
Este domingo 12, con una exhibición en la calle Salgado, frente al Municipio, concluyó el Encuentro Internacional de Citroneros en Lobos, del cual nuestra ciudad fue sede.
LOBOS 24 habló con el mentor de esta iniciativa, Alberto “Conejo” Moretti, quien nos comentó: “Estábamos acostumbrados a hacer la despedida para fin de año, pero en esta ocasión me animé, convoqué a mis amigos citroneros y a realizar este encuentro internacional, que dio comienzo el viernes en el predio de los Pallottinos, donde compartimos un momento fantástico, un asado, y lo pasamos muy bien. En esta oportunidad, la gente que vino de Uruguay se fue más temprano porque se les iba el ferry, y para el 2022 seguramente contaremos con autos de clubes de Chile. Sinceramente estamos muy contentos por la movida, y no puedo dejar de agradecer a la gente de Lobos, además de que nos propusimos ayudar a las instituciones, y en este encuentro superamos todas las expectativas, ya que hubo 125 autos. Como te decía, la gente que llegó de más lejos ya se fue en muchos casos, pero lo que te puedo asegurar es que hay modelos únicos que para quienes no somos fanáticos son una novedad, como un Citroen modelo ’80 con suspensión hidráulica, que tiene el piso bajo, a cinco centímetros del suelo, y parece un auto tunneado como los que se ven ahora, pero salió así de fábrica».
“Por supuesto, no podían faltar los modelos que todos conocemos porque sí se fabricaron en el país, como 2 CV, 3 CV, Ami 8, furgoneta, Mehari… y somos una gran familia citronera, acá no hay competencia ni rivalidad. Tuve la suerte de viajar a Francia hace tres años y conocer los clubes de allá, si puedo volver a hacerlo ya sería con un recorrido más cultural, digamos”, dijo Moretti con una sonrisa. “La gran sorpresa es que recibí un audio del nieto del fundador de Citroen, saludando a todos los participantes y a toda la gente de Lobos”, destacó el fanático más conocido de la marca francesa.
Rememoró Moretti, que: “Empecé de muy joven arreglando autos de la marca, luego tuve un taller en la calle Angueira, y te digo que eran otras épocas, porque venían repuestos muy buenos, la gente no tenía tantas dificultades económicas, pero todo me sirvió para formar una familia, construir mi casa, correr durante 45 años…y bueno, ahora, uno es consciente de su edad, y me dedico a continuar organizando estos encuentros”.