uno tiene en Argentina, y eso ha hecho que ir a Uruguay sea muy caro para nosotros. La moneda local está muy devaluada, pero yo aposté a invertir, me compré una furgoneta o una “van”, y como te decía antes, hago recorridos turísticos. Una de las cosas que te puedo contar, es la diferencia de ver el Río de la Plata desde el lado uruguayo al de hacerlo desde Buenos Aires, donde yo vivía”.
“Como te decía, hago traslados de quienes visitan Uruguay, y por el tiempo que estoy allá, ya conozco las locaciones que despiertan más interés. Soy egresado de la UTN, y en Argentina mayormente me gané la vida como Técnico de Automatización y Robótica: Desarrollaba porteros eléctricos, dispositivos infrarrojos, entre otros proyecto. Tengo tres hijos y cuatro nietos, y aunque vivo en Uruguay tengo un contacto casi permanente con ellos. Quisiera que estén conmigo, además de que a ellos les gusta mucho Piriápolis, pero ya llegará el momento de hacerlo si ellos lo deciden. La verdad es que siempre me sentí bien tratado por la gente siendo argentino, si vos sos respetuosos con ellos, también lo serán con vos. Como en cualquier país, hay todo tipo de gente”, enfatizó.
“Publiqué un libro, que también se puede conseguir acá en la Editorial, aunque a decir verdad primero hice una bitácora o diario de viaje cuando fui a Cuba, y siempre rescato el esmero que le pusieron a la edición. Y ahora lo que estoy haciendo, es como un “libro en cuotas”, ir publicando fascículos, y parte de ese material explica por qué vivo en Piriápolis, y las entrevistas que fui haciendo con la gente. Y explicar, además, cómo gente de países tan disímiles como Australia o Alemania han elegido ese lugar para vivir, que está muy lejos de la vanidad de Punta del Este, por citar un caso. Compartimos una gran influencia de los británicos: los trenes, la arquitectura de las estaciones ferroviarias, el puerto… creo que el proyecto va bien encaminado, más aún ahora que contamos con la tecnología para enviar textos o audios por mensaje, algo que antes era impensado. Como que me hagan una entrevista en Lobos, ciudad que tuve la oportunidad de conocer hoy. Todo lo que fue la pandemia afectó por igual a ambos países, pero luego de tanto tiempo, el ritmo de vida que conocíamos se va reactivando. Siempre he sido optimista, más allá de lo que la realidad nos muestre y que no podemos soslayar”, concluyó Preizler.