En una entrevista con LOBOS 24 y Lobos Digital para programa de TV “Café Doble” que se emitirá este miércoles (o el próximo, 2/3), el periodista Patricio Contrera dialogó con Américo “Elu” Reyes, ex Director del Coro Polifónico y que tiene en carpeta muchos proyecto. La charla que, que resultó muy amena para ambos, dejó varias definiciones interesantes.
Comenzó diciendo Reyes, que: “En este momento, estoy abocado a la nueva agrupación que fundé y que se llama CAMPAL (Coro Argentino de Música Popular y Afroamericana de Lobos). El problema que tenemos en este momento es que no hay una relación adecuada para mí entre las voces de varones y de mujeres. Se necesitan 3 varones por cada 5 chicas que lo integren. Por eso, lo que estoy buscando son más voces masculinas. Actualmente tenemos 16 coreutas, y en la medida que logremos lo que te expliqué antes, vamos a poder conseguir mayores ingresos. Tené en cuenta que en la última etapa del Coro Polifónico, habían quedado solamente 4 varones. No se pude ecualizar un grupo coral para que suene bien si no existe la proporción adecuada. En cuanto a los instrumentos, yo toco la guitarra, percusión, y también el piano, pero en ese último caso muy precariamente. En resumen, te comento que volveremos a ensayar a partir del 12 de marzo a las 20 hs, por ahora en mi casa, hasta que podamos hacerlo en la Sociedad Española. Los ensayos generales son cada dos semanas, pero todo lo que tenga que ver con cuerdas se lo hacemos los sábados. El aprendizaje se hace por Internet: Yo grabo todas las partes, las mando por WhatsApp, los integrantes las escuchan, y cuando llega el día deben tenerla aprendida, o por lo menos, haberla escuchado”.
Explicó asimismo, que: “Con respecto a las edades, es a partir de chicos de 12 años con la autorización de sus padres, y no hay un límite de edad, sólo hace falta gente bien predispuesta, porque va a ser un coro en movimiento, por lo tanto, habrá que cantar y bailar. Eso implica percusión corporal, y te puedo adelantar que estamos ensayando temas de León Gieco y de Queen. Hay que innovar y adaptarse todo el tiempo, pero esos grupos o artistas continúan siendo contemporáneos, están en el ADN de la gente”.
“Lo que no quise es quedarme estancado, porque los coros no sólo envejecen por la edad de sus miembros, sino por sus formas. Hoy en día el público busca un valor agregado, un espectáculo que no sea sólo musical. Para lograr esto, “algo” debe moverse sobre el escenario. Es, básicamente, vista y oídos. No quiero que sea algo estático. Habíamos empezado de una forma muy reducida, y para ese momento, como todos saben, yo me desvinculé de la Dirección de Cultura. Sentí que me estaban “empujando” a renunciar, ganando la mitad de una jubilación mínima de esa época, además de que me exigían más tiempo cuando durante la pandemia trabajé mucho más que si lo hubiera hecho en forma presencial. Te lo puede decir alguien que estuvo en coma inducido y casi se muere por el virus. Pero bueno, eso es parte del pasado. Lo único que voy a decir es que la propia gente no quería ensayar en esas condiciones, porque eran personas mayores que lógicamente querían cuidarse. Y yo no podía imponerles nada. Yo esto lo hablé con la funcionaria a cargo, y discutimos sobre el tema, sin haber llegado a un acuerdo. Pero un par de veces, debo reconocer, después de que pasó todo esto nos invitaron a cantar con Americanto, y por supuesto aceptamos».
«A veces hay que arriesgarse. Mi hijo Sebastián se fue a España casi sin nada, como un “inmigrante trucho” (sin papeles), pero le encontró la vuelta, y ahora le está yendo bien. Podría haber salido mal, pero si no probás suerte, nunca lo vas a saber”, comentó “Elu” con su particular visión de la realidad.
“A mí me ha pasado de todo, y aprendí que buena parte de la vida consiste en superar los infortunios. No te voy a decir que te hace más fuerte, porque me parece un “verso”. Pero podés sobrevivir, y si tenés proyectos, vivís con más intensidad más aún”, apuntó.
“Por eso, no sé si es del todo cierto que el arte nace del dolor, como suele decirse. La composición puede ir por ese lado, pero siempre hablando de algo que transitoriamente te haga sufrir, no de una depresión que te limita totalmente. Ni siquiera el Himno a la Alegría, una de las piezas más conocidas por el gran público, nació de una etapa “alegre” de Beethoven. Otra cosa es componer dedicándole esa canción para alguien con quien vos fuiste feliz en algún momento, que te movió el piso. Les he dedicado canciones a mis hijos, seguramente no han sido las mejores, pero es lo que me surgió cuando ellos nacieron. Vos a la alegría la tenés cuando estás tocando el piano, o lo que sea, por más que la creación haya nacido del dolor. Lo que no es posible, es crear desde la depresión, al menos te lo puedo decir por gente cercana que he conocido”, concluyó el talentoso músico lobense.