José Luis Falcetelli, Prof. de Educación Física y maestro de Karate, dialogó con LOBOS 24 y la señal de TV “Lobos Digital”, para el programa Café Doble, que se emitió días atrás. Fue el último invitado del año a participar del ciclo, que se reanudará en la segunda quincena de enero.
José, entrevistado por el periodista Patricio Contrera, expresó: “Soy uno de los primeros profesores de Educación Física que egresamos allá por el ’82, Daniel Gerez terminó la carrera un año antes que yo, y es un gran amigo. En mi caso, si bien empecé más tarde, cursé todos los años y no me quedaron materias pendientes. Lo hice en Las Heras, como muchos de mi generación, porque el profesorado todavía no se había abierto en Lobos. Luego de egresar empecé a dar clases: En la Escuela N° 1, en las Escuelas Especiales 501 y 502, posteriormente conseguí ser titular en Merlo y en Moreno, elegí este último destino, me tomaba el tren para allá muy temprano, en la madrugada, y dictaba clases en los dos turnos de esa escuela».
«Llegaba de regreso a casa cuando ya era de noche, siempre en el tren. Y dormía durante el viaje, lo más insólito que me pasó fue una vez que escuché que el vagón se detuvo, me desperté, y digo: «¿Dónde estoy?». La ventanilla daba para el lado de los silos, no entendía nada (risas). Estuve así durante dos años, hasta que me salió el pase a Lobos y trabajé en la Escuela 2 de Empalme. Mucha gente me asocia más con el karate o con la preparación física en un gimnasio, pero así fue cómo se dio. Desde los 17 años había comenzado a practicar karate hasta que pude dar clases de eso también, ello me dio la posibilidad de tener manejo de grupo, y a su vez me ayudó más adelante en las aulas. No me era difícil estar con un grupo”, añadió Falcetelli.
Fue claro al afirmar, que: “Lo que más me costó, fue el sistema educativo, digamos. Estuve 8 años en la docencia, y como te digo, había cosas con las que yo no estaba de acuerdo. Para mí, el sistema venía en retroceso. Cuando asumió Alfonsín y volvió la democracia, el proyecto de educación que había era muy bueno, inclusive al docente mismo lo motivaba. Claro que para lograr eso, había mucho por cambiar, y finalmente no se concretó. Básicamente, se buscaba también estimular al alumno teniendo en cuenta lo que pasaba fuera del aula. Estaba la posibilidad de generar un “ida y vuelta”, y lograr eso con los chicos hubiera sido maravilloso. Como te decía antes, en su momento hubo mucha oposición de parte de algunos docentes, y no se concretó. Siempre me llevé bien con mis alumnos, y me gustaba dar clases, de hecho se hicieron reuniones con otros profesores a nivel distrital, te estoy hablando de los años ’80. Y hasta el día de hoy, compartimos asados o alguna comida con amigos ya jubilados, como Mario Adobatto y Daniel Gerez”.
Retomó su relato: “Bueno, como te decía, se hizo una reunión muy grande con colegas del área, y me resultó totalmente negativa. Había mucha oposición, te reitero, no a nivel político, sino a una nueva forma de encarar la educación. La cuestión es que la mayoría quería seguir igual, me fui terriblemente mal, y al poco tiempo renuncié a todo. Una directiva me persuadió de no hacerlo, me decía “las cosas se cambian desde adentro”. Sí, puede ser, pero yo ya tenía la decisión tomada. Ni siquiera acepté pedir licencia sin goce de sueldo”.
“Yo no era alfonsinista, pero sí me gustaban muchas de sus ideas. Recién en el ’95 o ’96 me empecé a involucrar en la política. En abril del ’96 el ofrecimiento para restructurar el área de Deportes municipal, que en realidad casi no existía. Lo que en aquel momento se conoció como Departamento de Deportes, empezó como algo nuevo, en la gestión de Erriest. Yo ya tenía el gimnasio, Bio System, que muchos todavía se acuerdan. Entonces Carlos Masola (Secretario de Gobierno) pidió reunirse conmigo. Yo no lo conocía, había escuchado hablar de él como todo el mundo, por supuesto, pero nunca nos habíamos sentado a conversar. Me propuso hacerme cargo del área de Deportes, me gustó la idea, y acepté. Hasta ese momento, casi no participaba en política, y todo surgió porque Guillermo Ré era habitué del gimnasio. Olvidé contarte que, durante los últimos años de la dictadura, trabajé con el ex Intendente Otaduy, dábamos clases en las escuelas rurales, por lo tanto ya tenía una experiencia previa. Y aunque suene polémico, pese a no haber sido un Intendente elegido por el pueblo, siempre nos trató muy bien”.
“Pero, volviendo a ese cargo que ocupé durante ocho años, te digo que hicimos muchísimas cosas, que hoy quizás muchos no lo recuerdan, pero como además en esa época habían comenzado los Torneos Bonaerenses, había que preparar todo para estar a la altura de los deportistas. Hasta ese momento, como te estaba mencionando, no había en la estructura municipal ningún tipo de área específica para deportes, y ese cargo se crea conmigo, cuando yo asumí. Fue una experiencia excelente, y se trabajó muy bien. Me llevo los mejores recuerdos de esa época. Cuando los chicos iban a jugar la final de los Torneos a Mar del Plata, había que organizar todo muy bien, porque en esos años eran muchos los pibes que llegaban a esa instancia. Fuimos corrigiendo errores sobre la marcha”.
“Y por primera vez, se empezó a promover al Parque Municipal como un espacio para la salud, cosa que antes no se había hecho, pese a estar a 7 cuadras del Centro. De hecho, llevamos la oficina de Deportes al Parque, que funcionaba debajo de la actual cabina de ciclismo. Se creó la pista de la salud, se arregló a nuevo el playón del polideportivo que se había hundido, se creó una cancha de handball, se arreglaron los tableros de básquet, se hicieron dos nuevas canchas de fútbol, se prestó colaboración a los aficionados de la cancha de bochas, se construyeron las primeras canchas de tejo, en fin… no me canso de repetir que para mí fue una experiencia maravillosa”, sostuvo Falcetelli, quien, en una segunda parte de esta nota, nos relatará sobre sus inicios en el karate, disciplina que sigue practicando hasta el día de hoy.