En una entrevista con LOBOS 24, el Gerente de la Sociedad Rural de Lobos, Fernando Ferrari, se refirió a la coyuntura que existe en estos momentos, respecto al precio de la carne en los mostradores. Comenzó dando su impresión del encuentro que las entidades mantuvieron con el Gobierno Nacional: “La reunión en Casa Rosada fue más de lo mismo. El mensaje tiene muchas contradicciones, no se puede lanzar un plan ganadero diciendo que se va a aumentar la producción en 5 millones de toneladas en 2030, teniendo las exportaciones cerradas. Se flexibilizó el 50 %, de una vaca que nosotros no comemos. Todos los cortes que van al exterior son los que no se consumen acá y que nos compra China. Por eso te digo, que no tiene sentido producir más con las exportaciones cerradas, no es un incentivo para el productor. Este plan es un “copia y pega” de muchos que ya fracasaron”.
“No hay nada nuevo. En cuanto a los créditos, ¿Quién va a invertir si las restricciones para vender hacienda son cada vez mayores?”, se preguntó el profesional.
Añadió Ferrari, que : “Obviamente los productores están muy enojados, y creemos que el Gobierno debe entender cómo funciona este negocio, no nos cabe duda de ello. Lo que no está alcanzado por las restricciones son la cuota Hilton, algunos cortes de Feed Lot, y exportaciones a EE. UU. e Israel. Lo que se prohibió es la exportación de siete cortes, que son: el asado de tira, matambre, falda, cuadrada, vacío, entre otros. Pero como te decía antes, eso es irrelevante porque no son los que se venden afuera. El mercado chino es muy importante, porque se vende la vaca de conserva, y se consume de una forma muy distinta a como lo hacemos nosotros. Por lo general, hervida, o no cocida del todo. Además, los precios que fijaron para los cortes populares no van a llegar a la carnicería del barrio. Y la oferta de carne de Feed Lot es escasa, lo cual encarece el producto. Como el ternero tiene un buen precio, no cierran los números por ningún lado. Entonces, una buena alternativa era mandar carne a un mercado muy importante como China. Ahora sólo podemos hacerlo en un 50 %. Si hablamos de las bocas de expendio, de los supermercados que deberán respetar los precios, puede haber algún beneficio, pero sólo en el Conurbano hay más de 30.000 carnicerías. ¿Nadie se pone a pensar qué va a pasar con esos comercios?”
“El poder adquisitivo no alcanza para comprar carne, por eso el consumo cayó a su mínimo histórico, esto ha hecho que la carne porcina o aviar haya incrementado su demanda. La forma más apropiada para determinar si algo es caro o no, es cuántos kilos podés comprar con tu salario hoy, y cuántos podías comprar hace 4 o 5 años”, precisó.
Reconoció Ferrari que, dentro de los commodities o materias primas, la soja ha alcanzado valores récord en los mercados internacionales. No obstante, se apresuró a aclarar: “El que más se benefició durante esa alza del precio fue el Gobierno, con los impuestos que percibe en concepto de retenciones. El productor, de los 600 dólares que llegó a cotizar la soja, cobra 240 como mucho. Es un cultivo que tiene una carga impositiva de casi el 60 %. Siempre es bueno que tengamos valores altos, pero lo que te quiero decir es que el productor no es el que se lleva la mayor parte. Durante el gobierno de Macri el precio no era muy bueno, pero las retenciones se redujeron. Que yo recuerde, durante el gobierno de Kirchner y de CFK fue donde la soja llegó a su punto más alto, allá por 2007 o 2009. Y ahora ha vuelto a ocurrir. Pero no sirve comparar la rentabilidad de esos años, porque el costo de los insumos era otro, y el contexto económico también. No podemos retroceder 12 años y analizar lo que pasó sin tener en cuenta determinadas variables. Cuando la soja cotiza a un buen precio, es noticia en todos lados. Pero cuando baja, nadie dice nada. Necesitamos reglas claras, que sean una motivación para invertir en el campo”, enfatizó.
«Para decirlo más claramente, los productores no somos formadores de precios, y ese es el mensaje que tratamos de transmitir a la opinión pública», concluyó.