Lobos 24 Un nuevo concepto en información
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En un país como el nuestro donde compartir una mateada (antes del COVID, claro) es una costumbre totalmente arraigada, en el mercado de la yerba mate reapareció un fenómeno que no se experimentaba desde hacía 50 años: la importación de grandes cantidades del producto de Brasil y Paraguay. La yerba fue uno de los pocos productos cuyo consumo no bajó (de hecho se incrementó un 10 %) durante la presidencia de Mauricio Macri.
El año pasado representaron el 10 por ciento de lo que se consumió en el mercado interno y lo que se exportó, sumados. Un número insólito para un mercado que siempre se autoabasteció.
En 2020, la industria yerbatera se encontró con una falta de stock de materia prima muy acentuada y tuvo que importar 31 millones de kilos de yerba mate canchada (una vez estacionada y molida, se envasa). Más de la mitad fue de Brasil y el resto de Paraguay.
“En total se importaron 31 millones de kilos el año pasado, equivale al 10% de lo que se vendió al mercado interno y externo”, confirmó Juan José Szychowski, titular del Instituto Nacional de la Yerba Mate. Los datos también están publicados en la página del INDEC.
Se trata de un récord de una magnitud que no tiene precedentes en toda la historia del mercado yerbatero. El número representa un incremento del 900 por ciento respecto al 2019, que ya era el año de mayores importaciones de yerba mate desde 2002.
“Hubo una merma de las cosechas en 2018 y 2019 por exceso de lluvias, también sequías”, explicó a LA NACIÓN Renzo Klimiuk, empresario tealero y yerbatero de la localidad de Campo Grande.
Tres de las cinco firmas yerbateras “top” son las que más importaron: Las Marías (Taragüí), La Cachuera (Amanda) y Molinos Río de la Plata (Nobleza Gaucha).
En lo que va del 2021, las importaciones no solo no mermaron, sino que van a un ritmo incluso mayor al del 2020, algo a lo que también contribuye el dólar “clavado” que impuso el BCRA en estos últimos meses como antídoto para contener un poco la inflación.
“Traer un kilo de yerba mate canchada importada hoy es más barato que comprarlo en Misiones”, explicó un industrial. Un kilo de yerba importada cuesta 115 o 130 pesos como máximo (US$1 o US$1,20 al valor oficial). Mientras que un kilo de canchada puede llegar a pagarse entre 135 y 147 pesos, por la escasez de esta materia prima.
Las compras a Paraguay y Brasil (tiene mejor calidad) terminaron por aplacar la constante suba del valor de la materia prima en Misiones.
“La yerba mate es un negocio como cualquier otro, tenemos que velar para que la calidad que entre sea la que exige el Código Alimentario y que le exigimos a los secaderos de Misiones y Corrientes. Sacamos una resolución en ese sentido y los resultados fueron muy buenos, la yerba cuando empezaron a hacer los primeros análisis tenía un 40 por ciento de palos en diciembre y ahora tienen un promedio de 30 por ciento de palo”, señaló Szychowski, sobre la canchada que se importa, en declaraciones a Radio República de Posadas.
No sucedía desde los años 60
“La última vez que la Argentina tuvo que importar tanto desde Brasil y Paraguay fue hasta mediados del siglo pasado. Recién en los años 60 se empezó a producir yerba mate argentina en grandes cantidades. Brasil tenía mucha influencia hasta entonces y por eso molinos yerbateros importantes como Yerba Mate Laranjeiras o Martínez de Hoz eran mitad argentinos y mitad brasileños”, explicó Jerónimo Laggier, exdirector del INYM e historiador de la yerba mate a LA NACIÓN.
Juan José Lanusse, gobernador de Misiones entre 1896-1905, hizo los mayores esfuerzos para estimular a los colonos a iniciar el cultivo en el país. Contó con la ayuda de Carlos Thays, de nacionalidad francesa, reconocido paisajista.creador del Jardín Botánico de Buenos Aires, considerado como uno de los mejores del mundo.
Carlos Thais encontró en 1895 la forma de resolver el arduo problema de hacer germinar la semilla, tratándola con agua caliente. El gobernador Lanusse divulgó ese descubrimiento en circulares y en toda forma, y a partir de allí el cultivo comenzó a expandirse.
(Fuente: La Nación y datos propios )
