Lobos 24 Un nuevo concepto en información
Noticias Relacionadas
Carlitos Olcese es uno de esos invitados con los que más nos costó coordinar un reportaje. No por mala fe o falta de voluntad, sino porque se nos dificultaba coincidir en los horarios, hasta que tuvo una semana libre en la que no fue a entrenar y compartió el fin de semana en su pago chico. Olcese es la gran promesa del boxeo profesional, un lobense que está recorriendo un arduo camino que implica mucha disciplina y un apego a la preparación física, en una edad en la que otros jóvenes no se caracterizan por perseguir sus metas, o resignan la «comodidad» en lugar de aspirar a un objetivo superador.
El protagonista de la nota lo resume con estas palabras: “Tengo 26 años, y estoy viajando todas las semanas a Brandsen para entrenarme. No sé cuánto me queda de carrera, mientras me siga sintiendo bien físicamente lo voy a seguir haciendo. Fijate que Maravilla Martínez se retiró a los 42, y ahora está proyectando volver a boxear…Lo que uno debe tener en claro cuando se dedica a esto, es que si no entrenás, no vas a ningún lado. Y en el caso de Maravilla está perfecto que desee seguir, le ganó a Julio César Chávez Jr., buscó otro desafío con Cotto, un boxeador de Puerto Rico, y esa pelea la perdió. Él, como cualquier otro boxeador, necesitó foguearse con varios rivales antes de aspirar a una pelea por el título. Si esa es tu meta, no podés subir al ring y pasar un papelón… De hecho es uno de mis referentes, porque no todos llegan a ser campeones, y a él en toda su carrera le ha ido bien. Volver ahora, a los 47 años, es tener hambre de gloria, así lo veo yo. En mi caso, no creo que quiera seguir peleando hasta los 40. No lo sé todavía, falta mucho, pero a veces me lo he planteado”.
A lo que relata el entrevistado, podemos agregar que Carlos Monzón hizo 14 defensas del título, se retiró invicto a los 35 años, y es unos de los púgiles más completos. Por supuesto que nos referimos estrictamente a su trayectoria deportiva, no a su vida personal.
“Mi sueño es ser Campeón del Mundo y estoy dispuesto a hacer el esfuerzo y el sacrificio que sean necesarios para conseguirlo. Látigo Coggi es mi entrenador, fue Campeón Mundial y se hizo de abajo, como todos. El ha sido una gran motivación y me ha inspirado profundamente, pero también sé todo depende de mí. Allá en Brandsen tengo un lugar para vivir durante cada semana que paso entrenándome, lo que hay que hacer es seguir trabajando y aprovechar las oportunidades. Si no me va bien, me la tendré que bancar, pero lo principal para mí es intentarlo, dejar de pensar lo que te pueda pasar y hacerlo. Si no tenés decisión, no vas a ningún lado”, reflexionó Olcese.
“Hoy por hoy, la mayor gratificación para mí sería poder vivir del boxeo. Muchas peleas en las que participé han sido televisadas por TyC Sports. Tanto la gente de Lobos como todos los que me siguen pueden comprobar que no es nada fácil, sobre todo si sos visitante y tenés a todo el público y los árbitros en contra. En la última pelea sufrí un corte en la cabeza, y hasta que no termine la curación, no estoy en condiciones de planificar un nuevo combate. Si la herida cicatriza, la idea es pelear nuevamente a fines de marzo, o sino el próximo mes».
«Al boxeo lo tomo como un trabajo. Me levanto a entrenar bien temprano, y comencé como amateur. Por supuesto que como amateur perdí algunas peleas, no te voy a engañar, pero nunca eso me hizo pensar en dejar este deporte. Estoy trabajando con un preparador físico y con una nutricionista para alimentarme bien, sobre todo por el desgaste que tenés antes y después de subir al ring”.
Olcese comentó a LOBOS 24, que: “Esta semana estoy en Lobos porque el gimnasio cerró provisoriamente, hay una boxeadora con muchas condiciones que va a combatir en Neuquén, y todo el staff se fue para allá también. Es un placer volver a Lobos siempre que puedo, y reencontrarme con mi familia. Lo principal, es “guantear” todos los días con un sparring, así te vas imaginando cómo va a ser cada pelea, los puntos fuertes y débiles de tu rival, vas analizando todo. Los sparrings son de otro gimnasio, porque lo que se busca es que no conozcan tu forma de pelear para que así ellos mismos te exijan más”.
Reconoce Carlos, que los últimos meses no han sido bastante complicados: “Te digo la verdad: entre todas las cosas que me mantuvieron parado, me contagié COVID, y estuve 20 días sin poder ir al gimnasio, y la verdad es que me pegó muy mal, más que cualquiera de los rivales que he tenido que enfrentar (risas). Cuando me dieron el alta, retomé los entrenamientos, ya tenía una pelea programada desde antes de enfermarme, hice una preparación física bastante intensa, me arriesgué y peleé. Pese a que siento que me “robaron” con los puntos, estoy satisfecho de haber dado lo mejor que pude. Y esto que te digo, me lo ha dicho mucha gente que lo vio por televisión”.
Comentó asimismo que: «Estoy trabajando con la hija de Látigo Coggi, Yésica, y me siento muy cómodo cada vez que voy a gimnasio. La mayoría de los promotores están solamente interesados en la plata y te buscan un rival para el que todavía no estás preparado, porque económicamente ellos siempre ganan (…) Lograr formar un buen equipo no es fácil, tengo dos pelear como profesional, y cada triunfo se lo dedico a los lobenses, porque son los que me han bancado desde el principio».
“La cuna del boxeo, para mí, no pasa por un lugar o un espacio físico, sino las personas que hicieron historia en este deporte. Mis ídolos son: Coggi, por supuesto; Julio César Chávez; Mike Tyson, y seguramente hay muchos otros que me estoy olvidando de mencionar. Yo soy uno más de los pibes que veía por tele las películas de Rocky una y otra vez. Era fascinante, claro, pero que cuando entrás a un gimnasio, te das cuenta de que muchas cosas son ficción.. En las películas, a Rocky lo matan a palos en todos los rounds, está por terminar la pelea, se levanta como si nada y el que termina noqueando es él. Pero en el boxeo argentino hay anécdotas parecidas: Hay una filmación donde lo ves al “Roña” Castro que le estaban dando una paliza terrible, sacó una mano que ni él sabe cómo lo hizo, y ganó”.
Dejó en claro Carlitos, que: “No es lo mismo pelearse a la salida del boliche con dos o tres pibes, eso es una pelea callejera. El boxeo es otra cosa. Y eso es lo que lo convierte un deporte, porque está regulado, hay un reglamento que cumplir y si no tenés disciplina, no te va ir bien. Lo que te puedo asegurar, es que, si en el futuro soy Campeón, ese cinturón que me costó muchas horas de entrenamiento, me gustaría traerlo a mi ciudad y compartir con lo que logré con los que siempre me acompañaron (…) Para serte sincero, hay muchos gastos para dedicarte profesionalmente a esto. Me gustaría recibir algún tipo de ayuda a nivel municipal, pero lamentablemente, hasta ahora nunca sucedió”. Desde LOBOS 24 le deseamos el mejor de los éxitos, y los invitamos a seguir por la pantalla de TyC Sport sus combates, porque siempre va al frente, no especula en nada, y se sube al ring con la mente puesta en noquear al rival.
